Del latín tardío desidiu ("lujuria"), masculinización del clásico desidia ("ociosidad") cuya raíz es el verbo desidere donde se encuentran el prefijo de- y sedere ("estar sentado").
↑Cuando ciertos prefijos están presentes, la agrupación natural de sílabas (fonética) puede cambiar. Algunos ejemplos son: transatlántico (trans-at-lán-ti-co en lugar de tran-sa-tlán-ti-co), subrayar (sub-ra-yar en lugar de su-bra-yar), abrogar (ab-ro-gar en lugar de a-bro-gar). Para estos casos en el lenguaje escrito se recomienda dividir la palabra agrupando el prefijo, sobre todo cuando influye en la pronunciación de la erre. Más información.