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peter lorre
Peter Lorre de mi vida, tú eres niño como yo, por eso te quiero tanto, que te doy mi corazón, tómalo, tuyo es, mio no...
Filmografía

Ponerse a hablar de Peter Lorre supone la invasión de una extraña sensación por todos los poros y sentidos, y pocos son los personajes que poseen la facultad de emitir tal sentimiento. Lo que vas a encontrar bajo estas líneas sobre Peter Lorre, aparte de este egocéntrico tributo, son datos curiosos y contrastados sobre su vida, su persona, su entorno; en definitiva, la historia del mayor Actor de Carácter de la industria cinematográfica en base a documentales y textos varios sobre su persona.

El simpar personaje venía al mundo un 26 de junio de 1904 en Rozsahegy, Hungría, bajo el nombre de Ladislav Loewenstein, "Peter Lorre", apodado (no-sé-por-qué) "El Maestro del Mal" o "El Sultán de lo Siniestro" entre otros motecillos.

Desde su más tierna adolescencia sintió la necesidad de convertirse en actor de teatro, hecho éste que no compartía en absoluto su entorno familiar. De padre militar y gerente de una fábrica textil, Peter adquirió esos enormes y expresivos ojos de su madre, fallecida cuando contaba con tan solo cuatro años.

Se cuenta que durante los años 20 se pasaba todo el santo día yendo y viniendo de bar en bar para que le invitaran a una taza de café, para leer el periódico y para charlar con gente como él. Ladislav abandonó su entorno y sus raíces antes de alcanzar la mayoría de edad, emigrando a Suiza, donde trabajó en entidades bancarias para cubrir los gastos de sus estudios teatrales.

Lorre debutó en el teato en 1921 y tres años después ya estaba trabajando en Viena y en Berlín.

"Actuar es como una ciencia, es muy parecido a la psicología, todo buen actor es un psicólogo"

Con 20 años entró a formar parte de un grupo de teatro experimental cuya inspiración provenía de las enseñanzas de Freud. En sus actuaciones, el grupo explotaba los efectos psicoterapéuticos del drama, un concepto que encajaba perfectamente con la personalidad introspectiva y analítica de Lorre. Gracias a esos enormes y expresivos ojos, entre otras muchas cosas, claro, capaces de proyectar todo tipo de emociones, el protagonista no tardaría en ser reconocido como un actor de grandísimo talento.

Entre las interpretaciones de este período cabe destacar el personaje de Saint Just en "La Muerte de Danton", de Brukner, pero el hecho más significativo de su etapa teatral llegaría poco después.

Es sabido que Bertold Brecht fue uno de los mayores defensores del movimiento Expresionista. Tras hacerle a Peter una prueba para una de sus obras, Brecht quedó maravillado por el aspecto y el estilo del joven actor, por lo que le dio la oportunidad de llevar a cabo interpretaciones de otro tipo de personajes, más complejos. En 1929 asombró a los aficionados del teatro con su actuación de Galy Gay en "Un hombre es un Hombre", del mismo Brecht. Y como era de suponer, los críticos comenzaron a urdir la proclama que tanto le pesaría Peter: "Lorre una cara nueva y una cara terrorífica".

