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Link to original content: http://www.famsi.org/reports/96072/landaedt.htm
FAMSI © 2001 - David Bolles




Image - Cacao Pod Vessel - K6706 © Justin Kerr FAMSI © 2001:
David Bolles
 

Combined Dictionary-Concordance of the Yucatecan Mayan Language

NOTE ON THE SPELLING OF MAYAN WORDS

The spelling of Mayan words throughout this work is very uneven and quite frequently wrong. In the transcript given here the Mayan words are transcribed as given by the Porrua edition of Landa, but should they be incorrect or doubtful, then the correct spelling is given in parentheses. Thus for example the place names Ecab and Cupul, which are spelled Ekab and Kupul by Landa, and given as Ekab (Ecab), and Kupul (Cupul), with the material in brackets being the correct spelling. Given Landa's reputation as a Mayan linguist, these spelling errors are surprising. However, when the various works in the Mayan language of the early friars is compared to the works of the Maya themselves, it is apparent that somehow the friars built a rather confused and strange view of how the Mayan language functioned. For example, the earliest dated letter in Mayan to the Spanish crown was written in 1567, ten years later than the Land Treaty of Mani which was written by Maya for their own purposes in 1557. In comparing the language of the two documents it becomes apparent that the writer of the 1567 letter was not Mayan and had only a limited facility with the language, indicating that the letter was most probably a Franciscan forgery which was written to the Crown in order to get more Franciscan friars sent to Yucatan.

The Porrua edition has added chapter numbers and chapter headings. While it is clear from the text that Landa intended to have chapters, these division were lost in the only surviving copy of Landa's Relación.

It should be mentioned that it has been stated by various authors that this sole copy is an abbreviation of the original, this assumption based partly on the fact that for the first portion of the Relación paragraphs often begin with the word Que. However, as pointed out by Acuña (personal communication), the use of the word Que is consistent with the fact that the Relación is in part an answer to a questionnaire sent out by the crown to gather information about the various new colonies.

Landa/Rel/3:I

Descripción de Yucatan. - Variedad de las Estaciones.

Que Yucatán no es isla ni punta que entra en la mar como algunos pensaron, sino tierra firme y que se engañaron por la punta de Cotoch (c'otoch) que hace el mar entrando por la bahía de la Ascensión hacia Golfo Dulce, y por la punta que por esta otra parte, hacia México, hace la Desconocida antes de llegar a Campeche (Can Pech), o por el extendimiento de las lagunas que hace el mar entrando por Puerto Real y Dos Bocas.

Que es tierra muy llana y limpia de sierras, y que por esto no se descubre desde los navíos (sino) hasta muy cerca (de la costa), salvo entre Campeche (Can Pech) y Champotón (Chakan Putun) donde se miran unas serrezetas y un Morro de ellas que llaman de los diablos.

Que viniendo de Veracruz por parte de la punta de Catoche (c'otoch) (Yucatán), está en menos de 20 grados, y por la boca de Puerto Real en más de 23, y que bien tiene de un cabo al otro 130 leguas de largo (en) camino derecho.

Que su costa es baja, y por esto los navíos grandes van algo apartados de tierra.

Que la costa es muy sucia y está llena de peñas y pizarrales ásperos que gastan mucho los cables de los navíos, y que tiene mucha lama, por lo cual aunque los navíos zozobren en la costa, se pierde poca gente.

Que es tan grande la menguante del mar, en especial en la bahía de Campeche (Can Pech), que muchas veces queda media legua en seco por algunas partes.

Que con estas grandes menguantes se quedan en el légamo, y lamas y charcos, muchos pescados pequeños de que se mantiene mucha gente. <4>

Que atraviesa a Yucatán de esquina a esquina una sierra pequeña que comienza cerca de Champotón (Chakan Putun) y va hasta la villa de Salamanca que es el cornijal contrario al de Champotón (Chakan Putun).

Que esta sierra divide a Yucatán en dos partes, y que la parte de mediodía, hacía Lacandón (Lacan Tun) y Taiza (T'Ah Itza), está despoblada por falta de agua, que no la hay sino cuando llueve. La otra que es al norte, está poblada.

Que esta tierra es muy caliente y el sol quema mucho aunque no faltan aires frescos como brisa o solano que alli reina mucho, y por las tardes la virazón de la mar.

Que en esta tierra vive mucho la gente, y que se ha hallado hombre de ciento cuarenta años.

Que comienza el invierno desde San Francisco y dura hasta fines de marzo, porque en este tiempo corren los nortes y causan catarros recios y calenturas por estar la gente mal vestida.

Que por fines de enero y febrero hay un veranillo de recios soles y no llueve en ese tiempo sino a las entradas de las lunas.

Que las aguas comienzan desde abril y duran hasta septiembre, y que en este tiempo siembran todas sus cosas y vienen a maduración aunque siempre llueva; y que siembran cierto género de maiz por San Francisco que se coge brevemente.

 

II

Etimología del Nombre de Esta Provincia. - Situación de Ella.

Que esta provincia se llama en lengua de los indios Uluumil cutz yetel ceh (u luumil cutz yetel ceh) que quiere decir tierra de pavos y venados, y que también la llamaron Petén (peten) que quiere decir isla, engañados por las ensenadas y bahías dichas.

Que cuando Francisco Hernández de Córdoba llegó a esta tierra saltando en la punta que él llamó cabo de Cotoch, halló ciertos pescadores indios y les preguntó qué tierra era aquella, y que le respondieron cotoch (c'otoch), que quiere decir nuestras casa y nuestra patria, y que por esto se puso este nombre a aquella punta, y que preguntándoles más por señas que cómo era suya aquella tierra, respondieron ciu than (ci u than) <5> que quiere decir, dícenlo; y que los españoles la llamaron Yucatán, y que esto se entendió de uno de los conquistadores viejos llamado Blas Hernández que fue con el Adelantado la primera vez.

