El Barcelona se proclamó campeón de la Copa de la Reina después de ganar en al final al Athletic de Bilbao en la tanda de penaltis. Se trata del cuarto título copero de las azulgrana y el segudo doblete consecutivo para la entidad azulgrana.

El partido arrancó con el Barcelona queriendo llevar el timón del barco presionando la salida del balón del Athletic desde su defensa y metiendo a más jugadoras en la medular. Las azulgrana buscaban una y otra vez la electricidad de Marta Corredera por banda diestra, topándose en más de una ocasión con la incombustible Eli Ibarra. En uno de esos centros estuvo cerca de llegar el gol en propia puerta de Iraia Iturregi, capitana de las leonas, que despejó en sentido contrario mandando el cuero a saque de esquina. Hubo que esperar un cuarto de hora para advertir el primer disparo a puerta de las rojiblancas, obra de Nekane Díaz, uno de los referentes ofensivos del conjunto vasco. El encuentro entró en un ritmo irregular debido a la continuas interrupciones a modo de faltas señaladas por la colegiada Marta Frías. En una de esas acabó el balón en el punto de penalti, donde Marta Torrejón tuvo una buena oportunidad con la testa, pero se quedó a medio camino entre asistencia y cabezazo a puerta y el balón se fue por línea de fondo. También lo intentó a balón parado Alexia Putellas cuando se cumplía la media hora de juego, pero su chut se fue por encima de la meta rival. Poco después Erika Vázquez, isleta en punta de lanza, trenzó un contragolpe apoyada en Arrate Orueta que Nekane no pudo por muy poco. Antes de que llegara el descanso la mala suerte se cebó con Leire Landa, que tuvo que ser retirada en camilla por una lesión en la rodilla que la privó de continuar sobre el verde.

La segunda parte comenzó con las rojiblancas más activas, imponiendo la fortaleza física para marcar los tiempos y llevar el ritmo. Un centro de Joana Flaviano fue rematado de primeras al borde del área por Irune Murua -la que sustituyó a Leire en el descanso- y rechazado en dos ocasiones por Laura Ràfols. Poco después la tuvo Irene Paredes aprovechando una asistencia de Nekane tras una falta botada al área azulgrana. Y más tarde la misma Flaviano con un disparo desde 30 metros que obligó a Ràfols a soltar la manopla en un salto acrobático. Las culés perdieron el dominio y con ello la paciencia. Las individualidades de Ana Romero 'Willy' y Marta Corredera intentaban sacar del pozo a sus compañeras sin premio. El partido se durmió con la entrada de nuevos cromos en el terreno de juego, que modificaron el esquema planteado por Xavi Llorens y Juan Luis Fuentes. Jugando más a no perder que a ganar, el duelo entró en el último cuarto de hora con todo por decidir. Movimientos de fichas y cambios de marcajes como si se tratara de una partida de ajedrez. Una partida que acabaría en la prórroga.

Los dos mejores equipos del panorama nacional se quedaron sin fondo de armario en el último suspiro de la temporada, pero las que quedaron sobre el verde dieron el máximo ofreciendo un gran espectáculo que engancharon al espectador en todo momento. Sólo hacía falta el condimento del gol y estos llegaron en el tiempo de propina. Alexia Putellas estrenó el luminoso en el minuto 93 tras ajustar al palo un chut con su exquisita zurda dentro del área, tanto respondido cuatro minutos después por Nekane Díez tras ganar la espalda a su marca y definir con un disparo cruzado. En la segunda parte de la prórroga el físico hizo mella en unas y otras. Cada balón en el área era una auténtica batalla, intercambios sin goles que llevaron la guerra a una justa tanda de penaltis.

La lotería de los penaltis cayó en esta ocasión del bando del Barcelona. Una parada de Laura Ràfols a disparo de Irene Paredes dio a posteriori el título a las azulgrana. Las culés reafirman así su hegemonía en el fútbol femenino en la actualidad, conquistando su cuarto cetro copero y su segundo doblete (Liga y Copa) consecutivo.