Si Angela Lansbury (96) es la última gran estrella británica que aún sigue al pie del cañón, en el bando masculino se le une Michael Caine (88), uno de los últimos grandes caballeros del imperio de Isabel II. En los últimos días se propagó la idea de que el protagonista de Alfie (1966) se retiraba tras más de 154 películas, pero el intérprete no ha tardado en desenredar los malentendidos.
Asegura que los guiones que recibe no reflejan a personajes con su edad avanzada, tal y como aseguró en el programa de la BBC Kermade and Mayo: "Tengo 88 años. No abundan precisamente los guiones con protagonistas que tengan 88". Por eso considera oportuno retirarse más a un segundo plano y poner toda su energía en la escritura. Además, también influye que tenga ciertos problemas de movilidad.
La vocación como intérprete surgió tras dejar la escuela con 15 años y enrolarse en el ejército para luchar en la Guerra de Corea. Su nombre artístico lo escogió como homenaje de la película El motín del Caine (1954), cuyo estreno coincidió con su primer matrimonio con Patricia Haines, madre de su hija Dominique. Tras su divorcio en 1958 encontró la estabilidad al lado de la atractiva modelo de origen hindú Shakira Baksh, a quien vio por primera vez en un anuncio televisivo de café: "Es la mujer más atractiva que he visto en mi vida", le dijo a un amigo. Y continuó: "Mañana viajamos a Brasil para ir a buscar a esta brasileña porque me quiero casar con ella". Cuál fue su sorpresa cuando ese amigo le contestó: "¿Brasileña? Pero si es una modelo hindú que vive aquí cerca, a diez minutos de tu casa". Tiró de contactos para conseguir el teléfono de la joven.
Convertido ya en toda una celebridad, Michael Caine la llamó hasta en 11 ocasiones para conseguir una cita con la que había sido Miss Guyana en 1966 y tercera en Miss Mundo 1967. Desde 1973 sigue felizmente casado con ella, con quien tuvo a su segunda hija Natasha. El matrimonio es una de las parejas más queridas y veneradas en los ambientes sociales londinenses donde siempre han hecho gala de su elegancia, simpatía y saber estar.
Tras protagonizar La huella (1972), Educando a Rita (1983), Las normas de la casa de la sidra (1999) y varias películas de Batman, el intérprete británico ha conseguido una fortuna de 80 millones de dólares que ha sabido invertir en varios restaurantes y propiedades inmobiliarias, aunque dos de ellas las vendió en los últimos tres años, como su apartamento de Florida por 7,4 millones de dólares y su mansión de Surrey por otros cinco millones.
En 2016 decidió algo inaudito. Cambió en sus documentos oficiales su nombre de nacimiento (Maurice Micklewhite) por el artístico ya que en las aduanas de los aeropuertos le retenían durante bastante tiempo porque le saludaban como Michael Caine, pero al mirar el pasaporte figuraba otro nombre. Su dilatada carrera ha sido recompensada con dos Oscar, tres Globos de Oro, dos Bafta y el nombramiento como caballero por Isabel II. Junto a su amiga Joan Collins fue uno de los actores que votó a favor del Brexit. Aún le queda cuerda a sir Michael Caine.
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