ITINERARIO
DE LA POESÍA
La musicalidad
de la poesía clásica griega y latina se basaba en la duración o
cantidad de las sílabas, que podían ser largas o breves.
Combinadas, constituían un pie. Un conjunto de pies daba un
verso. Una secuencia repetida de versos daba la estrofa.
Este arte
métrico no siempre era comprendido por el pueblo: parece que la
"plebe" para sus refranes y dichos prefería recurrir a frases
terminadas en rima, cosa abominada por los rétores. Era un medio
nemotécnico. El mismo San Agustín, a quien no le faltaban
recursos retóricos, en algunas ocasiones tiene que componer en
rima final una especie de estribillo para que lo cantaran los
pescadores de Hipona en la campaña antidonatista.
A mediados del
siglo IX en la culta Córdoba de San Eulogio se había perdido el
conocimiento de la prosodia y métrica latinas. En la
Carta a Wilesindo
nos dice que, allá por el año
850, consiguió copiar en los monasterios del Pirineo somontano
un manual de métrica con el que luego enseñó en Córdoba el arte
perdido de la poesía. Pero entonces ya no se pronunciaban las
sílabas como largas y breves y nadie podía distinguir un dáctilo
de un anapesto o un anfíbraco, o un espondeo de un yambo.
EL JUEGO DE
LAS RIMAS
El pueblo
siguió con sus rimas internas, primero en un latín generalmente
degradado, y de ahí resultó el verso leonino, que además buscaba
una cierta equivalencia silábica. Un ejemplo de versos de este
rahez lo encontramos en el portaleyo de Suso, junto a la entrada
a la iglesia; esta inscripción debió de ser redactada, dicen,
por el monje Fernando, aquel que se sacó del magín el
Privilegio de los Votos de San Millán:
Regno prelate
navarre sunt tumulate
Tota fide plena, necnon
Gelvira, Xemena.
Tres hic regine
sit requies sine
fine
11
Consta
documentalmente que proseguía esta versificación:
Pro me namque
precor patrem unum dic rago lector
qui tibi monstravi
fere nescia qui reseravi:
Compostellanus
lacobus, sacer Emilianus
precedunt lite
cruce,
cedunt Hismaelite ...
12
Dutton sugiere
que estamos hacia el año 1200, cuando se redacta el Privilegio de los Votos,
del monje Fernando. A mí me parece
de un latín tan elemental que tiene que ser de muchos años
antes. Y este juego de rimas ni era culto ni era popular. Era
bárbaro.
Mejor arte
tenían los himnos y las secuencias litúrgicas que, al menos,
procuraban el isosilabismo y el ritmo acentual yámbico. Dos
ejemplos, uno sin rima y otro con ella:
Ave, maris
stella,
Dei mater alma
atque semper virgo,
felix coeli porta13.
[ ... ]
Pange, lingua,
gloriosi
Corporis mysterium
Sanguinisque praeciosi,
quem in
mundi praetium,
fructus vetris
generosi
rex effudit gentium14
Pero el pueblo
ya no sabía latín y cantaba en romance de versos rimados, sí,
pero sin esmerarse en el cante o de sílabas. La tradición es
larga: desde las jarchas, pasando por el
Cantar de mío Cid, hasta la lírica actual:
¿ Qué fare, mamma?
Meu-I-habib est
a la yana15
[ ... ]
Dígasme tú, el
ermitaño,
así Dios te dé alegría,
si has visto
por aquí pasar
las cosas que yo más quería.
De velar venía.
[ ... ]
No son todas
palomicas
las que pican
en el montón.
No son todas palomicas
que algunos palomicos son.
No seré yo el
que niegue gracia, soltura y capacidad para sugerir a esta
tradición popular. Lo que me interesa es evidenciar la novedad
del Mester de clerecía
y para ello necesito
otro pequeño excursus
cultural.