Que Yucatán, a la parte del mediodía, tiene los ríos de Taiza (T'Ah Itza) y las sierras de Lacandón (Lacan Tun), y que entre mediodía y poniente cae la provincia de Chiapa(s), y que para pasar a ella se habían de atravesar los quatro ríos que descienden de las sierras que con otros se viene a hacer (el de) San Pedro y San Pablo, río que descubrió en Tabasco Grijalva; que el poniente está Xicalango y Tabasco, que son una misma provincia.

Que entre esta provincia de Tabasco y Yucatán están las dos bocas que rompe el mar, y que la mayor de éstas tiene una legua grande de abertura, y que la otra no es muy grande.

Que entra el mar por estas bocas con tanta furia que se hace una gran laguna abundante de todos pescados y tan llena de isletas, que los indios ponen señales en los árboles para acertar el camino para ir o venir navegando de Tabasco a Yucatán; y que estas islas y sus playas y arenales están llenos de tanta diversidad de aves marinas que es cosa de admiración y hermosura; y que también hay infinita caza de venados, conejos, puercos de los de aquella tierra, y monos, que no los hay en Yucatán.

Que hay muchas iguanas que espanta, y en una de (las isletas) está un pueblo que llaman Tixchel (Tix Chel).

Que al norte tiene la isla de Cuba, y a 60 leguas muy enfrente la Habana, y algo adelante una islilla de Cuba que dicen de Pinos.

Que al oriente tiene a Honduras y que entre Honduras y Yucatán se hace una muy gran ensenada de mar (a) la cual llamó Grijalva Bahía de la Ascensión, y que está tan llena de isletas y que se pierden en allas (los) navíos, principalmente los de la contratación de Yucatán a Honduras; y que hará 15 años que se perdió una barca con mucha gente y ropa, y al zozobrar el navío se ahogaron todos salvo un (tal) Majuelas y otros cuatro que se abrazaron a un gran pedazo de árbol del navío y anduvieron así tres o cuatro días sin poder llegar a ninguna de las islillas, y que se ahogaron faltándoles las fuerzas, menos Majuelas que salió medio muerto y tornó en sí comiendo caracoles y almejas; y que desde la islilla pasó a tierra en una balsa que hizo de ramas como mejor pudo; y pasado a tierra firme, buscando de comer por la ribera, topó con un cangrejo que le cortó el dedo pulgar por la primera coyuntura con gravisimo dolor. Y tomó a tiento la derrota por un áspero monte para la villa de Salamanca, <6> y que anochecido se subió a un árbol y que desde allí vio un gran tigre que se puso en acechanza de una cierva, y se la vio matar y que la mañana (siguiente) él comió de lo que había quedado.

Que Yucatán tiene algo más abajo y enfrente de la punta de Cotoch (c'otoch) a Cuzmil (Cuzamil), (a) 5 leguas de una canal de muy grande corriente, que hace el mar entre ella y la isla.

Que Cuzmil (Cuzamil) es isla de quince leguas de largo y cinco de ancho, en que hay pocos indios y son de la lengua y costumbres de los de Yucatán, y está en 20 grados a esta parte de la equinoccial.

Que la isla de las Mujeres está a trece leguas abajo de la punta de Cotoch (c'otoch) y a dos leguas de tierra enfrente de Ekab (Ecab).

 

III

Cautiverio de Gerónimo de Aguilar. - Expediciones de Hernández de Córdoba y Grijalva a Yucatán.

Que los primeros españoles que llegaron a Yucatán, según se dice, fueron Gerónimo de Aguilar, natural de Ecija, y sus compañeros, los cuales, el año de 1511, en el desbarato del Darien por las revueltas entre Diego de Nicuesa y Vasco Núñez de Balboa, siguieron a Valdivia que venía en una carabela a Santo Domingo, a dar cuenta al Almirante y al Gobernador de lo que pasaba, y a traer 20 mil ducados del rey; y que esta carabela, llegando a Jamaica, dio en los bajos que llaman de Vívores donde se perdió, no escapando sino 20 hombres que con Valdivia entraron en un batel sin velas y con unos ruines remos y sin mantenimiento alguno anduvieron trece días por el mar. Después de muertos de hambre casi la mitad, llegaron a la costa de Yucatán, a una provincía que llaman de la Maya, de la cual la lengua de Yucatán se llama mayathan, que quiere decir lengua de maya.

Que esta pobre gente vino a manos de un mal cacique, el cual sacrificó a Valdivia y a otros cuatro a sus ídolos y después hizo banquetes (con la carne) de ellos a la gente, y que dejó para engordar a Aguilar y a Guerrero y a otros cinco o seis, los cuales quebrantaron la prisión y huyeron por unos montes. Y que aportaron a otro señor enemigo del primero y más piadoso, el cual se <7> sirvió de ellos como de esclavos; y que el que sucedió a este señor los trató con buena gracia, pero que ellos, de dolencia, murieron quedando solos Gerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero, de los cuales Aguilar era buen cristiano y tenía unas horas por las cuales sabía las fiestas. Y que éste se salvó con la ida del marqués Hernando Cortés, el año de 1519, y que Guerrero, como entendía la lengua, se fue a Chectemal (Chactemal), que es la Salamanca de Yucatán, y que allí le recibió un señor llamado Nachancán (Ah Na Chan Can), el cual le dio a cargo las cosas de la guerra en que (est)uvo muy bien, venciendo muchas veces a los enemigos de su señor, y que enseñó a los indios pelear mostrándoles (la manera de) hacer fuertes y bastiones, y que con esto y con tratarse como indio, ganó mucha reputación y le casaron con una muy principal mujer en que hubo hijos; y que por esto nunca procuró salvarse como hizo Aguilar, antes bien labraba su cuerpo, criaba cabello y harpaba las orejas para traer zarcillos como los indios y es creible que fuese idólatra como ellos.

