Dominado el valle de México por el señorío de Azcapotzalco, la muerte de su soberano Tezozomoc en 1426 crea un pleito sucesorio del que sale vencedor Maxtla, tras eliminar a sus enemigos. Sus primeras acciones procurarán años de inestabilidad y convulsiones en el valle, iniciándose un período de tiranía y despotismo del que saldrá especialmente perjudicado Tenochtitlan, dañadas sus relaciones comerciales. Los mexica designan a Itzcóatl ("serpiente de obsidiana") -hijo de Acamapichtli y de una esclava concubina, hermano de Huitzilihuitl -como tlatoani, comenzando rápidamente una guerra en 1428 que algunos autores consideran dinástica, dados los lazos sanguíneos que unían a los diferentes señores de las ciudades. Si bien en principio Itzcóatl era partidario del sometimiento al poder de Acapotzalco, la influencia de Tlacaélel ("El de corazón varonil") -sobrino suyo, cihuacóatl (regidor) de Tenochtitlan y personaje de enorme influencia en la historia de los mexica- conseguirá el cambio de opinión del soberano y de los principales jefes militares. Según algunas fuentes, Tlacaélel y sus partidarios prometieron entregarse como sirvientes en caso de salir perdedores, acuerdo que, por su parte, suscribió también la facción partidaria de la sumisión a Azcapotzalco. De este acuerdo y de la posterior victoria militar a cargo de Itzcóatl y Tlacaélel es de donde surgirá la división social y económica de la sociedad mexica. Es así como se consigue formar una unión de ciudades opuestas a Azcapotzalco, formada por Tenochtitlan, Texcoco, Cuauhtitlan y Huexotcinco, derrotando al ejército de Maxtla y logrando conquistar numerosas ciudades y territorios. Durante la guerra de emancipación, el papel de Tenochtitlan es cada vez de mayor importancia, prefigurando el papel hegemónico que ostentará durante las próximas décadas. Itzcóatl consigue conquistar Xochimilco, Teotihuacan y Otompan en 1430, Coyoacán en 1431, Mízquic en 1432, Cuitláhuac en 1433 y Cuauhnáhuac en 1439. Conseguido el poder militar sobre el valle y el dominio de las redes comerciales, la siguiente tarea de Itzcóatl será la de dotar de legitimidad al emergente poder de los azteca-mexica, considerados por sus vecinos como advenedizos y bárbaros. Así, ordenará destruir los manuscritos que hablan sobre su origen humilde y reescribirlos acorde al nuevo papel que van a desempeñar. El establecimiento del poder hegemónico de Tenochtitlan se apoyará en una alianza permanente con otras dos ciudades, Texcoco y Tlacopan, si bien las dos últimas supeditadas a la primera. Así, la Triple Alianza, suscrita en 1433, se compromete a emprender acciones militares de defensa y ataque, bajo la dirección de Tenochtitlan y con preponderancia de ésta en el reparto del botín de guerra, y a ayudarse mutuamente en caso de desgracias o calamidades. El papel de la coalición será crucial a partir de este momento, dominando y consolidando su poder fuera de los límites naturales del valle de México y estableciendo sólidamente las bases del imperio de los azteca-mexica. |
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