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El budismo de la tierra pura o la escuela de la tierra pura (en chino: 淨土宗; pinyin: jìngtǔzōng, japonés: jōdo) es una rama del budismo mahayana que se enfoca en alcanzar el renacimiento en una tierra pura.[1][2]Es una de las tradiciones budistas más practicadas en el este de Asia, la dominante en cantidad de seguidores en China, Corea y Japón.[3]La escuela budista de la tierra pura también es conocida como la "escuela del nembutsu" o la "escuela del loto". La práctica hoy más extendida de la tierra pura se centra en la fe al buda Amitabha (chino: Amituofo, japonés: Amida).[4]
Tierra pura es una tradición que se centra principalmente en lograr el renacimiento en una "tierra pura" de un buda, un lugar superior para entrenarse espiritualmente hacia la budeidad, ya que un buda la ha "purificado" para este propósito. En estos mundos, se puede conocer a un buda cara a cara y estudiar bajo su guía, sin las distracciones de nuestro mundo.[5]Dado que es mucho más fácil alcanzar la iluminación en uno de estos campos búdicos (debido a la naturaleza corrupta de la era actual), muchos budistas mahayana se esfuerzan por renacer en un lugar así.[5]La tierra pura más común hoy en día es la del buda Amitābha, llamada Sukhavati, la "tierra de la felicidad".[6]Aunque los budas son venerados en las tradiciones de la tierra pura y se consideran figuras salvadoras, la tradición se distingue claramente de las religiones teístas debido a sus raíces en la comprensión mahayana de la budeidad y los bodhisattvas, así como en las doctrinas budistas de vacuidad y idealismo.[7][8]
De acuerdo al historiador y budólogo Charles B Jones, las tradiciones de la tierra pura de Asia Oriental históricamente "ofrecieron una oportunidad para que personas que no pertenecían a la élite, o que se consideraban incluso moralmente malas, alcanzaran una meta equivalente al logro mismo de la budeidad: renacer en la tierra pura del buda Amitābha, saltear el normal procesamiento de su karma acumulado, escapar del samsara y alcanzar la etapa de no retroceso".[4]
Las prácticas y conceptos orientados a la tierra pura forman un componente importante de las tradiciones budistas mahayana de China (como chan, tiantai, shingon, etc.), Japón, Corea, Vietnam, los Himalayas y regiones interiores de Asia como el Tíbet.[9]En el budismo tibetano, las oraciones y prácticas que buscan el renacimiento en un campo búdico son una orientación religiosa popular, especialmente entre los laicos.[10] [11]Aunque en ocasiones el budismo de la tierra pura suele manifestarse como una escuela independiente (como en los casos del Jodo Shu y Jōdo Shinshū japoneses), no siempre que se menciona el budismo de la tierra pura se habla de una escuela per se, sino de un numeroso subconjunto de tradiciones de la rama mahāyāna del budismo.[12]
Los tres textos principales de esta tradición (los tres sutras de la tierra pura) son el Sūtra largo sobre Sukhāvatīvyūha (Sutra de la vida infinita), el Sutra Amitayurdhyana (Sutra de la contemplación) y el Sutra corto sobre Sukhāvatīvyūha (Sutra de Amitabha). El Pratyutpanna-samādhi-sūtra también es una fuente importante, particularmente para la antigua tradición tierra pura de China.[4] En la actualidad, el budismo de la tierra pura se basa principalmente en una práctica de atención plena en el Buda, llamada en chino niànfó (念佛, "recitación del Buda", japonés: nembutsu) que implica recitar el nombre de Amitabha.[4] Sin embargo, el budismo de la tierra pura también incluye un gran conjunto de otras prácticas que se realizan junto a esta recitación.[3]
El término "budismo de la tierra Pura" puede referirse a dos fenómenos religiosos. Uno de los referentes es un término colectivo para todas las prácticas y enseñanzas relacionadas con la "tierra pura" o el "campo búdico" de un buda (sánscrito: buddhakṣetra).[13]Este uso corresponde al término chino "puerta de dharma de la tierra pura" (淨土法門, pinyin: jìngtǔ fǎmén), que se refiere a una práctica espiritual o a un enfoque específico budista. Dado que este es un término genérico para todos los "métodos de la tierra pura", técnicamente incluye prácticas de muchas escuelas budistas diferentes, incluyendo tiantai, el budismo tibetano, y otras, no solo las de las "escuelas" o sectas de la tierra pura.[14]
"Budismo de la tierra pura" también se utiliza comúnmente para referirse a varias tradiciones separadas de la tierra pura que toman la práctica de la tierra pura como el elemento central de su enseñanza, a veces de forma exclusiva.[15]En el budismo chino, a menudo se considera a la tierra pura como su propio zōng (escuela), al igual que el zen, entre otros. Así, este uso corresponde al término de Asia Oriental "escuela de la tierra pura" (en chino, 淨土宗; pinyin, jìngtǔzōng). En el budismo japonés, el término se refiere más comúnmente a instituciones específicas como Jōdo-shū y Jōdo Shinshū.[14]
Otro nombre común para la escuela de la Tierra Pura en el Budismo Chino es "escuela del loto" (liánzōng 蓮宗), tomando su nombre de las diversas sociedades del loto de la tierra pura, la primera de las cuales fue fundada por Huiyuan (334–416).[16]Mientras tanto, en el budismo Japonés, otro nombre para las escuelas de la tierra pura es "escuela del nembutsu".[17]Al referirse a tradiciones que se enfocan en el renacimiento en la tierra pura de Amitabha (Japonés: Amida), los estudiosos también pueden usar el término "amidismo".[18][19]De manera similar, las fuentes tradicionales a veces hablan del "Dharma de Amida".
El término de Asia Oriental "tierra pura" o "terreno purificado" (chino: 淨土, pinyin: jìngtǔ) no es una traducción de ningún término específico del sánscrito, ya que los autores indios casi siempre utilizaron el término buddhakṣetra ("campo búdico"). Sin embargo, es posible que el término chino esté relacionado con el término sánscrito pariśuddha-buddhakṣetra ("campo búdico purificado").[20]
El origen de esta tradición puede rastrearse en sutras Mahāyāna indios que entre los siglos I a. C. y I d. C. fueron muy populares en Cachemira y Asia Central.[22] Los métodos que se enseñan en las fuentes Mahāyāna que discuten los campos de buda (buddhakṣetras) son generalmente formas devocionales mahayanas de una práctica budista clásica, conocida como "atención plena en el Buda" o "evocación del Buda" (sánscrito: buddhānusmṛti).[23]El historiador del budismo Andrew Skilton argumenta que fue la mezcla de enseñanzas Mahāyāna con tradiciones de meditación Sarvāstivādas en Cachemira lo que condujo a las prácticas meditativas que más tarde influyeron en el origen del budismo tierra pura en China.[22]
La evocación o remembranza del buda es una práctica del budismo temprano que se enseñaba ya en los primeros textos budistas. Según Paul Harrison, el término anusmṛti significa 'rememorar', 'evocar' y, por extensión, 'traer a la mente', 'tener presente' (cf. smriti, comúnmente traducido como 'atención plena', en inglés mindfulness).[24] El recuerdo del Buda era una entre varias prácticas de anusmṛti. En el Anguttara Nikaya preservado por la tradición Theravada se encuentran seis anusmṛtis o evocaciones: del Buda, del Dhamma, de la Sangha, del sila (observancia moral), del caga (renunciamiento) y de los devata (dioses).[24] En el Sutta Nipata, un brahmán seguidor de Buda, llamado Pingiya, señala que aunque su estado físico no le permite estar personalmente con Buda, "no hay momento para mí, por pequeño que sea, que esté alejado de Gotama, de este universo de sabiduría, de este mundo de comprensión. . . con constante y cuidadosa vigilancia me es posible verlo con mi mente tan claramente como con mis ojos, tanto de noche como de día. Y dado que paso mis noches reverenciandolo, no hay, en mi opinión, un solo momento pasado lejos de él".[23]
El Agama Ekottara, conservado en chino y de orígenes quizá anteriores a la tradición Mahāyāna, también contiene varios pasajes únicos sobre el buddhānusmṛti. En el Agama Ekottara III, 1 (Taisho Vol. II, p. 554a7-b9) se afirma que el buddhānusmṛti puede conducir al nirvana incondicionado, así como a poderes mágicos. Este sutra explica que el monje o monja debe sentarse y "contemplar la imagen del Tathagatha sin quitarle los ojos de encima... recordar las cualidades del Tathagatha". Las cualidades que uno contempla incluyen su cuerpo vajra, sus diez poderes, sus cualidades morales, samadhis y sabiduría (prajña).[24]
Según el estudioso de filosofía budista Paul Williams, esta práctica de "atención plena en el Buda" terminó ganando una gran importancia dentro del budismo Mahāyāna, con su cosmogonía expandida que sostiene que existe un número infinito de Budas y bodhisattvas que viven en una infinita cantidad de campos de Buda diseminados por todo el universo. La práctica de la atención plena del practicante dirigida a los Budas llegó a ser vista como una forma de contactar a estos Budas vivientes y alcanzar la iluminación.[23]
Por ejemplo, el Saptaśatikā Prajñāpāramitā Sūtra (Sutra de la perfección de la sabiduría en 700 líneas) establece que a través del 'samadhi de un solo acto' uno puede alcanzar rápidamente la iluminación:
Los meditadores deben vivir en reclusión, desechar los pensamientos discursivos, no apegarse a la apariencia de las cosas, concentrar sus mentes en un Buda y recitar su nombre con determinación. Deben mantener sus cuerpos erguidos y, mirando en la dirección de ese Buda, meditar en él continuamente. Si pueden mantener la atención plena en el Buda sin interrupción alguna, entonces podrán ver al mismo tiempo a todos los Budas del pasado, del presente y el futuro.[23]
Una idea relacionada con esta budología Mahāyāna era que a través de la conducta, adoración y meditación adecuadas, uno podía llegar a renacer en el campo de Buda de uno de estos Budas.[24]
A lo largo de su historia, el budismo de la tierra pura se ha centrado principalmente en lograr el renacimiento en una "tierra pura" o "campo de Buda" (sánscrito: buddhakṣetra) lo que, en términos generales, se refiere al área de influencia de un Buda.[23] Se considera que es un lugar superior para entrenar espiritualmente en pos de la plena budeidad, ya que, con ese propósito, ese espacio ha sido "purificado" mediante la compasión de un Buda, y allí uno puede encontrarse con él o ella cara a cara y estudiar bajo su guía.[23]
En la cosmología más expansiva del mahayana, existen infinitos budas, y cada uno tiene un campo de actividad donde enseñan y guían a los seres sintientes hacia el despertar. Esta actividad de enseñanza es la manera en que los Budas y bodhisattvas "purifican" sus campos búdicos. La misma existencia de un campo búdico depende de los actos de un bodhisattva en su camino hacia la budeidad.[25]Según Jan Nattier, estas ideas pueden haber surgido a partir de experiencias meditativas que proporcionaron a ciertos meditadores "visiones de un universo mucho más vasto de lo que se había supuesto anteriormente", con muchos sistemas mundiales, algunos de los cuales contenían otros budas. Esto introdujo la posibilidad de que uno pudiera renacer en estos campos búdicos.[26]