Que el año de 1517, por cuaresma, salió de Santiago de Cuba Francisco Hernández de Córdoba con tres navíos a rescatar esclavos para las minas, ya que en Cuba se iba apocando la gente. Otros dicen que salió a descubrir tierra y que llevó por piloto a Alaminos y que llegó a la Isla de Mujeres, (a la) que él puso este nombre por los ídolos que allí halló de las diosas de aquella tierra como a Ixchel (Ix Chel), Ixchebeliax (Ix Chebel Yax), Ixbunic (Ix Hun Ye Ton), Ixbunieta (Ix Hun Ye Ta), y que estaban vestidas de la cintura abajo y cubiertos los pechos como usan las indias; y que el edificio era de piedra, de que se espantaron, y que hallaron algunas cosas de oro y las tomaron. Y que llegaron a la punta de Cotoch (c'otoch) y que de allí dieron vuelta hasta la bahía de Campeche (Can Pech) donde desembarcaron (el) domingo de Lázaro, y que por esto la llamaron Lázaro. Y que fueron bien recibidos por el señor, y que los indios se espantaban de ver a los españoles y les tocaban las barbas y personas.

Que en Campeche (Can Pech) hallaron un edificio dentro del mar, cerca de tierra, cuadrado y gradado todo, y que en lo alto estaba un ídolo con dos fieros animales que le comían las ijadas, y una sierpe larga y gorda de piedra que se tragaba un león; y que los animales estaban llenos de sangre de los sacrificios.

Que desde Campeche (Can Pech) entendieron que había cerca un pueblo grande que era Champotón (Chakan Putun), donde llegados hallaron que el señor se llamaba Mochcouoh (Mochh Couoh), hombre belicoso que lanzó a su gente contra los españoles, lo cual pesó a Francisco Hernández viendo en lo <8> que había de parar; y que por no mostrar poco ánimo, puso también su gente en orden e hizo soltar artillería de los navíos; y que aunque a los indios les fue nuevo el sonido, humo y fuego de los tiros, no dejaron de acometer con gran alarido; y los españoles resistieron dando muy fieras heridas y matando a muchos. Pero que el señor animó tanto (a los indios) que hicieron retirar a los españoles y que mataron a veinte, hirieron a cincuenta y prendieron dos vivos que después sacrificaron. Y que Francisco Hernández salió con treinta y tres heridas y que así volvió triste a Cuba, donde publicó que la tierra era muy buena y rica por el oro que halló en la Isla de Mujeres.

Que estas nuevas movieron a Diego Velázquez, gobernador de Cuba, y a otros muchos, y que envió a su sobrino Juan de Grijalva con cuatro navíos y doscientos hombres; y que fue con él Francisco de Montejo cuyo era uno de los navíos, y que partieron el primero de mayo de 1518.

Que llevaron consigo al mismo piloto Alaminos, y llegaron a la isla de Cuzmil (Cuzamil), desde la cual el piloto vio Yucatán; y como la otra vez, con Francisco Hernández, la había corrido a la mano derecha, quiso bojarla, (para comprobar) si fuere isla, y echó a mano izquierda siguiendo por la bahía que llamaron de la Ascención porque en tal día entraron en ella; y que dieron la vuelta a toda la costa hasta llegar otra vez a Champotón (Chakan Putun) donde sobre tomar agua les mataron un hombre y les hirieron cincuenta, entre ellos a Grijalva, de dos flechas, y le quebraron diente y medio. Y que así se fueron y nombraron a este puerto el Puerto de la Mala Pelea; y en este viaje descubrieron la Nueva España, y Pánuco y Tabasco, y que con esto gastaron cinco meses, y quisieron saltar a tierra en Champotón (Chakan Putun), lo cual les estorbaron los indios con tanto coraje que en sus canoas entraban hasta cerca de las carabelas a flecharlos, y que así se hicieron a la vela y los dejaron.

Que cuando Grijalva tornó a su descubrimiento y rescate de Tabasco y Ulúa, estaba en Cuba el gran capitán Hernando Cortés, y que oyendo la nueva de tanta tierra y tantas riquezas deseó verlas y aun ganarlas para Dios y para su rey, para sí y para sus amigos. <9>

 

IV

Expedicón de Cortés a Cuzmil (Cuzamil). - Carta a Aguilar y sus Compañeros.

Que Hernando Cortés salió de Cuba con once navíos de los cuales el mayor era de cien toneladas, y que puso en ellos once capitanes siendo él uno de ellos; y que llevaba quinientos hombres y algunos caballos, y mercancías para rescatar, y a Francisco de Montejo y al dicho piloto Alaminos, piloto mayor de la armada; y que puso en su nao capitanes una bandera de fuegos blancos y azules en reverencia a Nuestra Señora, cuya imagen, con la cruz, ponía siempre donde quitaba ídolos, y que en la bandera había una cruz colorada con un letrero en torno que decía: amici sequamur crucem, & si nos habuerimus fidem in hoc signo vincemus.

Que con esta flota y no más aparato partió y que llegó a Cuzmil (Cuzamil) con diez navíos porque el otro se la apartó con una tormenta, y que después le recobró en la costa. Que la llegada a Cuzmil (Cuzamil) fue por la parte del norte y halló buenos edificios de piedra para los ídolos y un buen pueblo, y que la gente viendo tanto navío y salir los soldados a tierra, huyó a los montes.

Que llegados los españoles al pueblo lo saquearon y se aposentaron en él, y que buscando gente por el monte toparon con la mujer del señor y con sus hijos, de los cuales, con Melchor, intérprete indio que había ido con Francisco Hernández y con Grijalva, supieron que era la mujer del señor, a la cual y a sus hijos regaló mucho Cortés e hizo enviasen a llamar al señor, al cual venido trató muy bien y le dió algunos dones y le entregó su mujer e hijos y todas las cosas que por el pueblo se habían tomado; y que le rogó que hiciese venir a los indios a sus casas, y que venidos les hizo restituir a cada uno lo que era suyo; y que después de asegurados les predicó la vanidad de los ídolos y les persuadió que adorasen la cruz, y que la puso en sus templos con una imagen de Nuestra Señora, y que con esto terminaba la idolatría pública.