Con 25 años ya era admirado por todos los compañeros de su profesión. Un día en que Lorre se encontraba cenando en un restaurante, la actriz Celia Lovsky se sentó en su mesa y le felicitó por la actuación. Peter la acompañó a su casa y al llegar le dijo que estaba enamorado de ella. Celia no pudo por más que reírse. Después de esto, los dos se hicieron inseparables y comenzaron una vida juntos, pero su felicidad duraría poco. Fue sometido a una importante intervención quirúrgica en Suiza (apendicitis o algo de la vesícula). El caso es que acabó con tal infección que fueron pocos los que creyeron que sobreviviría. Durante 2 o 3 días estuvo al borde de la muerte. Comenzaron a suministrarle morfina, que por aquel entonces era una práctica muy extendida. A pesar del dolor y de su, cada vez mayor, dependencia de la morfina, Lorre levantó cabeza y volvió al trabajo.
La vuelta al teatro supuso que, un ya consagrado Fritz Lang, se fijara en él, ofreciéndole el papel protagonista de su siguiente película.
¿Qué voy a contar de "M" ("El Vampiro de Düsseldorf " 1931)? Desde la primera vez que la visioné no me he podido quitar de la cabeza, ni su interpretación, ni el clima del film, ¡la enfermiza melodía!...
A pesar de interpretar a un asesino de niños, el psicópata Peter Curten, despertaba simpatías, uno no puede dejar de sentir lástima y un cariño inexplicable por el personaje. Lorre reflejó a la perfección las interioridades de aquel individuo con el alma atormentada.
Es posible que, de manera inconsciente, personalizara el mal como hecho corriente en la Alemania pre-fascista. En la caracterización de Lorre no hay nada melodramático, es de lo más "corriente". Encaja en cualquier personaje y sin embargo es portador de una maldad tremenda.
La prensa internacional aclamó a Lorre diciendo que era el mejor actor del mundo. La intensidad de su aterradora interpretación hizo de él una estrella. Tras el sensacional debut cinematográfico que significó "M", llegaron nueve películas más (de 1931 a 1933) repartidas entre la UFA y la TOBIS, entre las cuales destaca "Du Haut en Bass" por estar dirigida por Pabst, en 1933.
En 1933 Hitler y el partido Nazi se hicieron con el control de Alemania y comenzó a llevarse a cabo la destrucción deliberada de cualquier cosa o persona que se interpusiera en su camino. Además de los judios (Lorre era judio), entre los enemigos de Hitler se encontraban los intelectuales, los progresistas y los artistas. Para los Nazis, el movimiento expresionista era sinónimo de decadencia y obscenidad. Y no vamos a recordar aquí las historias de los encarcelamientos, vejaciones y ejecuciones llevadas a cabo. Peter Lorre, en aquellos años, era demasiado conocido por lo que se le invitó a dejar el país. Lo curioso del caso es que la invitación vino de mano del que llegara a ser ministro de propaganda, quien se autodeclaró su protector.
En la primavera de 1933 se establece en París junto a Celia. Llegan las "vacas flacas" y los años frustrantes para Lorre por la dificultad que entrañaba encontrar trabajo.
El célebre Alfred Hitchcock conocía el trabajo de Lorre por lo que le invitó a reunirse con él en Londres. Peter, a pesar de no saber inglés, sabía que al director británico le gustaba contar historias, así es que dejó que le contara la suya, limitándose a reír mientras duró el encuentro. Finalmente, Hitchcock le hizo intervenir en la primera versión de "El hombre que sabía demasiado" (1934). El papel del inolvidable terrorista sádico, Abbot, estaba escrito para el "pequeño" actor, lo contribuyó a cimentar su carrera y su fama, así como a establecer su imagen favorita: la del canalla de aspecto siniestro pero redimido por un punto de humor y humanidad. El paso hacia la meca del cine, Hollywood, estaba ya muy cerca.
Columbia Pictures le ofreció un contrato de 1000 dólares a la semana. Peter aceptó trasladarse a Hollywood porque no estaba el horno para muchos bollos. En junio del 34 se casa con Celia y llega a América, la tierra de sus sueños en la infancia. Allí, entre las luces de Hollywood y su trepidante modo de vida, encontró a actores, guionistas, directores..., que al igual que él habían huído del terror de la Alemania Nazi. Pese a todo, el contrato que la Columbia estipuló con Lorre no era del todo favorable. Se había encasillado en el tipo de personajes que le hicieron famoso. "M", marcó para siempre el destino de Peter. Después de esta película recibió innumerables ofertas para hacer de asesino o psicópata. Cuando las mujeres lo veían pasar por la calle, cogían a sus hijos y huían del actor cuyas interpretaciones habían sido demasiado convincentes.