Los mahayanistas indios también sostenían que estos campos búdicos poseían un esplendor y una pureza que coincidían con la pureza de la mente del buda.[27]Los seres sintientes que renacen en estos campos búdicos puros debido a su buen karma también contribuyen al desarrollo de un campo búdico, al igual que los bodhisattvas que pueden viajar allí. Por lo tanto, estos campos búdicos son lugares poderosos que son muy ventajosos para el progreso espiritual.[25]Según Jan Nattier, el deseo de renacer en un campo búdico pudo haberse vuelto popular en la India debido a la idea común de que el camino del bodhisattva era muy difícil e implicaba mucho sufrimiento y sacrificio personal. También se consideraba que duraba un tiempo muy prolongado; en algunas formulaciones, dura tres eones incalculables (asamkhyeya kalpas), lo que implicaría pasar millones de vidas en el camino.[26]
No todos los campos de buda aparecen como perfectamente "puros", y algunos sutras Mahayana hablan de tres tipos de campos búdicos: impuros, puros y mixtos. Así, un campo búdico impuro (como este mundo, llamado Sahā—"el mundo a ser soportado"—que es el campo de Buda Shakyamuni), incluye a no budistas, personas inmorales, etc. Por otro lado, los campos búdicos purificados, como el de Amitabha, son descritos como lugares hermosos, cubiertos de berilo y oro, sin ninguna suciedad ni maldad.[28]Sin embargo, diferentes textos mahayana explican la naturaleza del campo búdico de Shakyamuni de diferentes maneras. Según Paul Williams, algunos sutras adoptan la visión de que el campo búdico de Shakyamuni es impuro porque, debido a su vasta compasión, trabaja para ayudar a todos los seres, incluso los más impuros. Así, mientras algunos Budas como Amitabha enseñan a los seres que aspiran a nacer en sus campos búdicos puros, otros Budas (como Shakyamuni) "juran aparecer como budas en reinos impuros, campos búdicos contaminados, debido a su gran compasión"[29]Esta es la visión del campo búdico de Shakyamuni que se encuentra en el Sutra del Loto.[29]
Según el Sutra de Vimalakirti, este mundo aparentemente impuro, el campo búdico de Shakyamuni, es en realidad un campo búdico purificado. Solo parece ser impuro porque las mentes de los seres sintientes lo perciben como tal. Como explica Williams, esta visión es que: "La impureza que vemos es el resultado de una conciencia impura y también de la compasión del buda al crear un mundo en el que los seres impuros puedan crecer. Así, la verdadera forma de alcanzar una Tierra Pura es purificar la propia mente."[29]
El Sutra del Pratyutpanna Samādhi ofrece una de las primeras descripciones de la práctica de recitar el nombre de Amitābha como método de meditación. Este sutra es uno de los primeros sutras Mahayana traducidos al chino (eventualmente fue traducido al chino cuatro veces). El sutra se centra en "la meditación (samadhi) de quien se encuentra (avasthita) en presencia (sammukha), de los Budas del presente (pratyutpanna)" (pratyutpanna-buddha-sammukhavasthita-samadhi).[30]
El Sutra del Pratyutpanna Samādhi también contiene la referencia textual más temprana a Amitābha, aunque el contexto de la referencia deja claro que el pratyutpanna samādhi no está destinado exclusivamente a encontrarse con Amitābha, sino que puede usarse para encontrarse con cualquier buda presente.Según el Pratyutpanna, el practicante debe primero adherirse estrictamente al código moral budista y luego entrar en un retiro solitario, donde concentran sus pensamientos en el Buda Amitābha. Esta práctica debe realizarse durante varios días o incluso hasta tres meses, hasta que el practicante tenga visiones del Buda (ya sea estando despierto durante el día o en sueños), momento en el cual pueden adorar a Amitābha y recibir enseñanzas.[31]En el sutra, el buda Amitābha dice a los bodhisattvas: "Si deseas venir y nacer en mi mundo, debes siempre llamarme a la mente una y otra vez, debes mantener siempre este pensamiento en la mente sin cesar, y así lograrás venir a nacer en mi mundo".[32]
Según el sutra, estas visiones no son el resultado del ojo divino (u otros poderes mágicos), sino que los budas aparecen en la visión del meditador.[30]El sutra también busca explicar cómo es posible tener estas visiones y cuál es su naturaleza. Según el sutra, la naturaleza de las visiones es similar a los sueños y afirma que son posibles porque todos los fenómenos son vacíos y creados por la mente (es decir, defende un idealismo): "este triple mundo no es más que pensamiento. Esto se debe a que, como yo discrimino las cosas [sánscrito: vikalpayati, construir mentalmente], así aparecen".[30]
El sutra también vincula este samadhi visionario con la realización de la vacuidad, declarando que "aquel que obtiene el samadhi de la vacuidad concentrándose así en el tathagata sin aprehenderlo, es conocido como quien recuerda al buda".[30]Por lo tanto, según el sutra, los budas deben ser entendidos como similares al espacio vacío y no existir de una manera sustancial u objetiva, ya que son vacíos, como todos los dharmas, de existencia inherente (svabhavena sunya).[30]
Los dos sutras indios más importantes para la tradición de la tierra pura del este son el Sutra Largo de Sukhāvatīvyūha y el Sutra Corto de Sukhāvatīvyūha.[33]Estos sutras describen a Amitābha (cuyo nombre significa "Luz Inconmensurable") y su campo búdico puro, Sukhavati (que se dice que supera a todos los campos).[34]También discuten sus diversos votos de bodhisattva, centrándose en su campo búdico y explicando cómo alcanzó la budeidad. Como escribe Williams, el sutra largo afirma que "aquellos que confían sinceramente en Amitābha y desean renacer en su tierra pura solo necesitan invocar el nombre de Amitābha diez veces y renacerán allí, siempre que no hayan cometido ninguno de los cinco grandes crímenes: matar al padre o a la madre, matar a un Arhat, dañar a un Buda, causar cisma en la sangha o haber calumniado el Dharma."[35]
Según el sutra largo, aquellos que deseen renacer en Sukhavati deben despertar el bodhicitta (la mente del despertar), meditar en Amitābha, escuchar y recitar su nombre, orar para renacer en Sukhavati y acumular mérito. Entonces, en el momento de la muerte, Amitābha aparecerá ante aquellos que hayan practicado sinceramente y deseado renacer allí, y los guiará hacia Sukhavati.[36]Los bodhisattvas que lleguen a Sukhavati desde otros lugares también podrán alcanzar el estado de "una vida más" (la etapa final antes de alcanzar la budeidad) y tendrán la capacidad de renacer desde Sukhavati en otros mundos para ayudar a los seres. Además, desde Sukhavati, los seres podrán visitar los campos de muchos otros Budas. Así, este campo búdico facilita significativamente el logro de la iluminación.[36]
Según Julian Pas, los sutras de Sukhāvatīvyūha fueron compuestos durante los siglos I y II d.C. Andrew Skilton señala que las descripciones de Sukhavati en estos sutras sugieren que originalmente se utilizaban para la meditación.[37]Según Hajime Nakamura, el Sutra Largo del Sukhāvatīvyūha pudo haber sido influenciado por la escuela Lokottaravāda, ya que comparte muchos elementos con el Mahāvastu.[38]
En el Sutra Largo del Sukhāvatīvyūha, el Buda Gautama comienza describiendo a su asistente Ānanda una vida pasada del Buda Amitābha. Indica que en una vida anterior, Amitābha fue un rey que renunció a su reino y se convirtió en un bodhisattva monástico llamado Dharmākara ("Tesoro del Dharma"), quien desarrolló el deseo de alcanzar la budeidad para ayudar a todos los seres.[39][40]También aspiró a crear el campo búdico más perfecto como el lugar ideal para alcanzar el despertar. Bajo la guía del Buda Lokeśvararāja ("Rey Soberano del Mundo"), se revelaron a Dharmākara innumerables tierras búdicas en las diez direcciones. Después de meditar durante cinco eones sobre cómo disponer el campo búdico perfecto, formuló una serie de cuarenta y ocho grandes votos y, a través de su inmenso mérito, creó el reino de Sukhāvatī ("Bienaventuranza Suprema").[39][40]
Charles B. Jones describe algunos de los elementos más importantes de estos votos de bodhisattva de la siguiente manera:
Este campo búdico será accesible para todos los seres que aspiren a renacer allí, incluso durante "diez momentos de pensamiento" (voto 18), cultiven todas las virtudes (voto 19) y, si al escuchar su futuro nombre, Amitābha, ellos dedican el mérito de sus prácticas para lograr el renacimiento (voto 20). Él aparecerá personalmente ante esos seres en el momento de su muerte (voto 19). Una vez nacidos en su campo búdico, tendrán muchas de las habilidades y características corporales de un buda completamente despierto, como el ojo divino, el oído divino y la capacidad de leer la mente de otros (votos 6, 7, 8), así como las 32 marcas corporales de un Buda (voto 21). Los requisitos de que los seres primero perfeccionen todas las virtudes y obtengan tales habilidades y características antes de lograr el renacimiento podrían llevar a pensar que son efectivamente budas al llegar, pero otros votos aclaran que el propósito del renacimiento en este campo búdico es la adquisición de la budeidad. A los seres nacidos allí se les promete tiempo ilimitado para practicar (voto 15), nunca perecerán ni caerán en un renacimiento inferior (voto 2) y lograrán la budeidad con certeza (voto 11).[41]
El sutra luego afirma que Amitābha ha alcanzado la budeidad y, por lo tanto, estos votos se han cumplido. También describe en detalle la naturaleza de la "tierra de paz y bienaventuranza", su belleza, magnificencia y características confortables, así como la forma en que los diversos elementos de la tierra enseñan el Dharma a todos los seres allí presentes.[42]El sutra largo también menciona que los seres con poco logro o virtud pueden alcanzar la tierra pura, aunque también afirma que la forma y el lugar donde nacerán una vez dentro de la tierra pura están correlacionados con su nivel de logro.[43]
El Akṣobhya-vyūha sūtra es la principal fuente de la tradición del Buda Akṣobhya y su campo de buda, Abhirati. También es uno de los sutras mahāyāna más antiguos conocidos.[44]Nattier señala que este sutra no recomienda la budeidad para todos los seres en Abhirati, sino que algunos están luchando por alcanzar el estado de un arhat y lo lograrán allí. Además, en este sutra, los bodhisattvas no alcanzan la budeidad en Abhirati, sino que avanzan en el camino hasta estar listos y luego nacen en otro mundo que carece del budismo para alcanzar la budeidad allí.[45]Nattier señala que este campo de buda es similar a nuestro mundo, pero carece de los tres reinos inferiores y hay poco sufrimiento, incluso en el reino humano.[46]
Según el Akṣobhya-vyūha, alcanzar el renacimiento en Abhirati es difícil. Nattier señala que "se requiere una gran cantidad de mérito", y, por el contrario, no se requiere un acto devocional hacia el buda Akṣobhya.[45] Uno debe cultivar las raíces correctas del mérito y purificar su conducta.[47]Aquellos que deseen nacer en Abhirati deben hacer un voto de renacer allí, dedicar todo su mérito para renacer en Abhirati, no ser egoístas, aprender meditación y encontrarse con personas santas. Deben practicar la visualización de los Budas en sus campos de Buda y hacer un voto de ser como ellos.[48]
