Tenemos espíritu
Para eliminar a Randy de su lista, Earl va con su hermano a un campamento de animadoras. En él, las mallas ajustadas y la falta de flexibilidad no van a ser sus únicos problemas. También tienen que lidiar con Kimmi Himmler, la dueña del campamento, que tiene la cara llena de cicatrices y un ojo totalmente blanco por un accidente que tuvo en el instituto mientras hacía uno de sus números. Cuando Himmler decide que Earl y Randy tienen que irse del campamento, Earl tomará medidas drásticas para lograr que su hermano haga realidad su gran sueño. Por otra parte, a Joy le duele profundamente que su hijo le diga que Catalina es la mujer más atractiva de Camden.