Ian Bremmer
Foto: archivo
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Por Leonardo Boix
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Londres - A pesar de ciertas mejorías que registra en los índices de percepción de la corrupción y de “riesgo político”, México aún tiene una importante tarea pendiente con la ciudadanía y, por lo pronto, debe reforzar sus estructuras de controles políticos y financieros, según concluyeron sendos informes de los grupos internacionales Transparencia Internacional (TI) y Eurasia Group.
El primero de los índices fue publicado el pasado 7 de septiembre por Eurasia Group, una entidad de consultoría internacional con sede en Nueva York y Londres que asesora a empresarios, gobiernos y multinacionales, así como a accionistas y corredores de bolsa.
En su índice mensual Global Political Risk (GPRI, por sus signasen inglés), la entidad ubicó a México en el quinto puesto de una lista de 24 economías emergentes, el mejor ubicado entre los países de América Latina.
En el primer puesto se colocó Hungría, con casi 78 puntos, seguido por Corea del Sur (76), Polonia (73), Bulgaria (70), y México, con 67 puntos.
De los países de América Latina, Brasil cayó al séptimo puesto, Argentina quedó en el onceavo, y Colombia y Venezuela, cayeron al 20 y 21 lugar, respectivamente, con 56 y 52 puntos cada uno.
En los últimos lugares se ubicaron Nigeria, con 50 puntos e Irán, con 51.
El índice fue realizado sobre la base de 20 indicadores divididos en cuatro áreas centrales: Gobierno, Sociedad, Seguridad y Economía, e incluye una puntuación de 0 a 100: cuanto más puntos obtiene un país, más estable es en materia política.
El Eurasia Group, fundado en 1998 con un capital pequeño (25.000 dólares), se convirtió en pocos años en uno de los grupos más importantes del mundo en materia de consultoría de riesgo político para países emergentes, que da asesoramiento a inversores.
Su presidente es el estadunidense Ian Bremmer, y cuenta con 80 empleados en sus oficinas en Nueva York, Londres y Washington, como también 480 expertos en 65 países.
El ente ha asesorado a líderes de gobiernos y de la oposición, como al presidente George W. Bush; a candidatos a la presidencia de Estados Unidos, tanto del ala democrática como republicana; al exprimer ministro ruso Sergei Kiriyenko; y al premier japonés Shinzo Abe, entre otros.
Además, asesora a unas 200 empresas y multinacionales, entre ellas a AIG, Bear Stearns, Boeing, Citigroup, Exxon Mobil, Fidelity, Goldman Sachs, Google, Merrill Lynch, Motorola, News Corporation, PricewaterhouseCoopers, y Shell.Desde 2001, creó el GPRI, un emprendimiento conjunto con el banco de inversión Citigroup.
El índice GPRI unifica a científicos políticos de Eurasia Group con economistas y estrategas del Citigroup, y representa la primera metodología científica para evaluar el riesgo político de mercados emergentes.Esa herramienta es consultada por los principales bancos del mundo (Citigroup, Merrill Lynch, etcétera), como también por inversores y accionistas, y hasta los mismos gobernantes (Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña y Francia, entre otros países).
En tanto, la organización no gubernamental Transparencia Internacional (TI) publicó el pasado 26 de septiembre en Londres su informe sobre percepción de la corrupción, el Índice Anual de Percepción de Corrupción 2007, en el que reveló que México mejoró escasamente para ubicarse en el puesto 76 (de 180 países).De acuerdo con el organismo con sede en Berlín, México aún debe mejorar más en materia de lucha contra la corrupción, ayudado por las naciones desarrolladas, principalmente Estados Unidos.De la lista de 180 países, las naciones con menos percepción de corrupción fueron Nueva Zelanda, Dinamarca, Finlandia, Singapur, Suecia, Islandia, Holanda, Suiza, Noruega, Canadá, Australia, Luxemburgo y Gran Bretaña.Estados Unidos cayó al puesto número 20, mientras que España retrocedió al 25 lugar.
Entre los países latinoamericanos, Chile ocupó el mejor puesto (22), seguido por Uruguay (25), Cuba (61), El Salvador (67), Colombia (68), México (76), Perú (77), Brasil (78), Panamá (96) y la República Dominicana (99).