El Sutra de Vimalakīrti se enfoca principalmente en la sabiduría (prajñā), pero incluye varias discusiones sobre la naturaleza de nuestro mundo (que es el campo de de Śākyamuni) y cómo parece impuro, pero en realidad es puro. Esta discusión fue ampliamente citada por fuentes posteriores de tierra pura en China.[49]El sutra también contiene un capítulo en el que el campo de buda de Akṣobhya juega un papel clave. El Sutra de Vimalakīrti establece que la purificación de un campo de buda ocurre a través de la purificación de nuestras mentes: "si el bodhisattva desea adquirir una tierra pura, debe purificar su mente. Cuando la mente está pura, la tierra pura será pura".[50] Cuando el discípulo del Buda, Śāriputra, cuestiona la naturaleza de este mundo que parece impuro, el Buda responde que solo parece impuro para ciertos seres, ya que sus mentes son impuras. El Buda luego toca el suelo con su pie y todo el mundo aparece de manera hermosa y radiante para Śāriputra. El Buda entonces afirma que su campo de Buda siempre ha sido puro.[50]
En contraste con este punto de vista, el Sutra del Nirvana afirma que el Buda Śākyamuni tiene su propia tierra pura, que no es este mundo, sino que está a muchos mundos de distancia y se llama "Insuperable" (Chː wúshèng 無勝). El Buda se manifiesta desde esta tierra pura en nuestro mundo para enseñar el Dharma.[51]
Las enseñanzas relacionadas con los campos de Buda se discuten en varios tratados Mahāyāna, incluidos algunos que se han atribuido a maestros indios como Nāgārjuna y Vasubandhu.[52]Un texto atribuido a Nāgārjuna, el Dasabhumika-vibhāsā (Chino: Shí zhù pípóshā lùn 十住毘婆沙論, T.1521), que solo existe en chino, contiene un capítulo que afirma que hay muchas puertas para la práctica budista y que el camino fácil es el de estar constantemente atento a los Budas, especialmente a Amitābha.[53] Este capítulo (número 9, "Capítulo sobre la práctica fácil"), que se centra en cómo el renacimiento en la Tierra Pura de Amitābha es un camino relativamente más fácil de seguir, fue ampliamente citado por los autores de la escuela tierra pura en Asia Oriental.[54]
El maestro indio Yogācāra Vasubandhu, es acreditado con la autoría de los cortos Versos de la Aspiración: Un Upadeśa sobre el Sutra de Amitāyus (Chː Wúliángshòujīng yōupótíshè yuànshēng jié 無量壽經優婆提舍願生偈, T.1524), un comentario sobre el Sukhāvatīvyūha corto que describe una práctica de cinco partes que podría haber sido utilizada como un ritual de meditación.[54]
Otro maestro Yogācāra, Asanga, el hermano de Vasubandhu, también discute la idea del renacimiento en un campo de buda en su Mahāyānasaṃgraha. Según Asanga, las afirmaciones de los sutras que dicen que uno puede renacer en un campo de Buda simplemente deseándolo o simplemente recitando el nombre de un Buda no deben tomarse literalmente. En su lugar, la intención del Buda al decir tales cosas era alentar a los perezosos e indolentes que no eran capaces de practicar el Dharma correctamente.[55]
El Dà zhìdù lùn (Gran discurso sobre la Perfección de la Sabiduría, T.1509), traducido por Kumārajīva y su equipo de eruditos, es una obra comentarial extensa sobre la prajñaparamita. Su sección 92 se titula "Capítulo sobre la purificación de un campo de Buda" y contiene una gran discusión sobre la naturaleza de los campos de buda y cómo alcanzar el renacimiento allí.[49]
Las sūtras mahayana que enseñan los métodos de la tierra pura fueron traídas de la región de Gandhara a China ya en el año 147 d. C., cuando el monje indo-kusano Lokakṣema comenzó a traducir los primeros sūtras budistas al chino.[56]Estos incluyen el Akṣobhya-vyūha y el Pratyutpanna Samādhi Sūtra.[57] Las primeras de estas traducciones muestran evidencia de haber sido traducidas del idioma gāndhārī, un idioma prácrito.[58] También hay imágenes de Amitābha con los bodhisattvas Avalokiteśvara y Mahāsthāmaprāpta que fueron hechas en Gandhara durante la era kushán.[59]
Algo más tarde, el maestro Kumārajīva (344-413 d. C.) tradujo el Sukhāvatī-vyūha corto (Taisho tripitaka no. 366) y otros traductores chinos también tradujeron el Sukhāvatīvyūha Sūtra largo, siendo el más popular el de Buddhabhadra (c. 359-429 d. C.). Con el tiempo, los tres sūtras principales de la tradición tierra pura china se fueron los dos Sūtras de Sukhāvatīvyūha, y la Sutra de la Contemplación de Amitayus.[60]
En cuanto al Sutra de la Contemplación de Amitāyus (Chː Fóshuō guān wúliàngshòufó jīng), los estudiosos modernos ahora consideran que es una composición china. No se ha descubierto ningún texto sánscrito, no existen traducciones tibetanas y el texto también muestra influencias chinas, incluidas referencias a traducciones anteriores de textos de tierra pura. Los estudiosos modernos generalmente aceptan que el texto describe una meditación que se practicaba en Asia Central.[61]
Estos tres sutras de la tierra pura son considerados los principales "tres sutras de la tierra pura" en el budismo tierra pura de Asia Oriental. En el budismo de la tierra pura chino, estos tres se combinan con otras tres fuentes son:[62][63][64]
Además de estos sutras y tratados, muchos otros textos Mahāyāna también presentan a Amitābha, y se han identificado un total de 290 de estas obras en el Taishō Tripiṭaka.[67]
Las enseñanzas de la tierra pura se hicieron prominentes por primera vez en China con la fundación del Templo Donglin en el Monte Lu (en chino, 廬山) por el monje Lushan Huiyuan (慧遠) en 402. Huiyuan invitó a conocidos literatos a estudiar y practicar el budismo allí, donde formaron la Sociedad del Loto Blanco (Báiliánshè 白蓮社).[68]También mantuvo correspondencia con Kumārajīva.[69]
Huiyuan y la comunidad del Monte Lu se centraron en la práctica de la atención al Buda Amitabha tal como se enseña en el Pratyutpanna Samādhi Sūtra.[70]Los miembros del Loto Blanco también prometieron ayudarse mutuamente a alcanzar "el reino espiritual" u "el oeste".[71]Hoy en día, el Monte Lu es considerado uno de los sitios religiosos más sagrados de la tradición budista de la tierra pura.[72]
Sin embargo, académicos como Charles B. Jones han cuestionado si Huiyuan estaba realmente interesado en la práctica de nianfo como una forma de obtener renacimiento en la tierra pura. Señala que sus cartas a Kumārajīva no mencionan este objetivo y que la biografía de Huiyan en el Gāo sēng zhuàn (Biografías de monjes eminentes, T.2059, c. 519) no nombra la tierra pura de Sukhavati.[73]Huiyuan elogió a nianfo, y se le atribuye haber dicho que "el samadhi de nianfo es preeminente por la altura del mérito y la facilidad de la práctica".[74]Durante el curso posterior del budismo de la tierra pura, Huiyuan comenzó a ser visto como un patriarca del budismo de la tierra pura que había alcanzado el renacimiento en la tierra pura y había tenido visiones de Amitabha.[75]
Otra figura influyente durante este tiempo fue el maestro de la escuela Dilun (una rama de Yogachara china) Jingying Huiyuan (523-592), el primer autor chino en escribir comentarios al Sutra Amitayus y al Sutra de la Contemplación. Sus comentarios siguieron siendo influyentes en tiempos posteriores.[76][77] Huiyuan etiquetó la enseñanza de la tierra pura del Sutra de la Contemplación como "la rueda del dharma de la enseñanza repentina" ya que permite a las personas comunes entrar en la etapa de no retroceso.[77] La práctica de la conmemoración del Buda (nianfo) también fue enseñada por la figura muy influyente del budismo Tiāntái, Zhìyǐ (538-597). Su Móhē zhǐguān, enseña el "samadhi de caminar constantemente" (cháng xíng sānmèi) que se basa en el Pratyutpanna Samādhi Sūtra. Esta práctica implica circunvalar un altar mientras se visualiza una imagen detallada de Amitabha y se recita el nombre de Amitabha mientras también se trabaja para darse cuentra de la vacuidad.[78]
Según Jones, los primeros autores de la tierra pura en China discutieron y debatieron tres puntos de vista diferentes: (1) las personas comunes podrían nacer en Sukhāvatī, (2) solo los bodhisattvas avanzados podrían llegar a Sukhāvatī, (3) los practicantes de la tierra pura alcanzan cualquier tipo de tierra que corresponde a la pureza de sus mentes.[79] Con el tiempo, la opinión 1 ganó sobre las demás, tanto que, según Jones, el elemento más esencial de la enseñanza de la tierra pura en China es la idea de que la gente común podría alcanzar los objetivos más altos a través de prácticas simples de tierra pura. Este movimiento fue ampliamente aceptado por los laicos. Recibió una respuesta mixta de la comunidad budista china en general y llevó a generaciones de escritos y apologías de la tierra pura.[80]
La China del siglo VII vio un rápido crecimiento del culto a Amitabha. Esto está atestiguado por el registro arqueológico. Por ejemplo, se erigieron más de 144 imágenes de Amitabha y Avalokitesvara en China durante este tiempo, mientras que antes hay menos ejemplos de este tipo. Este rápido crecimiento ocurrió durante la vida de los tres patriarcas de la tierra pura: Tanluan, Daochuo (Tao-ch’o; 562-645) y Shandao (Shan-tao; 613-81).[81]
Las enseñanzas y los métodos basados en el recuerdo de Amitabha se difundieron rápidamente por toda China gracias a la obra de figuras como estos patriarcas.[82] También es en los escritos de estos patriarcas donde se promovió la idea de que las personas comunes podían alcanzar la tierra pura.[83]
El primer patriarca Tanluan es conocido por su comentario sobre el Tratado de la Tierra Pura de Vasubandhu. Tanluan argumenta que en su era se había vuelto demasiado difícil practicar el camino del bodhisattva confiando en el "poder propio" y que, en cambio, era necesario confiar en el "otro poder", es decir, el poder del buda Amitabha. Según Tanluan, a través de la fe en este otro poder, uno puede alcanzar la iluminación con relativa facilidad.[84] Tanluan describe una meditación detallada de visualizar al Buda Amitabha y recitar su nombre con fe sincera. Vio el nombre del buda como algo que tiene el poder de conectarnos con la sabiduría del Buda y su reino inconcebible.[85][86]
Esta práctica tiene el poder de purificar la mente de todas las tendencias malignas, ya que invoca el poder de Amitabha. Por lo tanto, incluso la peor de las personas puede salvarse a través de este método. Según Tanluan, una vez que uno llega a la tierra pura y alcanza la iluminación allí, su propósito debe ser manifestarse en este mundo como bodhisattva para ayudar a todos los seres.[87]Tanluan predicó su doctrina, que tenía un gran potencial de atractivo masivo, a monásticos, laicos, budistas y no budistas.[86]
