El brazo derecho se apoyaba en la balaustrada del palco y hacía estremecer todos los nervios de mi cuerpo con su exquisita simetría.
Aquella silueta, que en su mayor parte podía ver gracias a la construcción del palco, era de estatura algo superior a la común, y casi llegaba a lo majestuoso.
—Talbot —insistí yo, apoyando una mano en su hombro—. ¿Quiere escucharme? ¿Ve usted ese palco de proscenio'? ¡No, el de la derecha!
¿Ves aquel otro que en landó se ostenta con lentes, y cadenas y traílla de galgos por detrás,
palco, y la renta gasta de un rey, causando maravilla?
Mariano José de Larra
En otros, la yanquimanía es inocente fruto de uno u otro saltito de placer, como quien juzga de las entrañas de una casa, y de las almas que en ella ruegan o fallecen, por la sonrisa y lujo del salón de recibir, o por la champaña y el clavel de la mesa del convite:–padézcase; carézcase; trabájese; ámese, y, en vano; estúdiese, con el valor y libertad de sí; vélese, con los pobres; llórese, con los miserables; ódiese, la brutalidad de la riqueza; vívase, en el palacio y en la ciudadela, en el salón de la escuela y en los zaguanes, en el palco del teatro, de jaspes y oro, y en los bastidores, fríos y desnudos: y así se podrá opinar, con asomos de razón, sobre la república autoritaria y codiciosa, y la sensualidad creciente, de los Estados Unidos.
Bastará con añadir que mi temperamento es arrebatado, ardiente, entusiasta, y que toda mi vida he sido un devoto admirador de las mujeres. Una noche del pasado invierno, entré en un palco del teatro, acompañado de un amigo, el señor Talbot.
Allí, desde uno u otro
palco, seguimos las historias del film con un mutismo y un interés tales, que podrían llamar sobre nosotros la atención, de ser otras las circunstancias en que actuamos.
Horacio Quiroga
Desde uno u otro
palco, he dicho; pues su ubicación nos es indiferente. Y aunque la misma localidad llegue a faltarnos alguna noche, por estar el Splendid en pleno, nos instalamos, mudos y atentos siempre a la representación, en un
palco cualquiera ya ocupado.
Horacio Quiroga
Desde el fondo del
palco, o entre la chica del antepecho y el novio adherido a su nuca, Enid y yo, aparte del mundo que nos rodea, somos todos ojos hacia la pantalla.
Horacio Quiroga
(El diputado Víctor Hugo Morales desde el palco saluda al Presidente) Allá está entre los militares, claro, está donde debe estar.
¡Vamos: un puntazo por lo que sea!… y que no haya que dar á esa espada una compañera sacada de las costillas como nuestra madre Eva.» La alusion á costillares produjo el efecto que el chusco deseaba, y aplaudieron sus partidarios y rieron los de los tendidos; lo cual oyendo Romero, dejando plantada á la fiera y á los espectadores suspensos, llegose bajo el palco del zumbador mancebo, la muleta recojida en la zurda y el estoque suspendido en el dedo corazon, y dijole con aquella sorna peculiar de la gente de plaza: «Su mercé parece por sus razones profesor del arte, y se vé à la legua lo acostumbrado que está á dar lecciones como maestro: con que no lo deje por poco y tome sin cortedad el lugar que le corresponde, que yo estoy pronto á escucharle.
tomo 3.0) que la noticia de la aproximación de Canterác la re- cibió San Martín el 4 de Septiembre, hallándose en el teatro: que desden su palco la anunció á los espectadores, llamando al pueblo á las armas, y que el público, en medio de gran entu- siasmo, cantó el Himno Nacional.