Que Cortés supo allí que unos hombres barbados estaban caminos de seis soles en poder de un señor y que persuadió a los indios que los fuesen a llamar; y que halló quien fuese, aunque con dificultades, porque tenían miedo al señor de los barbados. Y escribíoles esta carta: <10>

"Nobles señores: yo partí de Cuba con once navíos de armada y quinientos españoles, y llegué aquí, a Cuzmil (Cuzamil), desde donde os escribo esta carta. Los de esta isla me han certificado que hay en esa tierra cinco o seis hombres barbados y en todo a nosotros muy semejables. No me saben decir otras señas, mas por éstas conjeturo y tengo por cierto que sois españoles. Yo y estos hidalgos que conmigo vienen a poblar y descubrir estas tierras, os rogamos mucho que dentro de seis días que recibiereis esta, os vengáis para nosotros sin poner otra dilación ni excusa. Si viniereis, conoceremos y gratificaremos la buena obra que de vosotros recibirá esta armada. Un bergantín envío para que vengais en él, y dos naos para seguridad."

Que los indios llevaron esta carta envuelta en el cabello y la dieron a Aguilar, y que los navíos, porque tardaban los indios más del tiempo del plazo, creyeron que los habrían muerto y se volvieron al puerto de Cuzmil (Cuzamil); y que Cortés, sabiendo que ni los indios ni los barbados tornaban, se hizo al otro día a la vela. Mas aquel día se les abrió un navío y les fue necesario tornar al puerto; y que estando aderezando (el navío), Aguilar, recibida la carta, atravesó en una canoa el canal entre Yucatán y Cuzmil (Cuzamil) y que viéndole los de la armada fueron a ver quién era; y que Aguilar les preguntó si eran cristianos y respondiéndole que sí, y españoles, lloró de placer y puestas las rodillas en tierra dió gracias a Dios y preguntó a los españoles si era miércoles.

Que los españoles lo llevaron a Cortés así desnudo como venía, el cual le vistió y mostró mucho amor; y que Aguilar contó allí su pérdida y trabajos y la muerte de sus compañeros y cómo fue imposible avisar a Guerrero en tan poco tiempo por estas a más de ochenta leguas de allí.

Que con este Aguilar que era muy buen intérprete, tornó Cortés a predicar la adoración de la cruz y quitó los ídolos de los templos, y dicen que hizo esta predicación de Cortés tanta impresión en los de Cuzmil (Cuzamil), que salían a la playa diciendo a los españoles que por allí pasaban; María, María; Cortés, Cortés.

Que partío Cortés de allí y que tocó de paso en Campeche (Can Pech) y no paró hasta Tabasco, donde entre otras cosas e indias que le presentaron los de Tabasco, le dieron una india que después se llamó Marina, la cual era de Xalisco, hija de padres nobles y hurtada de pequeña y vendida en Tabasco; y que de ahí la vendieron también en Xicalango y Champotón (Chakan Putun) donde aprendió la lengua de Yucatán, <11> con la cual se vino a entender Aguilar, y que así proveyó Dios a Cortés de buenos y fieles intérpretes, por donde vino a tener noticia y entrada en las cosas de México, de las cuales la Marina sabía mucho por haber tratado con mercaderes indios y gente principal que hablaban de esto cada día.

 

V

Provincias de Yucatán. - Los Principales Edificios Antiguos.

Que algunos viejos de Yucatán dicen haber oído a sus (ante)pasados que pobló aquella tierra cierta gente que entró por levante, a la cual había Dios librado abréndoles doce caminos por el mar, lo cual, si fuese verdad, era necesario que viniesen (de) judíos todos los de las Indias, porque pasando el estercho de Magallanes se habían de ir extendiendo más de dos mil leguas de tierra que hoy gobierna España.

Que la lengua de esta tierra es toda una, y que esto aprovechó mucho para su conversión aunque en las costas hay alguna diferencia en vocablos y en el tono de hablar; y que así los de la costa son más pulidos en su trato y lengua; y que las mujeres cubren los pechos, y las de más adentro no.

Que esta tierra está partida en provincias sujetas a los pueblos de españoles. Que la provincia de Chectemal (Chactemal) y Bachalal (Bak Halal), está sujeta a Salamanca; las provincias de Ekab (Ecab) y Cochuah y la de Kupul (Cupul), están sujetas a Valladolid (Zac Ii), la de Ah Kin Chel (Ah Kin Chhel) e Izamal (Itzmal), la de Zotuta (Zututa), la de Hocabai Humun (Hocaba y Humun), la de Tutuxiú (Tutul Xiu), la de Cehpech (Ceh Pech) y la de Chakan, están sujetas a la ciudad de Mérida (Ich Caan Ziho); la de Camol (Çamhol?), Campech (Can Pech), Champutun (Chakan Putun) y Tixchel (Tix Chel), acuden a San Francisco de Campeche (Can Pech).

Que en Yucatán hay muchos edificios de gran hermosura que es la cosa más señalada que se ha descubierto en las Indias, todos de cantería muy bien labrada sin haber ningún género de metal en ella con que se pudiesen labrar.

Que están estos edificios muy cerca unos de otros y que son templos, y que la razón de haber tantos es por mudarse las poblaciones muchas veces; y que en cada pueblo labraban un templo por <12> el gran aparejo que hay de piedra (tunich) y cal (taan) y cierta tierra blanca (zahcab) excelente para edificios. Que estos edificios no son hechos por otras naciones sino por indios, lo cual se vé por hombres de piedra desnudos y honestados de unos largos listones que llaman en su lengua ex y de otras divisas que los indios traen.