La siguiente influencia importante fue Daochuo, quien promovió la visión de que el mundo estaba entrando en los "últimos días del Dharma" (chː mòfǎ 末法). En esta era, el "camino de los sabios" (shèngdào) que se basa en el camino budista clásico y en el "poder propio" (zìlì 自力) ya no era efectivo.[88]En cambio, el método más efectivo ahora era "arrepentirnos de nuestros pecados, cultivar virtudes y pronunciar el nombre del Buda" para renacer en la tierra pura.[87] Daochuo llamó a esto "el camino del renacimiento en la tierra pura" (wǎngshēng jìngtǔ 往生淨土) y lo asoció con el "otro poder" (tālì 他力) de Amitabha.[88]En respuesta a sus críticos, Daochuo dijo que la tierra pura era una verdad convencional, un medio hábil enseñado por los Budas para el beneficio de los seres.[89] Daochuo también sostuvo que aquellos que habían escuchado las enseñanzas de la tierra pura ya habían cultivado buenas raíces de karma en vidas pasadas, así como bodhicitta, por lo tanto, ya tenían el mérito necesario para alcanzar la tierra pura.[90]
Shandao (siglo VII) fue un estudiante de Daochuo que vivió en la antigua capital de Chang'an y se centró en difundir las enseñanzas de la tierra pura entre la gente común. Se dice que tuvo muchos seguidores y que copió y distribuyó numerosos sutras y sus pinturas de la tierra pura.[91]Según Jones, "fue Shandao quien afirmó clara y completamente que los seres ordinarios pueden alcanzar el renacimiento en la tierra pura a través del poder del voto de Amitabha."[90]
Shandao escribió un extenso comentario sobre el Sutra de la Contemplación, que consideraba que se enseñaba para el beneficio de la gente común.[92]Según Shandao, para alcanzar la tierra pura, uno debe tener una profunda y sincera confianza en Amitabha y un deseo de renacer en su tierra, y luego realizar las cinco formas de práctica religiosa. Recitar el nombre de Amitabha es la práctica principal, que se apoya en las prácticas auxiliares de cantar los sutras de la tierra pura, la visualización y meditación en Amitabha, la adoración y reverencia a Amitabha y la alabanza y ofrenda.[92]Si bien Shandao enseñó estas prácticas auxiliares, también sostuvo que recitar el nombre de Amitabha diez veces era suficiente para renacer en la tierra pura.[93]
Jones señala que fue Shandao quien promovió la centralidad de la recitación oral del nombre de Amitabha como la práctica principal. Los patriarcas anteriores no se habían centrado en este aspecto y habían interpretado la palabra nian-fo de manera diferente.[94]Jones señala que el término niàn 念 puede significar tanto contemplar como recitar.[95]Otro desarrollo doctrinal importante de Shandao fue la idea de que el poder de los votos de Amitabha no solo estableció la tierra pura, sino que también hace que incluso los seres más depravados renacieran allí. Los patriarcas anteriores solo habían sostenido que el poder de Amitabha simplemente creó la tierra pura, donde los seres renacerían de acuerdo con su propio mérito espiritual.[93]Mientras tanto, Shandao escribió que era "totalmente debido al poder de los votos de Amitabha" que alguien podía alcanzar el renacimiento en Sukhavati, que también aparecía igualmente como un sambhoghakaya (cuerpo de recompensa) para todos los seres, sin importar cuán depravados fueran.[93]
El discípulo de Shandao, Huaigan (m. 699) también fue una figura importante. Según Jones, su Tratado que explica una serie de dudas sobre la tierra pura, (Shì jìngtǔ qúnyí lùn 釋淨土群疑論, T.1960) "agregó una gran profundidad filosófica al marco básico de Shandao."[96]La obra explica cómo el poder del buda puede anular el karma negativo de un individuo y permitirle ver la tierra pura y renacer allí entre los grados más bajos. No rechaza las prácticas y logros de alto nivel (y la idea de que conducen a rangos más altos en la tierra pura), pero también argumenta la idea de que incluso las personas más corrompidas también entrarán en la tierra pura como parte de aquellos del grado más bajo de renacimiento.[97]
Otro texto influyente escrito durante la época de Huaigan fue el Discurso sobre diez dudas sobre la tierra pura (Jìngtǔ shí yí lùn 淨土十疑論, T.1961). Este texto se atribuyó a Zhiyi, pero no puede ser de él según Jones ya que es influenciado por las ideas de Huaigan, Tanluan y Daochuo.[97]
En China, las prácticas de la Tierra Pura siempre se han considerado históricamente como un método que podía integrarse junto con las prácticas de otras tradiciones budistas. Por ello, muchos estudiosos modernos argumentan que no existió una "escuela" (zōng 宗) independiente de la Tierra Pura en China; más bien, la Tierra Pura se practicaba como parte integral de otras "escuelas" como Tiantai, Vinaya y Chan.[98][99][100] Según Charles B. Jones, la Tierra Pura se describía más frecuentemente en fuentes chinas premodernas como un "puerta del dharma" (fǎmén 法門), es decir, un camino o método de práctica. Algunos budistas chinos podían haber utilizado la práctica de la Tierra Pura como su práctica principal o única, mientras que para otros era un método subsidiario.[101][102]
La cosmología, soteriología y rituales de tierra pura siempre han formado parte del budismo chino en general. La concepción moderna de una "escuela" de la tierra pura china independiente y autoconsciente, con su propio patriarcado y enseñanzas, así como la noción asociada de un sincretismo entre Chan y Tierra Pura, han sido influenciadas por el budismo japonés.[103]En realidad, las prácticas de Tierra Pura y Chan/Zen se han considerado históricamente, y a menudo todavía se ven, como mutuamente compatibles, sin hacer distinciones marcadas.[104]Los budistas chinos han visto tradicionalmente la práctica de la meditación chan (zen) y la práctica de la recitación del nombre de Amitābha como métodos complementarios e incluso análogos para alcanzar la iluminación.[104]
Más tarde, algunos maestros chinos de la tierra pura se vieron obligados a defender el budismo de la tierra pura frente a las críticas de la creciente tradición budista chan y a reposicionar la tierra pura en el nuevo panorama budista.[105]Una figura importante en este sentido fue el monje Cimin (c. 680–74), conocido por haber visitado la India. Cimin defendió el budismo de la tierra pura de las críticas de los maestros chan.[106]Los principales puntos de contención de Cimin se encuentran en su obra Lueh chu-ching lun nien-jo fa-men wang-sheng ching-t 'u chi (Colección que resume varios sutras y tratados sobre métodos de contemplación del Buda y renacimiento en la Tierra Pura). Para Cimin, los maestros de chan que criticaban la tierra pura eran personas arrogantes y no iluminadas que negaban los sutras budistas básicos a favor de su propio enfoque limitado en la concentración meditativa.[105] En contraste, Cimin recomendaba "nienfo, el canto de sutras y la invocación de los bodhisattvas, además del vegetarianismo", como estructura básica de la práctica de la tierra pura.[105]
Otra figura clave en el debate entre la tierra pura y el Chan fue Fei-hsi (siglo VIII). Sus obras, como Nienfo sanmei paowang fun (Tratado sobre la Contemplación del Buda como el Rey Joya de la Meditación), son más conciliadoras con la perspectiva chan. Fei-hsi argumentó a favor de la unidad de la práctica del método de nianfo de la tierra pura y el chan, utilizando la doctrina clásica de huayan sobre el principio y los fenómenos.[107] El método de Fei-hsi se basa en el poder del Buda, cuya actividad permite al practicante de la tierra pura entrar en el ámbito de la última realidad.[108]
Fazhao (fallecido c. 820) tuvo una gran influencia al incrementar la popularidad de la tierra pura en la corte imperial. Fazhao es conocido por estandarizar el canto chino de na-mo a-mi-tuo fo ("homenaje al Buda Amitabha"), el cual llegó a ser conocido como "el nianfo".[109]Yongming Yanshou (904–975) es una de las muchas figuras que enseñaron la unidad del budismo chan con la práctica de la tierra pura. Para Yanshou, lso dos realmente trabajan para lo mismo: la mente pura, ya que la tierra pura es simplemente la mente pura. Además, para Yanshou, ambos métodos son formas de cortar el aferramiento al yo, ya que el abandono del "poder propio" no es otra cosa que la enseñanza budista del no-yo.[106]
Según Charles B. Jones, "gran parte del pensamiento de la tierra pura se desarrolló dentro de la escuela tiantai durante la dinastía Song".[110]Jones señala que monjes como Shěngcháng (省常, 959–1020), Cíyún Zūnshì (慈雲尊式, 964–1032) y Zhīlǐ, fueron "instrumentales en la fundación de sociedades para la conducta pura y el nianfo vocal".[110]Otra figura importante de la era Song fue Zhanran Yuanzhao (1048-1116). Inicialmente un maestro de la línea Nanshan de la escuela de vinaya, Yuanzhao más tarde se convirtió a la tierra pura. También escribió un comentario sobre el Sutra de la Contemplación, basándose en las obras de autores previos como Zhiyi y Shandao.[111]
Una mezcla más completa de chan, tierra pura y aprendizaje doctrinal (asociada con escuelas como tiantai y huayan) se hizo popular durante las dinastías Ming y Qing, especialmente a través del trabajo de Yúnqī Zhūhóng (雲棲祩宏, 1535-1615).[106]Él fue una de las figuras más influyentes de la dinastía Ming, junto con el poeta escolar Yuán Hóngdào (袁宏道, 1568–1610).[112] Ouyi Zhixu (Ǒuyì Zhìxù 藕益智旭, 1599–1655), fue otro autor importante de la Tierra Pura durante la dinastía Ming.[113] Otro autor importante fue el monje de la dinastía Yuan, Tianru Weize (天如惟則, c. 1286?–1354), quien escribió un diálogo llamado Preguntas sobre la Tierra Pura (Jìngtǔ huòwèn 淨土或問, T.1972).[114]
Durante la dinastía Qing (1644–1912), varios autores también sintetizaron el pensamiento huayan con la práctica de la tierra pura. Los promotores más influyentes del sincretismo Huayan-Nianfo fueron el monje Baiting Xufa (1641–1728) y el letrado laico Peng Shaosheng (彭紹升, 1740–1796).[115][116]Estas figuras promovieron generalmente la práctica del nianfo respaldada por las enseñanzas del sutra Avatamsaka y la metafísica huayan. Para Peng Shaosheng, Amitabha y Vairocana (el Buda del Avatamsaka) eran idénticos, y Sukhavati era igualmente idéntica la tierra pura de Vairocana.[116]
En la China moderna, la práctica de la tierra pura sigue siendo influyente entre los budistas. Varios personajes contemporáneos han promovido la tierra pura como práctica principal, e incluso como una tradición independiente. El Maestro Yìnguāng (1861-1941) fue especialmente influyente en el renacimiento moderno de la tierra pura.[117]Fue tan influyente en su tiempo que se le llegó a conocer como "el pilar y guía de la tierra pura contemporánea" y "el constructor de la escuela de la tierra pura".[118] Por ello, pronto fue reconocido por sus contemporáneos y seguidores como el "decimotercer patriarca" de la tierra pura china.[118]
Otra figura clave en el renacimiento de la Tierra Pura fue Yáng Wénhùi (1837-1911), quien publicó los escritos de Shandao en su casa de publicación de sutras de Jinling, después de recuperarlos de Japón (escritos que habían estado perdidos durante mucho tiempo en la China continental).[119]
Otras figuras importantes incluyen al Venerable Jìngkōng (1927–2022) y al Venerable Guang Qin (1892-1986).[117]Otro maestro moderno es Da’an, abad del Templo Donglin (Jiujiang) en el famoso Monte Lu.