EL
'ENCERRADO LATINO' DE LA FILOSOFÍA
Mientras la
poesía seguía este camino autónomo y sin demasiadas reglas, el
saber de las universidades era un encerrado latino
para la inmensa mayoría de la
gente, y no solamente porque todo se escribía en un lenguaje
muerto, el latín, sino por lo intrincado de los temas tratados y
de los argumentos aportados. ¿ Qué podían entender los oyentes de un sermón o los que disfrutaban con
las canciones de un juglar? ¿A qué les sonarían los escritos de
un maestro de París que hablaba de sustancias y subsistencias,
de realidades
universales o nominales, de razones aportadas por el método del
Sic et non, de que el primer cometido de
la filosofía era crear nociones nuevas (constructos,
decimos ahora) para explicar el
dogma de la Trinidad en una naturaleza y en tres personas,
mientras que en el dogma de la Encarnación se habla de una
persona, la de Cristo, que es Dios y es hombre, o de la
transustanciación del pan y el vino en la Eucaristía, del
argumento ontológico de la existencia de Dios, de si era más
corto acercarse a Él por el camino del sentimiento o por el
camino del razonamiento? Muchas de las definiciones de conceptos
se quedan en meras descripciones de lo que se quiere probar, por
lo cual resultan simples tautologías sin contenido. Pongamos dos
ejemplos que podamos comprender: dice Santo Tomás para definir
la belleza: Bellas son
las cosas que, vistas, agradan, y
más agradan cuanto más se las
contempla. Pero ¿son
bellas porque agradan o agradan porque son bellas? ¿ Cuál es la
causa y cuál el efecto? ¿Cuál es la esencia de la belleza? ¿O
qué entenderían nuestros abuelos si un escolar pedante les dice
que la quiddidad
es id qua est id quod est 16?
¡Clarísimo, vamos!
Tautología se llama también esta figura.
Todas estas
contiendas se generaban en París y sus alrededores y desde París
se contagiaba el estilo especulativo al resto de las
universidades. En el norte de Italia y en el sur francés, sin
renunciar ni a la lógica ni a la metafísica, ensayaron otro
camino del saber: el de la comprobación matemática (Euclides),
el de la utilidad del derecho para el bien común (Triboniano),
el de la normativa gramatical y literaria (Quintiliano y
Donato).
HACIA EL
'ROMÁN PALADINO'
Comprobación,
utilidad, normativa. También la Iglesia hubo de acomodar su
catequesis. Ya San Bernardo, cien años antes, había predicado
con una base sentimental muy alejada de la especulación
filosófica y había logrado más adeptos que los filósofos y
movilizar toda una cruzada. Ahora se añade un estilo narrativo
parecido a la novela, que es más cercana al gusto y entender del
pueblo. Los fieles
comprendían mejor a un simple cura de pueblo que ponía ejemplos
edificantes o a un Berceo que habla en
román
paladino,
en qual suele
el pueblo fablar con so vecino.
(Vida de
Santo Domingo de Silos)
Así se
escribieron las Vidas
de San Millán, de
Santo Domingo de Silos, de Santa Oria, de San Lorenzo (todos
santos vecinos de los oyentes), y los Milagros, Loores
y Duelo
de la Virgen (a quien acuden,
compadecen y piropean), de la explicación del
Sacrificio de la misa (que oyen los domingos sin
entenderla), de los Signos del juicio final
(que todavía atemorizaban), la
traducción de los Himnos
más repetidos
en la liturgia (que escuchan sin comprenderlos). Nada tiene todo
esto de razonamientos abstractos, sino de escenas o
acontecimientos sucesivos, es decir, de una historia.
Es la misma
técnica del roman
entendido a la
francesa: Roman de
Thebas, Roman de Eneas, Roman de Troya, Romans de la table
rondé, Roman d'Alexandre ... frecuentados entre la clase alta
en sus "palacios".
Todos los personajes o
héroes son fantásticos, remotos en el tiempo y en el espacio,
inaccesibles, inimitables: entretienen simplemente. A la larga
resultará el Libro de
Caballería, pasto de
ociosos. No cumplen la consigna horaciana del
miscentes utile dulci17.