Que estando este religioso, autor de esta obra, en aquella tierra, se halló en un edificio que desbarataron, un cántaro grande con tres asas, pintado de unos fuegos plateados por de fuera, y dentro ceniza de cuerpo quemado y algunos huesos de los brazos y piernas, muy gruesos a maravilla, y tres cuentas de piedras buenas de las que usaban los indios por moneda (kan).

Que estos edificios de Yzamal (Itzmal) eran once o doce por todos sin haber memoria de los fundadores; y que en uno de ellos, a instancia de los indios, se pobló un monasterio el año de 1549, que se llamó San Antonio.

Que los segundos edificios más principales son los de Tikoch (Ti Coh?, Ti Ho?) y Chichenizá (Chi Chheen Itza), los cuales se pintarán después.

Que Chichenizá (Chi Chheen Itza) es un asiento muy bueno a diez leguas de Izamal (Itzmal) y once de Valladolid (Zac Ii), donde dicen que reinaron tres señores hermanos que vinieron a aquella tierra de la parte poniente, los cuales eran muy religiosos y que así edificaron muy lindos templos. Y que vivieron sin mujeres muy honestamente, y que el uno de éstos se murió o se fue, por lo cual los otros se hicieron parciales y deshonestos, y que por ello los mataron.

La pintura del edificio mayor pintaremos después, y describiremos la manera del pozo donde echaban hombres vivos en sacrificio y otras cosas preciosas. (El pozo) tiene más de siete estados de hondo hasta el agua y mucho más de cien pies, hecho redondo en una peña tajada que es maravilla y el agua parece verde: dicen que lo causa la arboleda de que está cercado.

 

VI

Kukulcán. - Fundación de Mayapán.

Que es opinión entre los indios que con los Yzaes (Ah Itza) que poblaron Chichenizá (Chi Chheen Itza). reinó un gran señor llamado Cuculcán (Kukul Can), y que muestra ser esto verdad el edificio principal que se llama Cuculcán (Kukul Can); y <13> dicen que entró por la parte de poniente y que difieren en si entró antes o después de los Yzaes (Ah Itza) o con ellos, y dicen que fue bien dispuesto y que no tenía mujer ni hijos; y que después de su vuelta fue tenido en México por uno de sus dioses y llamado Cezalcuati (Quetzal Coatl) y que en Yucatán también lo tuvieron por dios por ser gran republicano, y que esto se vio en el asiento que puso en Yucatán después de la muerte de los señores para mitigar la desensión que sus muertes causaron en la tierra.

Que este Cuculcán (Kukul Can) tornó a poblar otra ciudad tratando con los señores naturales de la tierra que él y ellos viniesen (a la ciudad) y que allí viniesen todas las cosas y negocios; y que para esto eligieron un asiento muy bueno a ocho leguas más adentro en la tierra que donde ahora está Mérida, y quince o dieciséis del mar; y que allí cercaron de una muy ancha pared de piedra seca como medio cuarto de legua dejando sólo dos puertas angostas y la pared no muy alta, y en el medio de esta cerca hicieron sus templos; y que el mayor, que es como el de Chichenizá (Chi Chheen Itza), llamaron Cuculcán (Kukul Can); y que hicieron otro redondo y con cuatro puertas, diferente a cuantos hay en aquella tierra, y otros a la redonda, juntos unos de otros; y que dentro de este cercado hicieron casas para los señores, entre los cuales solamente repartieron la tierra dando pueblos a cada uno conforme a la antigüedad de su linaje y ser de su persona. Y que Cuculcán (Kukul Can) puso nombre a la ciudad, no el suyo, como hicieron los Ahizaes (Ah Itza) en Chichenizá (Chi Chheen Itza), que quiere decir pozo de los aizaes (Ah Itza), mas llamóla Mayanpán (Maya Pan) que quiere decir el pendón de la Maya, porque a la lengua de la tierra llaman maya; y los indios llaman Ychpa (Ich Pa) (a la ciudad), que quiere decir dentro de las cercas.

Que este Cuculcán (Kukul Can) vivió con los señores algunos años en aquella ciudad y que dejándolos en mucha paz y amistad se tornó por el mismo camino a México, y que de pasada se detuvo en Champotón (Chakan Putun), y que para memoria suya y de su partida, hizo dentro del mar un buen edificio al modo del de Chichenizá (Chi Chheen Itza), a un gran tiro de piedra de la ribera, y que así dejó Cuculcán (Kukul Can) perpetua memoria en Yucatán. <14>

 

VII

Gobierno, Sacerdocio, Ciencias, Letras y Libros de Yucatán.

Que partido Cuculcán (Kukul Can), acordaron los señores, para que la república durase, que el mando principal lo tuviese la casa de los Cocomes por ser la más antigua y más rica y por ser el que la regia entonces hombre de más valor; y que hecho esto ordenaron que pues en el cercado no habia sino templos y casas para los señores y gran sacerdote, que se hiciesen casas fuera de la cerca donde cada uno de ellos pusiese alguna gente de servicio y donde los de sus pueblos acudiesen cuando viniesen a la ciudad con negocios: y que en estas casas puso cada uno su mayordomo, el cual traia por señal una vara gorda y corta y que le llamaban Caluac y que este mayordomo tenía cuenta de los pueblos y de quiénes los regian y que ellos se enviaban aviso de lo que era menester en casa del señor, como aves, maiz, miel, sal, pesca, caza, ropas y otras cosas, y que el Caluac acudia siempre a la casa del señor y veia lo que era menester en ella y lo proveia luego, porque su casa era como oficina de su señor.

Que acostumbraban buscar en los pueblos (a) los mancos y ciegos y les daban lo necesario.

Que los señores proveian (a los pueblos) de gobernadores y si les eran adeptos confirmaban en sus hijos los oficios; y que les encomendaban el buen tratamiento de la gente menuda y la paz del pueblo y el ocuparse en trabajar para que se sustentasen ellos y los señores.