Una organización única de la Tierra Pura china que ha surgido es la Escuela Prístina de la Tierra Pura, del Maestro de Dharma Huijing (1950-) y el Maestro del Dharma Jingzong (1966-, abad del Monasterio Hongyuan). Esta tradición se centra exclusivamente en el estudio y la práctica de la tierra pura, basada en las obras de Shandao.[120]Otra organización reciente es la asociación de la tierra pura Hwadzan, con sede en Taipéi. Son conocidos por utilizar internet como medio para difundir las enseñanzas de la tierra pura.[121]
Durante el período Nara (710–794), varios monjes enseñaron nianfo (japonés: nenbutsu) y escribieron sobre la práctica de la tierra pura. Entre ellos estaban Chikō (709–770 o 781) de la escuela sanron (madhyamaka) y Zenju (723–797) de la escuela hossō (yogācāra). Los escritos de Chikō enseñan el nenbutsu oral y visualizado, con el objetivo principal de alcanzar el samadhi, pero también el renacimiento en la tierra pura.[122]Durante el período Heian, la práctica de la tierra pura continuó desarrollándose en los monasterios de la escuela tendai, como el complejo del Monte Hiei. Una figura temprana de tendai, Ennin, es conocido por haber traído de china la práctica del nenbutsu, lo que se convirtió en la base para los movimientos posteriores de la tierra pura en Japón.[123]Monjes tendai como Zenyu (913–990, quien escribió Amida shinjūgi y Senkan (918–983, autor de Jūgan hosshinki) fueron los primeros en desarrollar un discurso distintivo del budismo de la tierra pura japonés.[124]
Otra figura importante fue Genshin (942–1017), un monje de tendai conocido por su promoción de la práctica de la tierra pura y por su obra Ōjōyōshū (Esenciales del Renacimiento en la Tierra Pura) que fue muy influyente para los autores japoneses de la tierra pura posteriores. Genshin sostenía que, dado que habíamos entrado en la era de la decadencia del Dharma (mappo), la práctica fácil del nenbutsu era la más efectiva. Sin embargo, no argumentaba, como lo harían los budistas japoneses de la tierra pura posteriores, que uno debía practicar tierra pura de forma exclusiva, sino que creía que la práctica del nenbutsu debía complementarse con otras prácticas.[125]
La práctica de la tierra pura también continuó desarrollándose en otras escuelas budistas japonesas. Figuras como Eikan (1033–1111) y Chinkai (c. 1091–1152) de la escuela sanron, y Kakuban (1095–1143) de la escuela shingon, promovieron sus propias formas de práctica basadas en el nenbutsu.[126]Además de estas figuras monásticas oficiales, también existían hombres santos itinerantes que recorrían el campo predicando sobre la práctica de la tierra pura. Estos predicadores, que practicaban fuera de la autoridad de los templos oficiales, eran llamados hijiri. Algunos eran monjes ordenados, pero otros se ordenaban a sí mismos.[122]Quizás el más conocido de ellos fue Kūya (903–972), famoso por su canto musical del nenbutsu.[127][122]
Las enseñanzas japonesas eventualmente llevaron a la formación de instituciones independientes, como Jōdo shū, Jōdo Shinshū, Yūzū nembutsu shū y Ji shū.[128] Estas nuevas escuelas formaron parte de una nueva ola de escuelas budistas fundadas durante el período Kamakura (1185–1333), cada una de las cuales tendía a centrarse en una práctica simple y única, promovida exclusivamente por encima de todas las demás, especialmente frente a los complejos rituales y prácticas del budismo tendai.[122]Este nuevo enfoque permitió a estas escuelas atraer a una base de apoyo más amplia entre sectores populares.[129]
La primera de estas sectas, Yūzū nembutsu, fue fundada por el monje de tendai Ryōnin (1072–1132), quien enseñaba que simplemente recitar el nenbutsu como práctica principal era suficiente para completar todas las virtudes. Fue influenciado por la idea de la interpenetración del pensamiento huayan y sostenía que recitar el nenbutsu no solo afectaba a uno mismo, sino también a todos los que lo rodeaban. En su comunidad, los practicantes firmaban un registro y se comprometían a recitar una cierta cantidad de nenbutsus al día. Además, realizaban sesiones de recitación conjunta y creían que todos los miembros recibían el beneficio colectivo de sus recitaciones.[130]
Hōnen (1133–1212) fue un monje tendai influenciado por la obra de Shandao. Hōnen sostenía que para alcanzar la tierra pura solo era necesario recitar oralmente el nombre de Amitabha.[129]Para llegar a la tierra pura, no se necesitaba meditar, realizar rituales, estudiar sutras o realizar cualquier otra práctica. Bastaba con recitar el nombre con fe y alegría. Así, la doctrina de Hōnen favorecía la recitación simple del nenbutsu por encima de todas las demás prácticas. De hecho, argumentaba que en esta era de degeneración, todas las demás prácticas eran inferiores al nenbutsu.[129]Sin embargo, se sabe que Hōnen cumplía escrupulosamente con los preceptos tendai y continuaba realizando rituales y estudiando textos. Por lo tanto, no enseñó que se debieran descartar completamente todas las demás prácticas, sino que el nenbutsu era la única práctica suprema que podía conducir a la budeidad. Además, creía que otras prácticas (aquellas que Shandao enseñaba como auxiliares al nenbutsu) podían enriquecer la práctica del nenbutsu.[129]
Según Hōnen, incluso las personas más inmorales o de baja condición (como pescadores, prostitutas, etc.) serían salvadas simplemente recitando namu amida butsu. Asimismo, no era necesario preocuparse por realizar rituales en el lecho de muerte ni organizar los últimos días de una manera específica. Solo con recitar el nenbutsu ahora, uno sería salvado en cualquier momento que llegara la muerte.[129]Esta enseñanza simple se hizo muy popular en Japón, especialmente entre la gente común.[131]Debido a su enfoque en una práctica única y simple, las enseñanzas de Hōnen fueron ampliamente criticadas por descuidar la ética budista básica y el bodhicitta. Una crítica notable fue escrita por el autor Kegon Myōe.[132]Mientras que Hōnen fue discreto en sus críticas hacia otras formas de budismo, algunos de sus discípulos no lo fueron. Un escándalo relacionado con rumores sobre algunos discípulos de Hōnen y una concubina imperial llevó al exilio de Hōnen y a la persecución de algunos de sus seguidores.[132][129]
Después de la muerte de Hōnen, muchos de sus escritos fueron destruidos por monjes guerreros de la escuela tendai, quienes también destruyeron su tumba. El estado intentó suprimir sus enseñanzas, enviando a muchos de sus discípulos lejos de la capital, lo que pudo haber contribuido a la propagación de la tradición por todo Japón.[129]También surgió una disputa entre sus seguidores sobre dos posturas doctrinales diferentes: la de la "llamada única" (Jp: ichinengi) y la de la "llamada múltiple" (tanengi). La postura de la llamada única sostenía que solo era necesario recitar el nenbutsu una vez para ser salvado, mientras que la llamada múltiple afirmaba que se debía recitar el nenbutsu tantas veces como fuera posible. Según Jones, Hōnen generalmente sostenía la postura de la llamada múltiple, argumentando a favor de una práctica sostenida, aunque la postura de la llamada única también tenía cierto respaldo en los textos sagrados. Por lo tanto, el debate continuó mucho tiempo después de su muerte.[129]
Inicialmente, el Jōdo shū ("escuela tierra pura") era una facción (ha) o subsecta de la escuela tendai, pero después del siglo XIV, se desarrolló como una tradición independiente, más parecida a una familia suelta de linajes.[129] Un evento particularmente influyente fue la fundación de la rama Chinzei por Benchō (1162–1238) y el trabajo posterior de Shōgei (1341–1420) para establecer un programa de formación formal para los sacerdotes de Jōdo shū. Esto significaba que ya no necesitaban estudiar en los monasterios de otras tradiciones. La otra línea principal del Jōdo shū es la rama Seizan (Montaña Oeste), fundada por Shōkū (1177–1247).[129]
Después de la muerte de Hōnen, uno de sus discípulos, Shinran Shōnin (1173–1262), lideró un nuevo movimiento de la tierra pura: el Jōdo Shinshū (Verdadera Tierra Pura, también conocido como Budismo Shin), que eventualmente se convertiría en una de las escuelas budistas más grandes de Japón.[133]Tras ser exiliado y despojado de sus hábitos junto con su maestro, Shinran se casó y permaneció como laico incluso después de ser perdonado por el estado en 1211. Luego se trasladó a la región de Kantō con su familia. Fue en este momento cuando se dio cuenta de que su práctica de todos los métodos budistas, excepto el nenbutsu, era inútil y se entregó completamente al poder de Amitabha.[133]Shinran continuaría escribiendo algunas obras importantes sobre la tierra pura, como el Kyōgyōshinshō (Enseñanza, Práctica, Fe y Realización), que discute la importancia del abandono total de sí mismo con fe (shinjin) al Buda Amitabha.[134]
Para Shinran, este shinjin—fe o confianza—se convirtió en el centro de su enseñanza, que, según Jones, era "una experiencia profunda de conversión y el mismo medio por el cual el renacimiento estaba asegurado."[133] Para Shinran, cualquier esfuerzo religioso surgía de una falta de confianza en el poder y los votos de Amitabha, que era lo único que realmente conducía a la budeidad. Por lo tanto, uno debía darse cuenta de que sus propios esfuerzos eran inútiles y entregarse por completo a Amitabha. Esta fe total se expresa como el nenbutsu. Si alguien no ha desarrollado shinjin, el nenbutsu al menos actúa como un recordatorio de que uno necesita la salvación de Amitabha, y si uno ha desarrollado shinjin, es una expresión de gratitud.[133]Esta fe es un abandono total del yo que proviene de la gracia de Amitabha, nuestra verdadera naturaleza, la naturaleza de buda. Este es el verdadero "poder del otro" (tariki) de Amitabha que está más allá del "poder propio" (jiriki) egocéntrico y de todas las nociones de yo y esfuerzo. Así, el poder del otro no es algo externo a nosotros según Shinran, sino que es inmanente como nuestra naturalza de buda.[133]