El román
es entretenido pero no enseña, ni
por tanto es útil. A este mismo género corresponde, sin duda, el
Alexandre que, yo creo, redactó Berceo en
tiempos juveniles, quizá como un ejercicio escolar en el Estudio
de Palencia. Deberíamos llamarlo Román de Alexandre
respetando el título de la fuente
francesa.
El Berceo
maduro y ya ordenado sacerdote sí pretende ser útil en la
enseñanza y ameno en la lectura. Es decir, imita el molde
narrativo de su literatura, pero el contenido y la finalidad es
diferente: habla de héroes cercanos, accesibles, imitables,
reales, de historias cristianas catequéticas, en las que el
román acontece en un paisaje
reconocible, contado con palabras y giros populares, con firma
de autor ... Ya lo hemos visto en líneas anteriores. Es poesía
pegada a la
tierra y al tiempo, como ha sido siempre
la más perdurable poesía española: tradicional y nueva, popular y culta, realista e idealista, grata a doctos e indoctos. Las
prosas no se dirigen a los ricos de los
palacios, sino a los pobres de las casuchas, más bien. El
román francés acucia la fantasía; el
román de Berceo acucia la piedad
religiosa.
En síntesis:
se renuncia a la especulación de París y se complementa con el estilo narrativo de Montpellier para utilizarlo en
la predicación. Catequesis pura: amena
y
didáctica.
Otra constante
de Berceo es haber renunciado a una norma habitual en esa nueva
preceptiva: encabezar un román
o un poema apelando a los poetas
clásicos latinos o griegos, como si se quisiera afirmar que se
había recuperado el antiguo arte de la narración.
y
no era verdad.
Para muchos fue un neopaganismo. Así, dos siglos más tarde,
Jorge Manrique nos aportará aquellos versos:
Dejo las
invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
no curo de sus
ficciones,
que traen yerbas secretas
sus sabores.
A Aquel solo
me encomiendo,
a Aquel solo invoco yo
de verdad,
que en este
mundo viviendo
el mundo no conoció
su deidad.
Gonzalo de
Berceo no dejó ningún texto en el que manifieste su repudio de
esta reminiscencia pagana. Pero lo practicó: salvo la
Storia del Señor Sanct Millán
y los Signos del juicio final
(que podría datarse,
lo mismo que El
Sacrificio de la misa, en los mismos primeros años del
sacerdocio del poeta, hacia 1228), todas sus obras las inicia en
el nombre de la Trinidad o de la Virgen
y
todas las concluye con una
petición final de intercesión. La evolución parece casi lógica.
Llegamos a la misma conclusión: Berceo era un poeta catequista o
un catequista poeta.
Y
otra
observación al mismo respecto: se da por más o menos asentado
que el primer escrito del poeta es el Alexandre, hacia
los años 1223-1226, al que sigue la Storia de San Millán, cuando ya era sacerdote en 1228 y la
Vida de Santo Domingo de
Silos en 1236 ó 1237. Esta última obra es el primer caso en
que se constata el En el nomne del Padre que fizo toda cosa,
costumbre que ya no perdió hasta la Vida de Santa Oria
y el Martirio de San Lorenzo, siendo ya cansado y
viejo. Esto me convence de que ha habido una evolución
consciente al apartarse de algunas consignas aprendidas del uso
francés del roman para iniciar el modelo español de las
vidas de santos y de los milagros reales o inventados, pero
siempre modélicos. No le faltó, pues, originalidad.
Y
aquí viene una proposición un
tanto atrevida: ¿ qué quiso decir Berceo con
aquella frase tan traída y llevada
Quiero fer una
prosa en román paladino,
en qual suele
el pueblo fablar con so veçino,
ca no so tan letrado por fer
otro latino;
bien valdrá,
como creo, un vaso de bon vino?
(Vida de
Santo Domingo de Silos)
Sin negar que
el significado más mostrenco del román paladino, en qual
suele el pueblo fablar con so veçino es el de la
lengua vulgar inteligible, ¿no querrá Berceo referirse al estilo
de modelos novelescos y teatrales que se utilizaban en los
palacios provenzales, desde donde habían venido a "su Estudio"
los maestros que tuvo en Palencia? La fabla ¿no será el
gusto por historias amenas o inteligibles? El premio del vaso de
vino es un homenaje de amistad entre los riojanos; en las cortes
preferirían otras pócimas más sofisticadas.