Que todos los señores tenian cuenta con respetar, visitar y alegrar a Cocom acompañándole y festejándole y acudiendo a él con los negocios arduos, y que entre si vivian muy en paz y en mucho pasatiempo como ellos lo usan, en bailes, convites y caza.

Que los de Yucatán fueron tan curiosos en las cosas de la religión como en las del gobierno y que tenian un gran sacerdote que llamaron Ah Kin May, y por nombre Ahau Can May, que quiere decir el (gran) sacerdote May, que era muy reverenciado de los señores, el cual tenía repartimiento de indios y que además de las ofrendas, los señores le hacian presentes y que todos los sacerdotes de los pueblos le contribuían; y que a éste le sucedian en la dignidad sus hijos o parientes más cercanos. y que en esto estaba la llave <15> de sus ciencias, y que en éstas trataban lo más, y que daban consejo a los señores y respuestas a sus preguntas, y que (las) cosas de los sacrificios pocas veces las trataban si no (era) en fiestas muy principales o en negocios muy importantes; y que éstos proveian de sacerdotes a los pueblos cuando faltaban, examinándolos en sus ciencias y ceremonias y que les encargaban de las cosas de sus oficios y el buen ejemplo del pueblo, y proveian de sus libros; (además) atendian al servicio de los templos y a enseñar sus ciencias y escribir libros de ellas.

Que enseñaban a los hijos de los otros sacerdotes y a los hijos segundos de los señores que les llevaban para esto desde niños, si veian que se inclinaban a este oficio.

Que las ciencias que enseñaban eran la cuenta de los años, meses y dias, las fiestas y ceremonias, la administración de sus sacramentos, los dias y tiempos fatales, sus maneras de adivinar, remedios para los males, las antigüedades, leer y escribir con sus letras y caracteres en los cuales escribian con figuras que representaban las escrituras.

Que escribian sus libros en una hoja larga doblada con pliegues que se venía a cerrar toda entre dos tablas que hacian muy galanas, y que escribian de una parte y de otra a columnas, según eran los pliegues; y que este papel lo hacian de las raíces de un árbol y que le daban un lustre blanco en que se podia escribir bien, y que algunos señores principales sabian de estas ciencias por curiosidad, y que por esto eran más estimados aunque no las usaban en público.

 

VIII

Llegada de los Tutul-Xiu y Alianza que Hicieron con los Señores de Mayapán. — Tiranias de Cocom, Ruina de su Poder y de la Ciudad de Mayapán.

Que cuentan los indios que de la parte del mediodia vinieron a Yucatán muchas gentes con sus señores, y que parecen haber venido de Chiapas aunque los indios no lo saben; mas este autor lo conjetura porque muchos vocablos y composiciones de verbos son los mismos en Chiapas que en Yucatán; y hay grandes señales en la parte de Chiapas de lugares que han sido despoblados: y dicen <16> que estas gentes anduvieron cuarenta años por los despoblados de Yucatán sin haber en ellos agua sino la que llueve; y que al fin de este tiempo aportaron a las sierras que caen algo enfrente de la ciudad de Mayapán, a diez leguas de ella, y que allí comenzaron a poblar y hacer muy buenos edificios en muchas partes; y que los de Mayapán tomaron mucha amistad con ellos y holgaron de que labrasen la tierra como naturales y que así estos Tutu Xiú se sujetaron a las leyes de Mayapán y emparentaron unos con otros; y que como el señor Xiú, de los Tutu Xiues. era tal, vino a ser muy estimado de todos.

Que estas gentes vivieron tan quietamente que no había pleito ninguno, ni usaban armas ni arcos aun para la caza, siendo ahora excelentes flecheros, y que sólo usaban lazos y trampas con los que tomaban mucha caza; y que los sacerdotes tenían cierto arte de tirar varas con un palo grueso como de tres dedos agujerado hacia la tercera parte y de seis palmos de largo y que con él y unos cordeles tiraban fuerte y certeramente.

Que tenían leyes contra los delincuentes y las aplicaban mucho, como contra el adúltero a quien entregaban al ofendido para que le matase soltándole una piedra grande desde lo alto sobre la cabeza, o lo perdonase si quería; y que a las adúlteras no daban otra pena más que la infamia, que entre ellos era cosa muy grave; y al que forzase doncella lo mataban a pedradas; y cuentan un caso: que el señor de los Tutu-xiues tenía un hermano que fue acusado de este crimen, y le hizo apedrear y después cubrir de un gran montón de piedras; y tenían otra ley antes de la población de esta ciudad, que mandaba sacar las tripas por el ombligo a los adúlteros.

Que el gobernador Cocom entró en codicia de riquezas, y que para esto trató con la gente de guarnición que los reyes de México tenían en Tabasco y Xicalango prometiéndoles entregarles la ciudad, y que así trajo gente mexicana a Mayapán y oprimió a los pobres e hizo muchos esclavos; y los señores le hubieran matado si no hubiesen tenido miedo a los mexicanos. Que el señor de los Tutuxiues nunca consintió en esto y que viéndose (oprimidos) los de Yucatán, aprendieron de los mexicanos el arte de las armas y así salieron maestros del arco y flecha y de la lanza y hachuela, y sus rodelas y sacos fuertes de sal y algodón y de otros pertrechos de guerra, y que ya no se admiraban de los mexicanos ni los temían, antes (bien) hacían poca cuenta de ellos. Y que en esto pasaron algunos años. <17>

Que aquel Cocom fue el primero que hizo esclavos, pero que de este mal (se) siguió usar las armas con que se defendieron para que no fuesen esclavos todos.

