Del protoitálico *nōm-n-, y este del protoindoeuropeo.[1] Compárese el hitita 𒆷𒀀𒈠𒀭 (la-a-ma-an, lāman), el sánscrito नामन (nā́man), el avéstico nāman, el griego antiguo ὄνομα (ónoma), el frigio onoman, el armenio անուն (anun), el irlandés antiguo ainm, el prusiano antiguo emmens, el eslavo eclesiástico antiguo имѧ (imę), el gótico 𐌽𐌰𐌼𐍉 (namo), el inglés antiguo nama y el tocario A ñom.[1] Muchos lingüistas en la actualidad concuerdan en que la segunda laringal en *h₃neh₃-mn es *h₃, mientras que la primera es más disputada, aunque de entrada se puede descartar *h₁, ni el griego ónoma ni el armenio anun permiten esa reconstrucción, *h₂ podría funcionar para el armenio pero no para el griego (a no ser por asimilación a la segunda o en ónoma), mientras que *h₃ funciona para ambos.[1]
↑ 1,01,11,2Michiel de Vaan. Etymological Dictionary of Latin and the Other Italic Languages. Páginas 412-413. Editorial: Leiden. Brill, 2008. ISBN: 9789004167971.