De ahí que el
román paladino haya que entenderlo, en primer lugar, como
nuevo género literario de novela palaciega o palaciana,
para decido al uso del tiempo.
EJEMPLO DE
HISTORIA LOCALIZABLE
y
REALISTA
Se destaca en
todas las historias de la literatura que las vidas de los santos
contadas por Berceo tienen relación muy próxima con el Valle
donde nació el poeta: San Millán era paisano, Santo Domingo de
Silos había nacido en Cañas, apenas a cinco o seis kilómetros, y
se había hecho santo en Suso, Santa Oria era
serraniella
de Villavelayo y tuvo sus
visiones en Suso, San Lorenzo era, y es, una devoción constante
en el Valle y da nombre al monte más alto de la Demanda, en el
que consta que hubo ermita dedicada a este mártir oscense.
Comentar las proezas de estos santos era contadas en el mismo
escenario de los hechos referidos. Tenían, pues, el sabor de la
cercanía.
En la
Vida de Santo Domingo de
Silos se describe
teatralmente la tensión entre el Santo, que entonces era prior
de Suso, y el rey de Nájera García IV, que necesitaba allegar
recursos para la conquista de Calahorra. El rey exige que el
monasterio devuelva a la corona las donaciones que durante más
de un siglo le habían hecho a San Millán los reyes de los
pamploneses. El santo prior alega que lo que una vez se ha
ofrecido a Dios, a Dios pertenece:
Lo que una
vegada a Dios es ofrecido
nunqua en otros usos deve seer metido;
qui ende lo cambiasse serié loco tollido:
el día del Juïcio
seriéle retraído.
Si esto por ti
viene, eres mal acordado;
si otro te
conseja eres mal consejado.
Rey, guarda tu
alma, no fagas tal pecado
ca serié sacrilegio, un crimen muy
vedado.
(Vida de
Santo Domingo de Silos )
Por encima de
la firmeza del prior estaba la autoridad del abad.
Se llamaba don
Gome, o Gomesano, quien no quiere pleitos con el rey, y le
promete que sacará al prior del monasterio. Don García destierra
a Domingo de Cañas camino de Castilla, mientras que
al
condescendiente don Gome lo hace nombrar obispo de Nájera y, poco después, de Calahorra: el uno hizo carrera de santo, el otro de
político. Pues bien: esto acontecía hacia el año 1040. El mal
concepto que los monjes de San Millán guardaron del abad y luego
obispo don Gome perduraba en tiempos de Gonzalo de Berceo, dos
siglos y pico después: ya viejo escribe el
Poema de Santa Oria y Berceo no pierde la ocasión de
mencionado. En una de la visiones de la santita Oria, ésta logra
contemplar una procesión celestial en la que ve pasar a
parientes y "maestros" confesores. Ella pregunta por Don Gome y
le responden:
El obispo don
Gome non es aquí, hermana,
pero que traxo mitra es cosa mucho
llana:
tal fue como el árbol que florez e non grana.
(Poema de
Santa Oria)
Si este dato
constaba en la fuente utilizada para el poema, la vida latina de
Oria, escrita por su contemporáneo el monje Munio, no lo
sabremos mientras no se encuentre el texto de esta
Vida; lo que sí consta es que el poeta
Berceo se ha ceñido al realismo de su juicio de valor, de su
paisanaje y de sus tradiciones.
¿ERA BERCEO
POETA INGENUO?
Se ha
mantenido durante mucho tiempo que Berceo era poco menos que
poeta ingenuo, simplista; otros, comenzando por Dutton, pretenden
calificado como interesado en los dineros por aquello de
defender el pago de los Votos de San Millán.
Hoy creemos que su simplicidad
esconde una notable erudición. Y tan válida y nueva que inició
la escuela del Mester
de clerecía que
perduró, con sus variantes, más de siglo y medio de nuestra
historia literaria.