Que entre los sucesores de la casa de Cocom hubo uno muy orgulloso e imitador de Cocom, y éste hizo otra liga con los de Tabasco y metió más mexicanos dentro de la ciudad y comenzó a tiranizar y a hacer esclavos a la gente menuda y que por esto se juntaron los señores en el bando de Tutu Xiú, que era gran republicano como sus (ante)pasados, y se concertaron para matar a Cocom y así lo hicieron, matando a todos sus hijos sin dejar más que uno que estaba ausente, y saquearon sus casas y tomaron las heredades que tenía en cacao y otras frutas, diciendo que con ellas se pagaban de lo que les había robado; y que duraron tanto los bandos entre los Cocomes—que decían ser echados injustamente-, y los Xiues que después de haber estado en aquella ciudad más de 500 años la desampararon y despoblaron, yéndose cada uno a su tierra.

 

IX

Monumentos Cronológicos de Mayapán. - Fundación del Reino de Zotuta. - Origen de los Cheles. - Los Tres Reinos Principales de Yucatán.

Que conforme a la cuenta de los indios, hará 120 años que se despobló Mayapán, y que se hallan en la plaza de aquella ciudad siete u ocho piedras de a diez pies de largo cada una, redondas por una parte, bien labradas, y que tienen algunos caracteres que ellos usan y que, desgastados por el agua, no se pueden leer; mas piensan que es memoria de la fundación y destrucción de aquella ciudad. Otras semejantes están en Zilán (Dzilam), pueblo de la costa, aunque más altas, y preguntados los naturales qué cosa eran, respondieron que acostumbraban erigir de 20 en 20 años, que es el número que tienen de contar de edades, una piedra de aquellas. Mas parece (que esta explicación) no lleva camino, porque según esto habrían muchas más, principalmente que no las hay en otros pueblos sino en Mayapán y Zilán.

Que lo principal que (se) llevaron a sus tierras estos señores <18> que desampararon Mayapán fueron los libros de sus ciencias porque siempre fueron muy sujetos a los consejos de sus sacerdotes, y que por esto hay tantos templos en aquellas provincias.

Que el hijo de Cocom que escapó de la muerte por estar ausente en sus contrataciones en tierra de Ulúa, que es adelante de la villa de Salamanca, al saber la muerte de su padre y el desbarato de la ciudad, vino muy presto y se juntó con los parientes y vasallos y pobló un lugar que llamó Tibulón, que quiere decir jugados fuimos; y que edificaron otros muchos pueblos en aquellos montes reuniéndose (allí) muchas familias de estos Cocomes. La provincia donde manda este señor se llama Zututa.

Que estos señores de Mayapán no tomaron venganza de los mexicanos que ayudaron a Cocom porque fueron persuadidos por el gobernador de la tierra y porque eran extranjeros; y que así los dejaron dándoles facultades para que poblasen un pueblo apartado, para sí solos, o se fuesen de la tierra no pudiéndose casar con las naturales de ella, sino entre ellos. Y que escogieran quedarse en Yucatán y no volver a las lagunas y mosquitos de Tabasco, y poblaron la provincia de Canul que les fue señalada y que allí duraron hasta las segundas guerras de los españoles.

Dicen que entre los doce sacerdotes de Mayapán hubo uno muy sabio que tuvo una sola hija a quien casó con un mancebo noble llamado Ah Chel, el cual hubo hijos que se llamaron como el padre conforme a la usanza de esta tierra; y dicen que este sacerdote avisó a su yerno de la destrucción de aquella ciudad y que éste supo mucho en las ciencias de su suegro, el cual, dicen, le escribió ciertas letras en la tabla del brazo izquierdo, de gran importancia para ser estimado; y con esta gracia pobló en la costa hasta que vino a hacer asiento en Tikoch siguiéndole gran número de gentes, y que así fue muy insigne población aquella de los Cheles, y poblaron la más insigne provincia de Yucatán, a la cual llamaron, por aquel nombre, la provincia de Ah Kin Chel, y es la de Ytzamal, donde residieron estos Cheles y se multiplicaron en Yucatán hasta la entrada del adelantado Montejo.

Que entre las tres casas de señores principales, que eran los Cocomes, Xiues, y Cheles, hubo grandes bandos y enemistades y hoy en día, con ser cristianos, aún las hay. Los Cocomes decían a los Xiues que eran extranjeros y traidores al matar a su señor principal robándole su hacienda. Los Xiues se decían tan buenos como ellos, tan antiguos y tan señores, y que no fueron traidores sino libertadores <19> de la patria matando al tirano. El Chel decía que era tan bueno como ellos en linaje, por ser nieto de un sacerdote, el más estimado de Mayapán, y que por su persona era mejor que ellos pues había sabido hacerse tan señor como ellos, y que con esto se hacían desabrimiento en los mantenimientos porque el Chel, que estaba en la costa, no quería dar pescado ni sal al Cocom, haciéndole ir lejos por ello, y el Cocom no dejaba sacar caza ni frutas al Chel.

 

X

Varias Calamidades Sufridas en Yucatán en el Siglo Anterior a la Conquista: Huracanes, Pestilencias, Guerras, etc.

Que estas gentes tuvieron más de 20 años de abundancia y de salud y se multiplicaron tanto que toda la tierra parecía un pueblo: y que entonces se labraron los templos en tanta muchedumbre como se ve hoy en día por todas partes, y que atravesando los montes se ven entre la arboleda asientos de casas y edificios labrados a maravilla.

Que después de esta felicidad, una noche, por invierno, vino un aire como a las seis de la tarde y fue creciendo, y haciéndose huracán de cuatro vientos, y que este aire derribó todos los árboles crecidos, lo cual hizo gran matanza en todo género de caza y derribó las casas altas las cuales, como son de paja y tenían lumbre dentro por el frío, se incendiaron y abrasaron a gran parte de la gente; y si algunos escapaban quedaban hechos pedazos de los golpes de la madera; y que duró este huracán hasta el otro día a las doce en que se vio que habían escapado quienes moraban en casas pequeñas, entre ellos los mozos recién casados que allá acostumbrában hacer unas casillas enfrente de las de sus padres o suegros donde moran los primeros años; y que así perdió la tierra el nombre a la que solían llamar de los venados y de los pavos, y tan sin árboles quedó, que los que ahora hay parece que se plantaron juntos según están nacidos a la igual, pues mirando la tierra desde algunas partes altas, parece que toda está cortada con una tijera.

