tranquilamente

tranquilamente

1. adv. Sin exageración, con normalidad los anexos de su ensayo ocupan tranquilamente unas 1500 páginas.
2. De manera tranquila o sosegada llega media hora tarde y sigue andando tranquilamente.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

tranquilamente

calmly, quietly

tranquilamente

мирно

tranquilamente

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1. (= plácidamente) → peacefully
el bebé dormía tranquilamente en su cunathe baby was sleeping peacefully in its cot
2. (= sin prisa) fuimos paseando tranquilamente hasta el pueblowe took a leisurely stroll into the village
piénsalo tranquilamente antes de respondertake your time and think about it before you answer
3. (= con aplomo) → calmly
háblale tranquilamentespeak to him calmly
4. (= sin preocupación) le puedo contar todos mis secretos tranquilamenteI can tell her all my secrets with no worries
5. (= con descaro) y se fue tranquilamente sin pagarand he went off, cool as you please o like, without paying
6. (= fácilmente) se puede ver tranquilamente tres películas seguidashe's quite capable of watching three films in a row
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Al menor rumor, no huyen porque esto haría ruido, sino se alejan al paso, doblando las patas. Al llegar al pasto se agazapan, y esperan así tranquilamente media o una hora, para avanzar de nuevo.
Todos los de a bordo se salvaron antes del amanecer. Nosotros dormíamos tranquilamente en Copenhague, sin pensar en desgracias ni peligros.
Cada cual quería salvar lo mejor, y también el duendecillo; y de un salto subió las escaleras y se metió en la habitación del estudiante, quien, de pie junto a la ventana, contemplaba tranquilamente el fuego, que ardía en la casa de enfrente.
En cambio no produjeron ningún efecto visible en el semblante de madame Lalande. Tras satisfacer su curiosidad, bajó los gemelos y miró tranquilamente hacia el escenario.
Lanzóse una a la mar, y a toda vela, Abandonando el puerto prontamente, A par del viento favorable vuela, Y a la luz clara que en la mar riela, Se la mira bogar tranquilamente.
Miraba tranquilamente a los nuestros, lo mismo que al enemigo, y desde lejos se adivinaba en su continente que no se le acercarían impunemente.
Y cuando tal hacía estaban ya en el mundo Miranda, Bolívar, San Martín, Hidalgo y O'Higgins; unos, oficiales al servicio de la España colonial; otros, simples criollos ansiosos de conquistar personalidad. El rey cazador y labriego acabó tranquilamente sus días.
Tres días demoramos en llegar a los acantilados, y cuando estábamos por salir de la floresta entre cuyos claros se distinguían los cocoteros de los arenales, ocurrió lo imprevisto. "Bokapi y yo caminábamos tranquilamente, cuando, de pronto, ella me apretó el brazo, deteniéndome.
Cuando entró Blanca otra vez De la cena en el salon, Tranquilamente sentado Al peregrino encontró, Que la barba sobre el puño Y el codo sobre el sillon Una cancíon castellana Entonaba á media voz.
Que cruce el aire azul diáfano y raro desprendida en la luz de alguna estrella, y aunque en sueños no más me dé segura una prenda real de su ventura.» Y así diciendo el infeliz mancebo, con tales ilusiones trastornado, saliendo del santuario abandonado su camino a emprender volvió de nuevo. De la noche de aquel día en muy avanzada hora, tranquilamente Genaro del sueño en brazos reposa.
Las docenas de papelitos que a mí me echan en el bolsillo, si yo los guardara nada más para leerlos después tranquilamente, tendría un retrato de las necesidades del pueblo.
La metrópoli, cubierta de conventos, con las ciudades muertas y los caminos llenos de mendigos, no valían gran cosa; pero de casi todos los mares del mundo emergían pedazos de tierra dependientes del rey de Madrid, y al otro lado del Atlántico, medio continente, que representaba casi la sexta parte del planeta, hablaba nuestra lengua, y los pueblos oían sombrero en mano lo que su majestad católica se dignaba decirles, de tarde en tarde, al través de miles de leguas. No había que temer nada del espíritu de los tiempos; el rey podía cazar tranquilamente.