Tras un año esperando en vano un papel, Lorre decidió presentar al jefe de la Columbia el proyecto de filmar "Crimen y Castigo". Los magnates aceptaron la propuesta con la condición de ser prestado a la Metro para rodar "The Mad Love", de Karl Freund, 1935 (remake de "Las Manos de Orlac", 1924)". El tétrico Dr. Gogol encarnado por Peter lo tenía todo: sadismo, necrofilia, el Mad Dr... Los aficionados al cine declararon a Lorre la nueva estrella del terror de Hollywood, desbancando a Karloff y al mismísimo Lugosi, hecho curioso éste teniendo en cuenta la personalidad de cada uno de los actores.

Filmografía

Peter pudo al fin tocar de refilón un sueño. El papel de Raskolnikov en "Crimen y Castigo" (Von Sternberg, 1935) fue, según palabras de Lorre: "la mejor interpretación de su vida", aunque la película supuso un fracaso de taquilla. La adaptación era buena pero el público no estaba preparado para aceptar a Lorre en un papel protagonista. Finalmente, Lorre deja la Columbia por el rechazo que le producía el encasillamiento en el género de terror. Ese tipo de papeles no le agradaban demasiado. Anhelaba variar de registros y dar vida a personajes más humanos y simpáticos. Su turno le llegaría en 1936, fecha en que se incorpora a la 20 Century Fox, lo que le permitió hacer tanto comedia como drama, un reto que aceptó encantado.

Volvería a encontrarse con Hitchcock pero esta vez en suelo americano, para intervenir en el film "Agente Secreto" (1936). De mis favoritas de Hitchcock.

Lo más patético, de lo peor que le pudo suceder a Lorre a lo largo de su carrera fue dar vida al personaje "Mr. Moto". Con él llegó la comedia para Peter, obteniendo una gran aceptación entre el público. La serie se iniciaría con "Think Fast, Mr. Moto" (1937) y culminaría con "Mr. Moto's Last Warning" (1939), en total serían ocho títulos de la saga del detective japonés protagonizados por Lorre. Ya en los años 60 volvería Mr. Moto a la acción, pero con Henry Silva como intérprete principal. Peter Lorre solía decir al respecto de este personaje: "Huí de mi país para ser actor, no para convertirme en "Mr. Moto". Lo que no olvidaría nunca es que Mr. Moto fue el personaje que le hizo grande entre el público americano. Huelga decir por qué omitimos imágenes de Lorre bajo la piel de tal personaje.

A pesar del éxito con Mr. Moto Lorre estaba frustrado y deprimido porque pensaba que sus películas eran repetitivas e insustanciales. Esto le llevó a que, con frecuencia, el actor recurriera al infiernillo de la morfina para calmar su dolor emocional. El deterioro emocional y la insatisfacción profesional se vieron agravados por la guerra europea. Durante los rodajes de Mr. Moto se sentaba en su camerino y escuchaba por la radio a Hitler vociferar contra los judíos. Una mañana Norman Foster llamó a su puerta y le dijo: "Peter estamos listos para rodar" y Peter le gritó: "¡El mundo se está desmorando y tú quieres que haga una película!".

Nunca ocultó a su familia ni a sus amigos que hacía uso de las drogas, pero consiguió que sus compañeros de trabajo jamás sospecharan nada, debido al sutil perfeccionismo y profesionalidad que en sí albergaba. Su manera de ocultar su problema intermitente con la droga fue sin duda el mayor ejemplo de su capacidad interpretativa.

A pesar de encontrarse bajo un techo, a salvo, arropado por el confort y el lujo de Hollywood, Lorre sentía en lo más profundo de su corazoncito que había abandonado a su familia en Europa. Varios miembros de ésta sufrieron las vejaciones fascistas. Interrogatorios, campos de concentración... A una de sus tías, camino del campo de concentración, la arrojaron del tren en marcha para dejarla morir sobre las vías. Años horribles para Lorre.