El hecho de que Shinran no fuera un monje significaba que él y sus seguidores a menudo no se reunían en templos, sino en otros lugares, incluidos hogares privados, que podían designar como dōjōs. Estos grupos de laicos o congregaciones (monto) también elegían a sus propios líderes y se reunían para practicar nenbutsu juntos. Según Jones, "El desarrollo de congregaciones independientes de laicos que gestionaban su propia práctica y organizaciones aflojó el control que las órdenes religiosas y la aristocracia ejercían tradicionalmente, y representó una nueva estructura más democrática para el budismo japonés en su conjunto."[133]
Después de la muerte de Shinran, sus comunidades permanecieron como congregaciones independientes, y la tradición ahora conocida como Jōdo Shinshū se desarrolló lentamente con el tiempo. Los hijos y la familia de Shinran, especialmente su nieto Kakunyo (1270–1351) y su bisnieto Zonkaku (1290–1373), se convirtieron en cuidadores influyentes de la tradición centrada en el templo Honganji, que fue construido en el lugar de la tumba de Shinran.[133]La predicación y el proselitismo fueron una parte importante de la tradición, y había un cierto grado de igualdad entre hombres y mujeres, quienes también recibían roles de liderazgo. Rennyo (1415–1499) fue una de las figuras más influyentes en la historia del Budismo Shin. Fue el octavo jefe de Honganji y lideró una expansión en la membresía y la unificación del Budismo Shin. También escribió nuevos textos que clarificaron la doctrina de la tradición.[133]
Las tradiciones contemporáneas de la tierra pura se centran en Amitābha exponiendo el Dharma en su tierra pura (chino: jìngtǔ 淨土), una región que ofrece un respiro de la transmigración kármica. La tierra pura de Amitābha, Sukhāvatī (Tierra de dicha), se describe en el Sutra Largo sobre la Sukhāvatīvyūha como dueña de una belleza que supera la de todos los demás planos de la existencia. Se dice que está habitada por muchos dioses, hombres y flores, y por árboles que conceden deseos y en los que se posan pájaros exóticos.[135] Las fuentes chinas la describen con varios nombres, entre ellos “Tierra de Buda occidental” (xīfāng fótǔ, 西方佛土), “Tierra del Buda Amitābha” (āmítuófó guó, 阿彌陀佛國), "Felicidad Suprema” (jílè, 極樂), "Paz y Sustento” (ānyǎng, 安養) y "Paz y Dicha” (ānlè, 安樂).[4]
Entrar en la tierra pura es visto popularmente como equivalente a lograr el nivel bodisátvico del no-retroceso (avaivartika).[4]Al ingresar a la tierra pura, el practicante es instruido en el Dharma por el Buda Amitābha y numerosos bodhisattvas, hasta que alcanza la budeidad plena. Los bodhisattvas tienen la capacidad de manifestarse en cualquiera de los seis reinos de la existencia para ayudar a todos los seres sintientes en saṃsāra, todo sin abandonar la tierra pura.[23]
En el budismo Mahāyāna hay muchos budas, y cada uno tiene una tierra pura. Se entiende que Sukhāvatī, la tierra pura de Amitābha, está en dirección oeste, mientras que Abhirati, la tierra pura de Akṣobhya, está al este. Aunque existen otras tradiciones budistas dedicadas a renacer en compañía de otros Budas (como Maitreya), la tierra pura de Amitabha es con mucho la más popular.[23] De hecho, según Charles B. Jones, la mayoría de los budistas chinos, japoneses y coreanos de hoy en día practican de una u otra manera para alcanzar la tierra pura de Amitabha.[136]Los budistas de la tierra pura creen que hay evidencia de ésta proveniente de personas moribundas, en camino de renacer en la tierra pura. Estas evidencias incluyen saber de antemano la hora de la muerte, experimentar visiones de Amitābha y los dos bodhisattvas que lo acompañan, Avalokiteśvara y Mahāsthāmaprāpta, y registros de antiguos budistas de la tierra pura que han muerto y dejado reliquias (sarira).[137]
Muchas fuentes clásicas chinas de la tradición de la tierra pura entienden a la tierra pura como algo que supera o está más allá del triple reino (el reino del deseo, el reino de la forma y el reino sin forma).[138] Sin embargo, aunque era y es común pensar en la tierra pura como un lugar real en el que uno literalmente renace después de morir, otras fuentes y autores enfatizan la idea de que este mundo es en sí mismo coextensivo con la tierra pura y, por lo tanto, no se trata de lugares separados. Según Jones, "los textos citados con más frecuencia en apoyo de esta versión de la tierra pura fueron el Sutra de Vimalakīrti y el Sutra de la Plataforma del Sexto Patriarca."[138]
Así, el budismo chino heredó dos visiones diferentes de la tierra pura[138]:
Según Jones, estas dos ideas dieron lugar a muchos debates dentro del budismo chino, que continuaron hasta el siglo XX.[138] El patriarca de la tierra pura Yìnguāng (c. 1861-1940), por ejemplo, escribe que ver los diversos esplendores de la tierra pura como "fábulas, metáforas o estados psicológicos" es "herético" y una "visión ridícula".[138]
Por otro lado, aquellos que han promovido el punto de vista de la "tierra pura como fenómeno mental" han visto la idea de que la tierra pura está "en otro lugar" como una violación de la doctrina Mahayana de la no dualidad de pureza e impureza, de samsara y nirvana.[138] También han sostenido que afirmar que una tierra pura puede existir fuera de la mente y puede parecer pura incluso para una mente impura contradice la idea mahayana de que el mundo está construido por la mente.[138] Este punto de vista es defendido por el famoso texto Chan conocido como Sutra de la plataforma. En este texto, Huineng afirma que solo los ilusos esperan nacer en una tierra lejana en el oeste, mientras que los sabios que saben que su naturaleza está vacía buscan la tierra pura purificando sus mentes.[138]
Otros pensadores chinos intentaron reconciliar los dos puntos de vista. Yúnqī Zhūhóng (1535–1615) sostuvo que las enseñanzas sobre la existencia de la tierra pura como lugar eran un medio hábil (upāya) que el Buda usó para ayudar a aquellos con capacidades menores. En realidad, el Buda no tiene necesidad de un lugar o tierra real, ya que habita en todas partes y, sin embargo, debido a la compasión por los demás que necesitan ese lugar, manifiesta la tierra pura para atraer a los seres sintientes. Una vez que llegan a la tierra pura, aprenden el Dharma y se dan cuenta de que ésta siempre fue solo mente. Los verdaderos sabios saben que ambas verdades se interpenetran profundamente y, por lo tanto, pueden sostener ambas ideas (tierra pura en otra dirección y tierra pura como fenómeno mental) sin contradicción.[138]Así, Yúnqī Zhūhóng afirma:
Ahora bien, contemplar (niàn, 念) el vacío es verdadero contemplar, y la producción entra en la no producción [o el nacimiento entra en el no nacimiento], y contemplar el Buda (nianfo) es contemplar la mente. Nacer allí (es decir, en la tierra pura) no significa dejar de nacer aquí (este mundo contaminado). La mente, Buda y los seres sintientes son de una sola sustancia, la corriente del medio no mora en [ninguna de] las dos orillas. Por lo tanto, decimos 'el Amitābha de nuestra propia naturaleza; la tierra pura de la mente.'[138]
Pensadores chinos como Zuhong y Yuan Hongdao desarrollaron esquemas que incluían varias categorías de Tierras Puras. Dentro de ese sistema, podían aceptar la existencia tanto de tierras puras "solo en la mente" como de la tierra pura de Amitabha como un mundo aparte. El esquema de Yuan también incluye muchos otros tipos de Tierras Puras que se encuentran en la literatura Mahayana, incluyendo: la tierra pura del Buda Primordial Vairochana - el dharmadhātu completo en el que todos los dharmas se entrelazan en armonía-; la asamblea de la tierra pura del Pico del Buitre mencionada en el Sutra del loto, también llamada tierra pura de la Verdad Constante (héng zhēn jìngtǔ); y la tierra pura de la Manifestación Conjurada, que solo existe por un breve período de tiempo, como cuando el Buda cambia el mundo en el Sutra de Vimalakirti. La tipología de tierras puras de Yuan sirvió para resolver parte del conflicto con respecto a la naturaleza de la tierra pura, al basarse en fuentes budistas clásicas para mostrar cómo en ellas había una gran variedad de tierras puras.[139]
En ocasiones, los pensadores chinos de la tierra pura defendieron el pensamiento tierra pura explicándolo dentro del contexto de las filosofías tiantai y huayan. Por ejemplo, Yuan Hongdao usó la doctrina tiantai de las tres verdades para defender la existencia del camino de la tierra pura como una realidad provisional, verdadera pero vacía.[138] Mientras tanto, Yuan Hongdao y Yinguang recurrieron al pensamiento huayan para defender la verdad de la tierra pura. Yuan Hongdao usó la teoría huayan de la red de Indra para explicar cómo la tierra pura se interpenetra perfectamente con todas las tierras puras y todas las tierras impuras.[138]
Los pensadores chinos de la tierra pura también defendieron la eficacia de la práctica tierra pura de diferentes maneras. Por ejemplo, argumentaron que la idea de que un esfuerzo aparentemente pequeño en la práctica del nianfo tiene un efecto enorme no era algo ilógico, ya que a veces una pequeña causa (como una chispa) puede tener una gran consecuencia (como un incendio).[140] Algunos también argumentaron que uno no podía saber cuánto buen karma había acumulado en el pasado, y que la práctica del nianfo podría requerir muchas vidas para producir el nacimiento en la tierra pura.[140]
"Auto-poder" (Ch. zìlì 自力, Jp. jiriki) y "poder de otro" (Ch. tālì 他力, Jp. tariki) son términos clave utilizados para explicar y definir la práctica de la tierra pura en el budismo de Asia Oriental.[141]Fue Shandao y Tanluan quienes primero argumentaron que el poder de Amitabha ayudaba a llevar a las personas a la tierra pura después de la muerte. Esta relación de poder de otro se comparó con cómo un hombre humilde que es acompañado por un rey y puede entrar en lugares previamente inaccesibles.[142]