Que quienes escaparon se animaron a edificar y cultivar la tierra y se multiplicaron mucho viniéndoles 16 años de salud y buenos temporales y que el último fue el más fértil de todos; y que <20> queriendo comenzar a coger los frutos sobrevinieron por toda la tierra unas calenturas pestilenciales que duraban 24 horas, y después de cesadas se hinchaban (los enfermos) y reventaban llenos de gusanos, y que con esta pestilencia murió mucha gente y gran parte de los frutos quedó sin coger.

Que después de cesada la peste tuvieron otros 16 años buenos en los cuales se renovaron las pasiones y bandos, de manera que murieron en batallas ciento cincuenta mil hombres y que con esta matanza se sosegaron e hicieron la paz y descansaron por 20 años, después de los cuales les dio una peste de grandes granos que pudría el cuerpo con gran hedor, de manera que se les caían los miembros a pedazos en tres o cuatro días. Que habrá que pasó esta última plaga más de 50 años y que la mortandad de la guerra fue 20 años antes y la peste de la hinchazón y gusanos sería 16 años antes de las guerras y el huracán otros 16 antes que ésta y 22 ó 23 después de la destrucción de la ciudad de Mayapán. Que según esta cuenta, hace 125 años que desbarató (la ciudad), dentro de los cuales años los de esta tierra han pasado las dichas miserias y otras muchas que comenzaron al entrar en ella los españoles, así por guerras como por otros castigos que Dios envía; de manera que es maravilla haber la gente que hay, aunque no es mucha.

 

XI

Profecías de la Llegada de los Españoles. - Biografía de Francisco de Montejo, Primer Adelantado de Yucatán.

Que como la gente mexicana tuvo señales y profecías de la venida de los españoles y de la cesación de su mando y religión, también las tuvieron los de Yucatán algunos años antes que el adelantado Montejo los conquistase; y que en las sierras de Maní, que es en la provincia de Tutu Xiu (Tutul Xiu), un indio llamado Ah Cambal, de oficio Chilám (chilam), que es el que tiene a su cargo dar las respuestas del demonio, les dijo públicamente que pronto serían señoreados por gente extranjera, y que les predicarían un Dios y la virtud de un palo que en su lengua llaman Vamonché (uaom che), que quiere decir palo enhiesto de gran virtud contra los demonios. <21>

Que el sucesor de los Cocomes, llamado don Juan Cocom, después de bautizado, fue hombre de gran reputación y muy sabio en sus cosas y bien sagaz y entendido en las naturales, y fue muy familiar del autor de este libro, fray Diego de Landa, y le contó muchas antigüedades y le mostró un libro que fue de su abuelo, hijo del Cocom que mataron en Mayapán, y en él estaba pintado un venado; y que aquel su abuelo le había dicho que cuando en aquella tierra entrasen venados grandes, que así llamaban a las vacas, cesaría el culto de los Dioses; y que se había cumplido porque los españoles trajeron vacas grandes.

Que el adelantado Francisco de Montejo fue natural de Salamanca y que pasó a las Indias después de poblada la ciudad de Santo Domingo y la Isla Española, habiendo estado primero algún tiempo en Sevilla donde dejó un hijo niño que allí hubo; y que vino a la ciudad de Cuba donde ganó de comer y tuvo muchos amigos por su buena condición y entre ellos fueron Diego Velázquez, gobernador de la Isla, y Hernando Cortés; y que como el gobernador determinó enviar a Juan de Grijalva, su sobrino, a rescatar a tierras de Yucatán y a descubrir más tierra después de la nueva que Francisco Hernández de Córdoba trajo cuando la descubrió, diciendo que era tierra rica, determinó que Montejo fuese con Grijalva. (Montejo) como era rico, puso uno de los navíos y muchos bastimentos y fue así de los segundos españoles que descubrieron a Yucatán. Y que vista la costa de Yucatán tuvo deseos de enriquecerse allí antes que en Cuba, y vista la determinación de Hernando Cortés, le siguió con su hacienda y persona y Cortés le dió un navío a su cargo haciéndole capitán de él. Que en Yucatán recogieron a Gerónimo de Aguilar de quien Montejo entendió la lengua de aquella tierra y sus cosas, y que llegado Cortés a la Nueva España comenzó a poblar y al primer pueblo llamó la Vera-cruz conforme al blasón de su bandera; y que en este pueblo fue Montejo nombrado Alcalde del Rey, cargo en que se mantuvo discretamente y así lo publicó por tal Cortés cuando tomó por allí después del camino que hizo navegando la tierra a la redonda, y que por esto lo envió a España como uno de los procuradores de la Nueva España y para que llevase el quinto del rey con una relación de la tierra descubierta y de las cosas que comenzaban a hacerse en ella.

Que cuando Francisco de Montejo llegó a la corte de Castilla, era Presidente del Consejo de Indias Juan Rodríguez de Fonseca, obispo de Burgos, quien estaba mal informado contra Cortés por <22> parte de Diego Velázquez, gobernador de Cuba, que pretendía también lo de Nueva España; y que estaban los más del Consejo contra los negocios de Cortés (diciendo) que parecía que no enviaba dineros al Rey sino que se los pedía y que sabiendo que el Emperador estaba en Flandes, por eso se negociaba mal. (Montejo) perseveró siete años desde que salió de las Indias, que fue en 1519, hasta que se embarcó, que fue en 26, y que con esta perseverancia recusó al Presidente y al Papa Adriano que era gobernador (del Reyno) y habló al emperador, lo cual aprovechó mucho, pues se despachó lo de Cortés como era de razón.

LANDA.EDT Continued
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