En julio de 1939, Lorre rescindió su contrato con la Fox frustrado por Mr. Moto y por lo que entendía una negativa a reconocer su polivalencia como actor por parte de los productores. En 1940 no le quedó más remedio que rendirse a su encasillamiento para aparecer, ¡Amazing!, junto a Lugosi y Karloff en "El Castillo de los Misterios" y en otras películas que muchos tachan de malas o de total intrascendencia.

La cosa cambiaría de modo radical con el papel de Joe Cairo, el sinvergüenza servil en "El Halcón Maltés" de John Huston (1941), lo que le supuso de nuevo el del todo merecido reconocimiento general.

A pesar de todo, la química destilada entre Lorre, Bogart y otro de los villanos inolvidables de la pantalla, Sydney Greenstreet (a quien Lorre llamaba cariñosamente "The Old Man"), fue tan intensa que el trío no tardaría en aparecer en otros clásicos. Grandes películas de los 40 en las que intervino fueron la inolvidable "Casablanca"(1942) de Michael Curtiz, "Como Ella Sola" (1942) de John Huston, "La Ninfa Constante" (1943), de Edmund Goulding, la bélica "The Cross Of Lorraine" (1943) de Tay Garnett, "Arsénico por Compasión" (1944), Frank Capra; "The Mask Of Dimitrios" (1944) de Jean Negulesco, "Angel Negro" (1946) de Roy William Neill (sí, sí, el de la saga de Sherlock Holmes) "Three Strangers" (1946), también de Negulesco, "Morena y Peligrosa" (1947), título al servicio de la comicidad de Bob Hope y "Soga de Arena" (1949) de William Dieterle.
Bogart, a punto de contraer matrimonio con una mujer 22 años más joven que él, le pidió consejo a Lorre, a lo que respondió: "Es mejor tener 5, 10 o 15 años de felicidad a no tener ninguno".

Lorre, autodidacta en materia de arte, ciencia y filosofía, lector y lo que uede parecer del todo extraño: un mujeriego empedernido, (perseguía a todas las mujeres que merodeaban por los platos). La frase que Peter solía repetir a las mujeres en esos momentos era "¿Crees que podrías acostumbrarte a mi cuerpo?".

En 1945 se divorció de Celia y contrajo matrimonio con una actriz alemana con la que compartió plató en "Out off the Lights", Kaaren Verne. Peter comenzó a cuidarse y a mantener un aspecto presentable. Comenzó incluso a practicar tenis para mantenerse en forma.
Una anécdota curiosa es que le encantaba fastidiar a Errol Flynn.

Alguien narra la situación del siguiente modo: "-Entraba en los vestuarios y se ponía los disfraces más extravagantes, como el de Charles Laughton en "Rebelión a Bordo", y en mitad de la toma, mientras Errol ejecutaba su interpretación, Lorre se ponía a gritar: "¡Vamos allá! Rebelión!", a lo que Erroll contestaba: "¡Oh, Dios!, otra vez Lorre. ¡Que alguien lo saque de aquí!".

En cierto modo, este comportamiento era debido a cierta envidia, no por Errol Flynn ni por nadie en particular, sino porque Peter hubiera dado lo que fuera por hacer un papel en él que fuera el héroe protagonista.

El fin de la 2ª Guerra Mundial supuso el fin de los personajes en los que se había especializado. Las películas del Oeste y las Comedias pronto sustituyeron a las historias de miedo.

Sus días de gloria en la Warner habían acabado. En lugar de trabajar junto a Bogart, su nuevo compañero de reparto era una mano amputada, a lo que Peter respondió con talento y profesionalidad. "La Bestia de Cinco Dedos" fue su último trabajo para la Warner Brothers. Y lo más triste, en 1946, tras aparecer en 26 películas rodadas en cinco años, su contrato no fue renovado.