Los países latinoamericanos con peor puntuación por percepción de corrupción fueron Argentina (105), Bolivia (109), Guatemala (113), Guyana (123), Nicaragua (126), Honduras (136), Paraguay (140), Ecuador (158) y Venezuela (167). El índice anual de TI analiza percepciones de corrupción del sector público e incluye data y gráficas de 14 sondeos de opinión mundiales.
El organismo le da una puntuación de 1 a 10 a cada país, con la mayor puntuación para las naciones con menos niveles de percepción de corrupción.Los países con peor puntuación fueron Somalia y Myanmar, en el puesto 179 y 180, con sólo 1.4 puntos cada uno.Nueva Zelanda y Dinamarca quedaron en el primer y segundo puesto, con 9.4 puntos.Silke Pfeiffer, directora para la sección de América Latina de TI, declaró a la agencia Apro que la entidad “está bastante preocupada” por los índices de corrupción en el continente.“Estamos bastante preocupados.
Un tercio de países latinoamericanos están con notas menores del 3. Teniendo en cuenta que la peor nota sería 0 y la mejor 10. Realmente estas notas reflejan niveles sistemáticos de corrupción, de países que no cuentan con anticuerpos para luchar contra este flagelo”, contó la experta.Sobre México, dijo que aunque sigue en un lugar medio “debe mejorar”.“México está en el campo medio, con una puntuación de 3,5.
Detrás de Colombia y El Salvador, está a la misma altura que Brasil y Perú (…) México mejoró ligeramente comparado con el año pasado y creemos que eso sí refleja algunas reformas implementadas en el país, como la Ley de Acceso a la Información y el instituto de anticorrupción mexicano, que es un ejemplo para el resto de América Latina en materia de transparencia”, dijo la directora para el programa de las Américas.“Pero también México tiene puntos pendientes. Todos los años hacemos una encuesta de hogares, acerca de la percepción de sobornos, y lo que medimos fue que el mexicano promedio todos los años pierde más del 20 por ciento de su ingreso anual en el pago de mordidas de sobornos.
Hay metas pendientes muy importantes que el gobierno central no debe olvidar”, agregó. Según la vocera de Transparencia Internacional, el gobierno mexicano y las organizaciones civiles del país deben seguir trabajando para honrar la Convención contra la Corrupción, de Naciones Unidas (UNCAC, en sus siglas en inglés).Pfeiffer dijo que aunque los que alimentan el índice “son empresarios, tanto extranjeros como locales, refleja la experiencia de ellos en relación al sector público”.“Pedimos a los países desarrollados, en especial a Estados Unidos, hacerse responsable por el tema de la corrupción.
Por ejemplo, en el caso de un empresario alemán que soborna a un funcionario mexicano, allí hay responsabilidad claramente compartida. Porque hay una empresa que no cumple con las normas, un gobierno nacional que no controla a la empresa y, obviamente, un funcionario mexicano que acepta el soborno”, destacó Pfeiffer.
La experta hizo hincapié en el tema de la recuperación de activos y lavado de dinero, “como en Perú, donde fueron robados millones de dólares bajo el gobierno de Fujimori y terminaron en bancos suizos y de las islas Caimán”.“En este caso hay una responsabilidad compartida entre la comunidad bancaria del norte y el gobierno que tiene que regular los temas financieros y los funcionarios. Allí tenemos una cadena de actores internacionales que tienen que tomar la responsabilidad”, agregó.
En sus recomendaciones finales, TI pidió a los países en desarrollo que utilicen el dinero que reciben en ayudas para reforzar las instituciones de gobierno, guiadas por organismos controlados y por estrategias de desarrollo, que incorporen planes de prevención de corrupción, algo esencial en la lucha contra la pobreza.También subrayó las áreas de independencia judicial, transparencia y credibilidad en los sistemas de justicia.
“Una justicia capaz e independiente es clave para el desarrollo de los países y la lucha contra la corrupción”, según TI.Además, pidió establecer medidas contra el lavado de dinero y robos de fondos, como ordena la UNCAC.
Según Pfeiffer, el panorama para América Latina “es oscuro” en materia de lucha contra la corrupción.“Lograr mejorías es una tarea de muy largo plazo, si hacemos análisis país por país podemos ver cambios, por ejemplo en Colombia o México, donde se están tomando ciertas medidas contra la corrupción que ayudan a la población. Pero esto no se perfila a nivel generalizado, va a llevar mucho tiempo y va a requerir una voluntad política y de Estado”, concluyó.
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Proceso - Mexico/01/10/2007