Aunque el término "poder de otro" se acuñó en fuentes chinas, existen numerosos conceptos sobre el poder del Buda para influir en los seres vivos en la literatura Mahayana de la india. Incluyen términos como anubhāva (influencia o inspiración proporcionada por el Buda) y adhiṣṭhāna (el poder sustentador del Buda). Estas ideas pueden entenderse como el "poder sobrenatural", "gracia", "empoderamiento", "bendiciones divinas" y "protección divina" del Buda.[143]Según Robert H. Sharf, términos como buddhādhiṣṭhāna y buddhānubhāva "son ubicuos en los materiales budistas, donde denotan la incursión de lo divino en el ámbito mundano".[144]Sharf también escribe que estos términos "se refieren al poder de un tathāgata para acudir en ayuda del suplicante, haciendo posible la transposición del suplicante al reino del Buda sin la ayuda de poderes sobrenaturales adquiridos a través del propio logro meditativo".[145]
El budismo de la tierra pura chino nunca negó la importancia del auto-poder. En cambio, según Jones, la tierra pura en china generalmente sostiene que "el renacimiento en la tierra pura resulta cuando ambos poderes trabajan juntos".[141]Así, en la tierra pura china, el renacimiento en la tierra pura surge de la cooperación del practicante y del Buda.[141]Yúnqī Zhūhóng argumenta que los esfuerzos del practicante se conectan con el poder del Buda a través de la "resonancia simpática" (gǎnyìng 感應), que los vincula con el Buda, sintonizando su mente con la del Buda, al igual que una cuerda pulsada en un laúd puede hacer que otra cuerda cercana resuene.[146][147]Según esta visión, cuanto más se practica el nianfo, más fuerte y duradero se vuelve este vínculo con Amitabha.[148]Sin embargo, los maestros de la tierra pura china también argumentaban que uno no puede confiar únicamente en el auto-poder, que despreciaban como un esfuerzo inútil.[149]
Autores chinos como Yuan Hongdao también argumentan que la naturaleza real del camino de la tierra pura "no es auto-poder, ni es poder de otro". En cambio, según Yuan, en última instancia no hay una distinción real entre el practicante de la tierra pura y el Buda Amitābha, y así, la distinción entre auto-poder y poder de otro no es realmente real, aunque podemos hablar de esta interacción convencionalmente.[150]El duodécimo patriarca de la tierra pura china, Jìxǐng Chèwù (際醒徹悟, 1741–1810), también sostenía que el practicante y Amitābha, aunque son seres distintos, en realidad son no duales. Cuando uno canta nianfo, se activa una resonancia simpática que conduce a una realización no dual de la verdadera naturaleza de uno como Amitabha.[151]
En las escuelas japonesas de Hōnen y Shinran el auto-poder se considera completamente inútil e ineficaz. El auto-poder no hace nada por el devoto de la tierra pura. Aquellos que desean alcanzar la tierra pura deben confiar únicamente en el poder de otro, el poder de Amitābha.[141] Shinran despreciaba constantemente todos los esfuerzos de auto-cultivo aparte del corazón confiado (shinjin 信心), el único elemento importante para alcanzar la tierra pura.[152]Esto creó otro problema, el del antinomianismo, que era la idea de que si la salvación de uno estaba asegurada, entonces no había necesidad de ser moral y uno podía cometer malas acciones sin preocupación. Shinran atacó este problema argumentando que cometer malas acciones era simplemente otra forma de apego al auto-poder.[142]
Otra diferencia entre las tradiciones chinas y japonesas es que las escuelas japonesas generalmente sostienen que, dado que el Buda hace todo el trabajo de la salvación, el renacimiento de uno en la tierra pura está asegurado una vez que uno ha recitado fielmente el nombre del Buda. No importa cuán malvado pueda ser uno, definitivamente llegará a la tierra pura. Sin embargo, las tradiciones chinas a menudo sostienen que un practicante podría no lograr entrar en la tierra pura debido a varios factores, como fallos éticos o distracciones en el momento crucial de la muerte.[153]Esto se debe a que la tradición china sostiene que la práctica de la tierra pura proporciona una conexión con el Buda solo mientras el practicante mantenga al Buda en mente. Los efectos de la práctica pueden cesar si uno deja de hacerlo. Comparan esto con encender una lámpara, que puede eliminar toda la oscuridad de una habitación inmediatamente, pero que no proporcionará luz si se apaga.[154]
La Tierra Pura es una de las tradiciones budistas más practicadas en Asia Oriental.[155]Puede ser la práctica dominante del budismo en China, Japón, Vietnam y Corea. Todas las fuentes chinas coinciden en que la práctica principal del "camino fácil" de la tierra pura es el 'nianfo' (Chino: 念佛; Japonés: nenbutsu), es decirː recordar al Buda, mantener al Buda en mente, o contemplar al Buda. También se denomina "mantener el nombre" (chēngmíng 稱名).[156][157]
En algunas formas de budismo de Asia Oriental, el *nianfo* se considera generalmente una práctica entre muchas otras. Por ejemplo, según el monje de la dinastía Yuan, Tiānrú Wéizé (天如惟則, 1286?–1354), en su obra Preguntas sobre la Tierra Pura (T.1972), existen tres enfoques principales para la práctica de tierra pura: la visualización (guānxiǎng 觀想), la rememoración e invocación (yìniàn 意念) y "diversas prácticas" (zhòngxíng 眾行), que incluyen los preceptos éticos, el tomar refugio, entre otros.[158]
Sin embargo, en otros contextos, el 'nianfo' es la única práctica recomendada. Las sectas japonesas, Jōdo Shū y Jōdo Shinshū, tradicionalmente se enfocan exclusivamente en la recitación oral del nianfo. De manera similar, el maestro chino Jìxǐng Chèwù (1741–1810) practicó y enseñó exclusivamente el nianfo, habiéndolo practicado junto con el zen en el pasado, pero luego abandonando esta práctica dual.[159]
Repetir el nombre del Buda es tradicionalmente una forma de "recordación del Buda" (*Skt. buddhānusmṛti*). Este término fue traducido al chino como nianfo (念佛). La práctica se describe a menudo como invocar al Buda a la mente repitiendo su nombre, permitiendo al practicante concentrar toda su atención en ese Buda. Esto se realiza entonando "Amituofo" mientras se camina, se postra, o en meditación sentada.[160]
Esta repetición puede hacerse vocalmente o mentalmente, y con o sin el uso de un japamala o rosario budista. Aquellos que practican este método a menudo se comprometen a un número fijo de repeticiones por día. Por ejemplo, se dice que el monje Shandao practicaba esta repetición día y noche sin interrupción, emitiendo luz por la boca. Por ello, el emperador Gaozong de Tang le otorgó el título de "Gran Maestro de la Luz" (en chino, 光明大師).[161]
Sin embargo, la práctica de la tierra pura en el budismo chino también recurre a múltiples elementos para el *nianfo*, incluyendo la contemplación y visualización de Amitābha, sus bodhisattvas acompañantes y la tierra pura. Tales métodos de visualización se encuentran en el Pratyutpanna-samādhi-sūtra y en el Sutra de la Contemplacion de Amitayus, que presenta dieciséis visualizaciones progresivas.[162][158]
El primer paso de estas visualizaciones es contemplar un sol poniente, hasta que la imagen sea clara, tanto con los ojos abiertos como cerrados.[163] Cada paso añade complejidad a la visualización de Sukhāvatī, siendo la contemplación final una visión expansiva que incluye a Amitābha y sus bodhisattvas acompañantes.[163] Según Inagaki Hisao, este método fue ampliamente seguido en el pasado con el propósito de desarrollar samādhi.[164]
Un maestro chino que enseñó el nianfo junto con la visualización fue Yìnguāng (1861–1940). Él también enfatizó la importancia de otros elementos en esta práctica, principalmente la fe en Amitābha, el voto de renacer en Sukhāvatī y la intención de transferir el mérito de la propia práctica a todos los seres[165]De manera similar, Jìxǐng Chèwù subrayó la importancia de varios elementos previos para la práctica de nianfo: bodhicitta, la fe en la tierra pura, la aspiración de lograr el renacimiento allí, el sentimiento de vergüenza por las malas acciones pasadas, la alegría por haber aprendido acerca de la tierra pura, la tristeza por el mal karma propio y la gratitud al Buda.[166]
Guīfēng Zōngmì (780–841), un destacado maestro de las escuelas huayan y chan (zen), delineó un esquema de cuatro tipos de prácticas de nianfo que fueron adoptadas posteriormente por pensadores de la tierra pura como Yúnqī Zhūhóng. Estos cuatro métodos son: (1) "contemplación del nombre," que implica sostener mentalmente o recitar el nombre del Buda hasta lograr una visión de todos los Budas; (2) "contemplación de una imagen," que consiste en visualizar la forma de un Buda para realizar la no dualidad; (3) "contemplación de los signos mayores y menores," enfocándose en las características del cuerpo de un Buda sin recurrir a una imagen física; y (4) "Contemplación de la verdadera marca," que implica contemplar el Cuerpo del Dharma (Dharmakaya), reflexionando sobre la verdadera naturaleza del Buda y la esencia de todos los fenómenos.[167][168]
El esquema de Zōngmì podría representar una progresión de prácticas más simples a más avanzadas, siendo el cuarto método el más profundo, centrado en la verdad última. Sin embargo, Yúnqī Zhūhóng invirtió este orden, argumentando que la "contemplación del nombre" era la práctica más elevada, y enfatizando su potencial para obtener sabiduría y iluminación inmediatas en lugar de enfocarse únicamente en el renacimiento en la tierra pura. Este cambio resalta diferentes interpretaciones sobre el propósito de la práctica dentro de la tradición de la Tierra Pura, reflejando debates más amplios sobre el camino hacia el despertar.[169][157]