El molde en el
que se vierte este nuevo género literario, sea cortesano o
parenético, es el verso francés de catorce sílabas repartidas en
dos hemistiquios: nada de verso libre heterosilábico ni de rimas
aproximadas y acentos caprichosos, como frecuentaba el
mester de los juglares, sino rigor
aprendido y cultivado. Es el mester
de
los clérigos
doctos, que exige esfuerzo, paciencia y dominio del vocabulario.
Estos clérigos no son necesariamente hombres de iglesia, sino
hombres formados en el estudio. O más bien en el Estudio
General, en el de Palencia, que había importado maestros de
Montpellier para su puesta en marcha.
A la
pervivencia del género román
añadamos que el mester
no acababa con las reglas de
preceptiva. Incluso se acomodaba al gusto occitánico del amor
cortés, como tiene probado en su tesis doctoral mi buen amigo
Miguel Ibáñez, publicada con el título de
Gonzalo
de Berceo y las literaturas transpirenaicas,
que, tomadas a lo divino,
explican innumerables pasajes de los Loores,
el Duelo
y, sobre todo, de los
Milagros de Nuestra Señora.
Igualmente podemos
rastrear la moda occitánica en el género de las
Disputas o controversias poéticas, de
tradición culta y, a la vez, juglaresca
(de Elena y María, del agua y el
vino, del alma y el cuerpo, del cristiano y el judío, del verano
y el invierno ... ), de lo que es un ejemplo en la que titulamos en el Florilegio
Disputa entre el rey y
el prior. Este género
todavía se cultivaba a comienzos del siglo XVII:
Diálogo en endechas entre un
riojano llamado Berceo y un aragonés llamado Calatayud,
recogido en la obra de
Sandoval Fundaciones
de San Benito, editada
en 1601. Decididamente, Berceo tenía muy poco de poeta ingenuo y
mucho de saber acumulado.
¿Quién tuvo la iniciativa de este
nuevo saber en España? Mientras no se nos demuestre lo contrario
habrá que decir que Tello Téllez de Meneses nombrado obispo de
Palencia en 1208, que fue muy amigo de Alfonso VIII, que asistió
a la batalla de las Navas en 1212 y al concilio IV de Letrán en
1215. En las Navas y en Letrán coincidió con don Rodrigo Jiménez
de Rada, quien dice de él que puso en Palencia maestros de
todas las facultades. Podría haber añadido que esa iniciativa la tomó nada más ocupar
la sede de Palencia en 1212, cuando comienza a instalar a esos
maestros en los claustros de la catedral. Luego, al retomar del
Concilio de Letrán, conocería
a maestros
provenzales y se los trajo a Palencia. De todas las maneras, fue
el alma del Estudio hasta su muerte en 1246.
'MESTER
TRAIGO FERMOSO'
Aquí estudió
Berceo. Si damos por buena la hipótesis de que nuestro poeta es
el autor del Libro de
Alexandre, primer
ejemplo del Mester de
clerecía, este nuevo
estilo también se debería a Berceo.
Y
Berceo se
gloría del mester recién aprendido. Merece la pena copiar
íntegro este prólogo a toda la obra del
Mester de clerecía:
Sennores, si
quisiéredes mi servicio prender,
querríavos de
grado servir de mi entender.
Deve de lo
que sabe ome largo seer,
si non,
podrie en culpa y en rieto
caer.
Mester traigo
fermoso, non es de ioglaría,
mester es sin
pecado, ca es de clerezía:
fablar curso
rimado por la quaderna vía,
a sílavas
cuntadas, ca es gran maestría
Qui oír lo
quisiere, a todo mi creer,
avrá de mí
solaz, en cabo gran placer,
aprendrá
buenas gestas que sepa retraer:
haberlo han
por ello muchos a conocer.
(Libro de
Alexandre)
El autor del
Alexandre, sea quien sea, es consciente de
la novedad de este género (Mester traigo),
de su aprendizaje académico
(non es de ioglaria,
ca es de clerezía), de
su ritmo acentual (curso rimado),
ritmo
silábico (a sílabas cuntadas),
ritmo estrófico (quaderna
vía), de su dificultad
(ca es gran maestría),
de su provecho y
disfrute (avrá ...
solaz y placer).
