CONFLICTO DEL ALTO CENEPA
En 1995, entre los meses de enero y febrero, se produjo el conflicto del Alto Cenepa entre Perú y Ecuador, en el lado oriental de la Cordillera del Cóndor. El escenario sería la cuenca del río Cenepa, dentro de suelo peruano.
Desde los años anteriores Perú se encontraba superando una profunda crisis interna ocasionada por el terrorismo sumado a una crisis económica dejada por el anterior gobierno, lo que fue descuidando la defensa externa para priorizar la interna.
A inicios de 1995, patrullas peruanas detectaron movimiento de tropas ecuatorianas en la cuenca del rio Cenepa, cuyo objetivo era derrotar militarmente al Perú en un área focalizada preparada por ellos, para así tener una salida soberana hacia las márgenes del rio Marañón.
Inmediatamente se desplegaron tropas militares para reforzar las zonas, pero las tropas ecuatorianas emboscaron a la patrulla peruana, desencadenando el conflicto; los altos mandos de los tres Institutos Armados peruanos empezaron a movilizar sus fuerzas y es aquí donde se iniciaron los primeros problemas en cuanto a interoperabilidad, ya que cada una de las tres fuerzas tenía sus propios planes para afrontar un conflicto y no se tenía una idea concreta del accionar conjunto, esto aunado a los fusiles FAL, armamento obsoleto para la época, unos cuantos RPG, apoyo de fuego de morteros, artillería, apoyo aéreo e inteligencia; se enfrentó a una fuerza que si se había preparado para el momento.
A pesar de los factores en contra, las acciones militares lograron la recuperación de puestos como Cueva de los Tayos y Base Sur, llegando hasta Tiwinza, aunque no pudo ser mantenida la posición pues la logística era insuficiente y la línea de abastecimiento era larga y desgastadora. Los soldados vivieron situaciones de hambre debido a la falta de raciones de calidad. La línea de abastecimiento que ingresaba al terreno ocupado por el enemigo, se veía atacada con la emboscada de las patrullas dejando a nuestras tropas aisladas. Las minas y los sistemas antiaéreos enemigos cobraron la vida de muchos soldados y pilotos peruanos, así como la pérdida de aeronaves.
La Declaración de Paz de Itamaraty para cesar las hostilidades en todo el frente, fue firmada el 17 de febrero de 1995, pero, a pesar del alto al fuego, el enemigo continuaba bombardeando las posiciones peruanas; los arteros ataques ecuatorianos no quedarían impunes.
El Ejercito del Perú lanzó un violento ataque sobre las últimas posiciones enemigas en territorio nacional, desarticulando todo el dispositivo defensivo enemigo en el área de Tiwinza, encontrando abundante material bélico que fue abandonado por los ecuatorianos en su huida. El rotundo fracaso ecuatoriano de infiltración en el Cenepa colocó a su país ante el inminente riesgo de una guerra total.
El 22 de febrero se reconocería por los ecuatorianos como el Miércoles Negro, debido a la gran cantidad de bajas que sufrieron tras el embate de los soldados peruanos. Durante el tiempo que duro el conflicto, las Fuerzas Armadas del Perú reforzaron su línea fronteriza, incluso el área de 78 km fue declarada “inejecutable”
El conflicto tuvo a los países de Argentina, Chile, Brasil y Estados Unidos como garantes de las negociaciones ya que ellos también lo fueron en la firma del Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro del 29 de enero de 1942. Cabe mencionar que, durante el desarrollo de este conflicto, se produjeron dos escándalos internacionales: el primero, fue la venta de armamento por parte de Argentina a Ecuador, debido a esto, Menen fue el primer presidente argentino condenado a prisión; luego durante su visita a Lima en el año 2010, la presidenta Cristina Fernández ofreció las disculpas públicas y oficiales al Perú por este hecho.
El segundo escandalo fue por parte de Chile que también vendió armamento a Ecuador, pero aludió que las ventas de estos se habían acordado antes del inicio del conflicto; estos dos acontecimientos se dieron con países garantes que debieron mantener su neutralidad.
Perú y Ecuador, gracias a la firma del acta de Brasilia, aceptaron la culminación del proceso de demarcación fronteriza en el tramo de 78 kilómetros que se encontraban pendientes. Así fue como se ratificó el protocolo firmado en Río de Janeiro, en 1942.
La demarcación de la frontera sobre las cumbres de la cordillera del Cóndor zanjó todo conflicto, ratificando la posesión peruana de la zona del Cenepa, incluyendo Tiwinza. Perú otorgaba a Ecuador, en condición de propiedad privada y sin perjuicio de la soberanía peruana, un kilómetro cuadrado en la zona de Tiwinza, donde están sepultados 14 soldados ecuatorianos.
Capitán de Corbeta MGP Marcos Gálvez Bernuy
Jefe de la Oficina de Responsabilidad Social