En el budismo chino, existe una práctica común llamada "camino de cultivo dual de chan y tierra Pura".[170]Algunos maestros chinos argumentaron que la práctica del Chan por sí sola era arriesgada, ya que no se sabía si daría frutos en esta vida. Por lo tanto, era preferible practicar tanto la meditación chan como el nianfo (recitación del nombre de Amitābha), asegurando al menos el renacimiento en la tierra pura.[157] Un desarrollo posterior fusionó ambas prácticas en una sola, llamada el kōan de nianfo, que consistía en practicar nianfo mientras se preguntaba a uno mismo: "¿Quién está realizando el nianfo?"[157]Otros maestros de meditación chinos, particularmente de la escuela chan, enseñaban el nianfo como un método secundario. Así, Hānshān Déqīng (1546–1623) promovió la recitación del nianfo, pero la consideraba una práctica inferior a la meditación chan.[171]La práctica ecléctica de Chan y Tierra Pura (junto con otros rituales y prácticas clásicas budistas) es también una característica común del budismo vietnamita.[172]
Diferentes tradiciones de la tierra pura tienen enfoques diversos hacia la ética budista (sīla), la meditación y otras prácticas secundarias como el estudio, los rituales, la recitación de varias sutras, el vegetarianismo y el monasticismo. Los budistas de tierra pura en China y Corea nunca abandonaron estas prácticas, ya que las consideraban métodos válidos y útiles para hacer progreso espiritual y generar mérito, el cual podía dedicarse al renacimiento en la tierra pura.[173]Los autores de la tierra pura en China también respondían a la pregunta de por qué deberíamos participar en otras prácticas budistas clásicas si el Buda Amitābha puede salvar a todos los seres. Así, las distintas tradiciones de la tierra pura han desarrollado formas de evitar el problema del antinomianismo, que surge si alguien cree que está seguro de ser salvado por el poder de Amitābha y, por lo tanto, elige hacer malas acciones o evitar todo entrenamiento ético.[174]Numerosos practicantes importantes de tierra pura también fueron maestros de Vinaya y promovieron activamente los preceptos morales.[175]
Los maestros chinos ofrecieron diversas razones para participar en otras prácticas budistas, incluidos los preceptos éticoss.[176]Por ejemplo, Wáng Rìxiū (m. 1173) argumentó que, aunque los inmorales también alcanzan el renacimiento, serán renacidos en el nivel más bajo de la tierra pura (según el Sutra de la Contemplación), lo que significa que su progreso hacia la budeidad será mucho más lento que el de personas más éticas. Así, otras prácticas budistas siguen siendo importantes ya que determinan la calidad del renacimiento en la tierra de Sukhāvatī. Yìnguāng afirmó que mantenía los preceptos y practicaba la meditación porque quería "obtener las calificaciones necesarias para un renacimiento de nivel superior en la tierra pura."[177]Además, la tierra pura es un objetivo intermedio, que solo ayuda a alcanzar el objetivo final de la budeidad plena. Con esto en mente, maestros como Yuan Hongdao subrayan la importancia de desarrollar las "buenas raíces" (shàn gēn) del mérito, ya que esto contribuye tanto al logro de la budeidad como a alcanzar la tierra pura.[178]Yuan y Yìnguāng también señalaron que cuanto más rápido se alcanza la budeidad, más rápido se puede ayudar a todos los seres como un Buda. Por lo tanto, tiene sentido practicar lo mejor posible ahora para alcanzar el renacimiento en el nivel más alto de la tierra pura.[179]Asimismo, otros maestros como Jixing Chewu afirmaron que sin la motivación de ayudar a todos los seres, no se podrá activar la "resonancia compasiva" (*gǎnyìng*) necesaria para el renacimiento en la Tierra Pura, ya que la mente del Buda también resuena con compasión. Además, argumentó que el verdadero *bodhicitta* y la compasión por todos los seres implican el deseo de alcanzar la budeidad lo más rápido posible.[180]
La práctica en grupo, ya sea en un entorno ritual o en un retiro, es una parte común del Budismo de la Tierra Pura en la actualidad. Una forma importante de ritual en esta tradición son los rituales de muerte, pues se considera que el momento de la muerte tiene una gran relevancia. La hora de la muerte se ve como un momento clave en el que uno podría concentrar la mente en Amitābha y obtener renacimiento en la tierra pura o, en cambio, distraerse con preocupaciones mundanas.[181]Según Charles Jones, existen descripciones de estos rituales en las memorias de Yuan Hongdao (1568–1610). El objetivo básico de estos rituales era "proveer al moribundo de un ambiente libre de distracciones y ofrecer apoyo al practicar junto a él." En su forma más simple, los familiares se reunían en torno al lecho de muerte para ayudar al moribundo a mantener un flujo constante de recitacion de nianfo, a veces asumiendo la recitación si la respiración de este se debilitaba.[181] Los budistas chinos también buscaban signos auspiciosos durante estos rituales, como visiones de Amitābha y luces brillantes.[181].
Otra práctica comunitaria en el Budismo de la tierra pura chino es el retiro de recitación de nianfo, en el que los budistas se reúnen para una práctica intensiva de varios días. Estos retiros siempre se centran en la recitación de nianfo (caminando o sentados) y pueden incluir la recitación de sutras de la tierra pura, la toma de los ocho preceptos, meditación en silencio y charlas del Dharma.[181]Las sectas japonesas del Budismo de la tierra pura, como Jōdo Shinshū Honganji, también realizan numerosos servicios rituales para sus congregaciones. Según Jones, en esta escuela existe un "rito infantil" para dar la bienvenida a un recién nacido, una "ceremonia de confirmación" para afirmar el compromiso con el Jōdo Shinshū y recibir un nombre del Dharma, una "ceremonia de bodas" que une los votos matrimoniales con un compromiso renovado con el camino de Amitābha y, naturalmente, ritos funerarios para encomendar a los seres queridos al renacimiento en la tierra pura. Los feligreses también pueden solicitar servicios especiales, como visitas al hogar en las que el ministro recita el Sutra Menor frente al altar familiar o servicios conmemorativos para marcar los aniversarios de fallecimiento de sus seres queridos.[181]Según las enseñanzas de Jōdo Shinshū, aunque estos rituales no contribuyen directamente a la obtención de la tierra pura (solo la fe lo hace), promueven virtudes como la autorreflexión, la gratitud y la humildad.[181]
Otra práctica común en el budismo tierra pura es la recitación de sutras, especialmente los tres sutras de la tierra pura.[173]La recitación de sutras fue uno de los métodos auxiliares enseñados por patriarcas como Shandao.[182]La recitación de dhāraṇīs es un método relacionado. Un dhāraṇī popular en el budismo de tierra pura es el Dhāraṇī para el Renacimiento en la Tierra Pura (往生淨土神咒 Wangsheng Jingtu Shenzhou). La repetición de este dhāraṇī es muy popular entre los budistas chinos tradicionales.[183]Otro dhāraṇī popular, que se dice conduce al nacimiento a la tierra pura, es el Dhāraṇī Uṣṇīṣavijaya.[184]
Según el maestro de la tierra pura chino Yinguang, un practicante de la tierra pura puede recitar cualquier mantra o sutra, como aquellos comúnmente usados en el Mahayana chino (Sutra del Corazón, Gran Mantra de la Compasión y el Mantra Shurangama). Sin embargo, también señala que "para estar en conformidad con los principios de la tierra pura", se debe incluir el nianfo en la práctica de recitación y dedicar el mérito de esta práctica al renacimiento en la tierra pura.[185]
La práctica de la tierra pura se dice principalmente que conduce al renacimiento en la tierra de Amitābha, alcanzando así la etapa de no-retroceso del bodhisattva (ya que al llegar a la tierra pura, uno no retrocede a un reino inferior). Esta tierra pura se describe frecuentemente como una especie de estación de paso fuera del triple mundo del samsara. Es un lugar sin sufrimiento que permite a una persona practicar el camino del bodhisattva sin dificultades.[186]Sin embargo, los autores de la tierra pura también afirman otros beneficios de esta práctica que se manifiestan en esta vida. Entre estos beneficios se incluyen el samādhi de la contemplación del Buda ("nianfo samadhi"), la purificación de la mente y la eliminación del mal karma.[187][188]
Desde al menos la dinastía Song, los maestros de la tierra pura han afirmado varios beneficios mundanos de la práctica del nianfo. Por ejemplo, cuando el maestro de tiantai Sìmíng Zhīlǐ (960–1028) organizó una sociedad de la tierra pura, afirmó que la práctica de la sociedad "prolongaría la longevidad del emperador y contribuiría a la prosperidad del pueblo."[189] Diversas fuentes también sostienen que el nianfo podría curar o prevenir enfermedades y aumentar la longevidad.Yinguang afirmó haberse curado de conjuntivitis mediante esta práctica.[189]Por lo tanto, algunas fuentes tradicionales chinas utilizan el nianfo como un encantamiento para la salud con numerosos beneficios, los cuales se pueden encontrar en textos como Cuarenta y Ocho Formas de Nianfo (Niànfó sìshíbā fǎ 念佛四十八法) de Zhèng Wéiān y otros textos tradicionales de medicina china.[190][189]
En la mitología budista existe gran cantidad de tierras puras, ejemplos de ellas son:
El poeta Kobayashi Issa, célebre autor de haikus, adhirió al budismo de la tierra pura, y como tal llegó a desempañarse como sacerdote laico de la escuela Jōdo Shinshū.[191]
El filósofo y traductor japonés D. T. Suzuki, uno de los principales divulgadores del budismo en Occidente durante el siglo XX, tuvo una estrecha relación con el budismo de la tierra pura. Su madre era seguidora de la Jōdo Shinshū,[192] y aunque Suzuki dedicó la mayor parte de su propia práctica religiosa y su estudio académico al Zen, en sus últimos años escribió favorablemente sobre el budismo de la tierra pura, al que dedicó el trabajo El buda de la luz infinita: las enseñanzas del budismo shin. Allí afirma: "De todos los desarrollos que el budismo Mahayana ha alcanzado en el Lejano Oriente, el más notable es la enseñanza shin de la escuela de la tierra pura".[193]
El astronauta, ingeniero aeroespacial y teniente coronel de la fuerza aérea de Estados Unidos Ellison Onizuka fue un seguidor del Budismo de la tierra pura.
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