Incluso insinúa la novedad de que
el autor firme la obra literaria: haberlo han por ello muchos a
conocer. Por cierto,
este afán de notoriedad es una nota típica del hombre
renacentista que ya empezaba a clarear.
Recordemos los
explicit
que traen las dos copias antiguas del
Alexandre:
Si queredes saber
quien fizo esti dictado,
Gonçalo de Berceo es por nombre clamado,
natural de Madriz, en San Myllán criado,
del abat lohan
Sánchez notario por nombrado.
(Copia de París)
Se quisierdes
saber quien escribió este dictado:
Johan Lorenzo, bon
clérigo e ondrado,
de Astorga, de mañas bien temprado.
El día de iuyzio Dios sea mio pagado.
(Copia de Osuna)
Llama la atención
que, después de tan larga serie de alejandrinos (son 2.675) se le
escapen versos cojos en el
explicit
a quien copiara el segundo
manuscrito, cosa que no ocurrió al que redactó el original.
|
|
INDICE
Prólogo,
9
PARTE PRIMERA
Berceo su tiempo y su
obra
Capítulo 1
El tiempo de
Berceo, 13
LA IGLESIA,
13
EL IMPERIO,
16
CASTILLA, 17
SAN MILLÁN,
19
Y EL NUEVO
SENTIR, 22
Capítulo 2
Berceo en
el tiempo,
27
EL ANÓNIMO
POETA DEARLANZA,27
COPIAS EN LOS
SIGLOS XIII-XV, 30
ANDRÉS DE
SALAZAR,31
AMBROSIO
GÓMEZ, 33
UN DETALLE
PERDIDO, 35
SEBASTIÁN DE
VERGARA, 36
DIEGO DE
MECOLAETA, MARTíN SARMIENTO,
TOMÁS ANTONIO
SÁNCHEZ y OTROS, 38
Capítulo 3
Las
huellas de Berceo, 43
LITERATURA
FIRMADA, 43
EL POETA EN
SU RINcÓN, 44
¿Locus
AMOENUS o LOCUS SPIRITALIS?,
50
Los MARFILES
COMO FUENTE DE INSPIRACIÓN, 51
VOCABULARIO
RIOJANO, 54
CONSTANCIAS
DOCUMENTALES, 55
|
|
Capítulo 4
Novedad del Mester, 63
ITINERARIO DE LA POESÍA,
63
EL JUEGO
DE LAS RIMAS, 64
EL
'ENCERRADO LATINO' DE LA
FILOSOFÍA, 65
HACIA
EL'ROMÁN PALADINO', 66
EJEMPLO
DE HISTORIA LOCALIZABLE
Y REALISTA, 70
¿ ERA
BERCEO POETA INGENUO?,
71
'MESTER
TRAIGO FERMOSO', 74
Capítulo 5
El
poeta en su poema, 77
¿LITERATURA ORAL O
LITERATURA ESCRITA?, 77
PUDOR DEL
POETA CLÉRIGO, 78
EL POETA
CANSADO, 81
|
|
Capítulo 6
Fuentes y afluentes, 85
OBRAS
PRIMERIZAS, 85
SERIE
HAGIOGRÁFICA, 92
SERIE
MARIANA, 95
A MODO DE
EPÍLOGO, 104
PARTE SEGUNDA
Berceo florilegio
LAS AMAZONAS
Y SU REINA, 110
MULTIPLICACIÓN DEL VINO Y EL
PAN, 113
UNA 'FAZAÑA'
DE SAN MILLÁN, 115
DISPUTA DEL
REY Y EL PRIOR, 117
ORACIÓN PARA
LOS DÍPTICOS, 122
PRÓLOGO AL
POEMA
DE
SANTA ORIA,
123
TRÁNsITO DE
SANTA ORIA, 127
EL PRADO DE
LA VIRGEN, 131
EL MONJE
BORRACHUELO, 138
EYA VELAR,
143
Notas,147
Bibliografía, 155
|
|
|