Coincidiendo con aquella inveniencia, el agente que representaba a Mickie Ronnie, le convenció para que probara constituirse independiente; ganaría más, podría producir, dirigir y actuar en sus propias películas. La posibilidad de poder tomar las riendas de su carrera y salir de su encasillamiento fue para Lorre de lo más atractivo.

Lorre, fundó su propia empresa, la LORRE INCORPORATION, pero el pequeño genio era un desastre como empresario y en mayo de 1949 el sueño de la "Lorre" se fue directo al carajo financieramente por la mala gestión.

Afortunadamente, el cine no era su única fuente de ingresos. Las historias de misterio radiadas estaban de moda y aquella voz que poseía, tan expresiva y tan peculiar, hizo que fuera requerido por las emisoras. De todos modos, amargado, decidió abandonar Hollywood y volver a la triste Europa.Claro que Peter no se encontró con el país del que había tenido que marcharse 15 años atrás.

En junio de 1949, Peter Lorre y su esposa Karen se fueron a Inglaterra, donde debían dar una serie de recitales de poesía. Pero los cuatro años de problemas profesionales y económicos habían erosionado gravemente su matrimonio. A las pocas semanas de llegar a Londres, Karen decidió volver a su casa de California y Peter regresó solo a la Alemania en ruinas de los campos para refugiados. Peter vio la destrucción del espíritu humano reflejado en los ojos de los supervivientes. Sobrecogido, volvió a buscar consuelo en la morfina. Tras ingresar en un sanatorio alemán conoció a una paciente llamada Anne Marie Brenning, 18 años menor que él. Animado por el apoyo emocional que le prestaba Anne Marie, decidió escribir, producir, dirigir y protagonizar una película sobre la penosa situación que atrevasaba Alemania: "Der Verlorene". Pero la ambiciosa producción estuvo plagada de problemas. El master de la película se perdió en un incendio y Lorre tuvo que volver a montar todo el proyecto. Tampoco supo predecir la reacción alemana a la película. El público no estaba interesado en que una estrtealla de Hollywood removiese sus tristes cenizas. Cuando en septiembre del 51 fue estrenada, la reacción generalizada fue de apatía. Peter creyó que sus propios paisanos le condenaban a él y a lo que el consideraba su obra de arte.

En 1952, completamente arruinado, decide volver a los Estados Unidos. Para colmo de desgracias Anna Marie queda embarazada y opta por quedarse en Alemania. Peter estuvo un año sin trabajar hasta que un buen día recibió la llamada de un viejo amigo. John Huston conocía las penurias de Lorre y decidió hacer algo, ofreciéndole el papel de granuja en "La Burla del Diablo" (1954). Aquello fue su salvación, la vuelta a sus años de camaradería, de bromas, la oportunidad de volver a estar con Bogart y con verdaderos profesionales.

Aquellos que no lo habían visto desde la última película que rodó en Hollywood, comprobaron que los excesos de Lorre le estaban pasando factura. El deterioro físico saltaba a la vista. Estaba triste y en pleno declive, su barriga era más que prominente... Una vez rodada la película volvió a su país para poder conocer a su hija Katherin y en junio del 53 contrajo matrimonio con Anne Marie. A Peter se le caía la baba cuando estaba con su pequeña hija, la cual se parecía a él en cuanto a genio y creatividad. Aquel mismo verano, la familia Lorre decidió trasladarse a Beverly Hills, momento en el que comenzaron a lloverle numerosas ofertas de la televisión. Una nueva etapa llena de mierda como veremos.

El nuevo medio le permitiría hacer una amplísima gama de personajes. En el papel de enemigo de James Bond, en la adaptación televisiva de "Casino Royal" (Ian Fleming), Peter mostró una intensidad y una perversidad poco habitual para aquellos días.

