ESPAÑA
Política

Moncloa promete que "este señor [Aldama] no ha tenido nunca ninguna relación con Sánchez"

Miembros del Gobierno y del PSOE "señalados" por el comisionista se querellan contra él

El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, ayer, en rueda de prensa en Moncloa tras reunirse Sánchez con Illa.
El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, ayer, en rueda de prensa en Moncloa tras reunirse Sánchez con Illa.EFE
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Moncloa cava un cortafuegos para aislar a Pedro Sánchez de las llamaradas por la declaración incendiaria de Víctor Aldama ante el juez. Se rechaza que el empresario pueda esconder alguna sorpresa o aportar pruebas sobre algún tipo de conexión con el presidente del Gobierno. «Absolutamente nada que le comprometa», zanjan fuentes gubernamentales, que inciden en que eso es así porque «este año no ha tenido nunca ninguna relación» con él.

De este modo, Moncloa descarta que Aldama pueda sacar ahora algún mensaje de Whatsapp o alguna otra cosa que pueda desmontar la tesis de que el presidente del Gobierno no lo conocía y que tampoco tenía trato alguno con él. Es algo que ya Aldama -pieza clave en la trama de corrupción que salpica a Ábalos y Koldo García- empezó a impugnar durante su declaración ante el juez, cuando dijo que la famosa foto de ambos en un acto del PSOE -publicada por EL MUNDO- se tomó ese día porque Sánchez quería conocerle. Según ese testimonio, le habría dicho: «Gracias por lo que estás haciendo, me tienen informado».

Esto es para fuentes gubernamentales una «mentira» más, de las que soltó «por doquier» y de toda una «estrategia» de defensa del empresario para salir de prisión y que está basada en extender «infundios, bulos e insidias» contra miembros del Gobierno y del PSOE.

Desde ambos sectores, se anunció ayer un contraataque contra Aldama: una querella conjunta de los «señalados» por el empresario «de manera vergonzosa». Es la punta de lanza de una estrategia para presentar a Aldama como una persona «sin credibilidad» y que no aporta «ni una sola prueba» para sustentar sus acusaciones contra los demás.

Esa querella está encabezada por Pedro Sánchez. Y con él aparecen la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y su jefe de gabinete, Carlos Moreno; el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres; el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa; y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Todos ellos salpicados de un modo u otro por afirmaciones que niegan categóricamente.

El escrito se presentó ayer en el juzgado y, como es habitual en este tipo de trámites, reclama un acto de conciliación con Aldama para que se retracte. Es el paso previo a emprender acciones civiles y penales para acusarlo de un delito de injurias y calumnias contra las personas incluidas en la querella. «Porque la mentira no puede salir gratis», justificó el ministro Torres, uno de los que firman esa querella.

Hasta que ese proceso tenga fecha, desde todos los rincones del Gobierno y del PSOE se salió ayer con toda contundencia para presentar a Aldama como una persona que «miente», incluso como un farsante, «un nuevo pequeño Nicolás».

«Un país como España no puede permitirse que la agenda política la marquen delincuentes confesos que calumnian sin pruebas solamente para salir de Soto del Real y dormir en casa», subrayan en Ferraz.

Sumar se alineó totalmente con su socio. Ernest Urtasun dijo que las «gravísimas acusaciones» que se vertieron «hay que probarlas» y recalcó que «la credibilidad de determinados personajes es la que es», por lo que pidió «prudencia».

Entre tanto, el Gobierno se lanzó contra el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, por ofrecerse para una moción de censura a los socios del PSOE. «Feijóo acabó rebajándose a convertirse en el portavoz de un delincuente confeso», recriminó el ministro Torres. «Que la presente», retó, «pero no lo va a hacer».