Durante sus últimos años, Lorre solía comparar su trabajo para el cine y la televisión con la limpieza de letrinas, aunque se diga que los personajes que le ofrecieron eran mucho más complejos que los anteriores.

A diferencia de la televisión, la mayoría de las apariciones de Lorre en el cine se limitan a ser parodias de sus personajes de la gran pantalla. La antigua estrella del expresionismo alemán era ahora una caricatura. El hombre que había logrado aterrorizar al público adulto ahora divertía a los niños con "La Historia de Humanidad" y "Cinco Semanas en Globo". Todo parecía indicar que Peter comenzó a reírse de sí mismo, dejó de intentar de hacer algo serio como actor. Veía Hollywood como un lugar donde poder ganar dinero y donde poder poner caras raras. Patético pensamiento y final para un genio.
En 1962, Lorre apareció en una serie de comedias de terror de bajo presupuesto. Dirigidas por Roger Corman, las libres adaptaciones de los cuentos de Poe, contaron con la presencia de veteranos del terror como Basil Rathbone, Vincent Price y Boris Karloff. En ellas interpretó papeles con más hilaridad que maldad y por primera vez, en muchos años, disfrutaba de su trabajo. Yo también he disfrutado como un perfecto enano viéndolas.
De una relativa tranquilidad, pasó a una actividad frenética. Un período de diversión que le hizo ganar dinero para su hija, ya que presentía el fin de su vida, dada su delicada salud.
Por aquel entonces, Peter ya se encontraba muy enfermo, pero cuando la cámara comenzaba a grabar, no daba muestras de enfermedad alguna. Los críticos alabaron la química existente entre los monstruos más famosos del mundo del celuloide. Tras años de decepciones personales y profesionales, parecía que Peter podría disfrutar de un futuro feliz y tranquilo, pero una vez más el destino le jugó una mala pasada. A punto de cumplir los 60 años, Peter hacía una película al año. En el plató, su amor a la interpretación seguía motivándole, pero fuera de él debía combatir la fatiga crónica, la debilidad y la depresión.
Sus problemas en el hogar no hacían más que aumentar su tristeza. Su matrimonio con Anne Marie no le hacía muy feliz, ella le ponía demasiado nervioso. Cuando Anne Marie iba a algún restaurante se anunciaba diciendo que era la señora de Peter Lorre para conseguir una buena mesa. Se aprovechaba de ser la esposa de una celebridad y Peter prefería pasar desapercibido y no anunciar su presencia. Peter se llevaba mucho mejor con sus dos esposas anteriores. Con Celia, su primera mujer, hablaba casi a diario, y mantenía una buena relación de amistad con Kareen, su segunda esposa. Celia fue como una segunda madre para Peter, siempre estuvo a su lado. En 1962, tras 12 años de relación, Peter y Anne Marie dieron fin a su matrimonio.
Si Lorre había sido crítico con sus anteriores películas de Hollywood, sentía un auténtico desprecio por "Jerry Calamidad" (1964), en la que aparecía junto al patético Jerry Lewis. Peter no quería hacer esa película, interpretó a su personaje con desgana, se quejaba de sus compañeros, lo cual era poco habitual en él; por lo general se guardaba para sí mismo cualquier reproche referente a la película que estuviera haciendo.
En este caso fue mucho más franco. Katherin Lorre, su hija, siempre pensó que esa película contribuyó a su muerte, puesto que le hizo sentirse mucho más desgraciado.

El 23 de marzo de 1964, cuatro días después de finalizar "Jerry Calamidad", Peter murió de un ataque al corazón a la edad de 59 años.

Una carrera de 34 años, 79 películas y decenas de apariciones en el teatro, la radio y la televisión, la muerte de Lorre supuso la pérdida de uno de los seres más cálidos, sinceros y expresivos de la pantalla, una pérdida eternamente insustituible.

FIN

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