Inflación e índices de precios mundial - Datos estadísticos
Crecimiento e inflación por regiones: status quo y previsiones
2023 y 2024 han supuesto un periodo de normalización tras un bienio que pasará a la historia como uno de los más negros de las últimas cinco décadas, marcados por incrementos inflacionarios galopantes en muchos casos. Por su parte, 2025 será el año de la estabilización y el afianzamiento, impregnados por un debil optimismo e, incluso, un cierto toque de decepción. Para tener una visión más certera sobre lo que se avecina, basta con observar la evolución prevista para algunas de las economías claves de cada continente.- África. Continuará siendo la región más afectada por la inflación —si bien con abismales diferencias entre sus países miembros— y Zimbabue seguirá encabezando el ranking continental con una tasa inflacionaria superior al 600%.
- América Latina. Se prevé que el crecimiento se modere a finales de 2024 y en 2025 y que la inflación continúe su descenso, aunque de forma lenta y gradual, de forma que las metas de los bancos centrales para esta área geográfica solo parecen alcanzables en 2026. Resulta admirable el esfuerzo correctivo de Venezuela. Ha pasado de ser el país con mayor inflación del mundo en 2022 (con valores cercanos al 700%) a registrar una tasa inferior al 60% en 2024. Ahora bien, los brotes verdes genereados por las políticas deflacionarias aplicadas por el gobierno de Maduro podrían secarse si no se concluye el episodio de inestabilidad social reinante luego de los resultados de las elecciones presidenciales de julio de 2024. Justo lo contrario puede decirse de Argentina, que ha arrebatado a la patria de Simon Bolivar el desafortunado honor de ser la nación con mayor inflación de Latinoamérica: nada menos que un 229,82% en 2024 y valores previstos para 2025 cercanos al 63%.
- Asia. Con crecimientos que rondan el 4%, las grandes locomotoras como China, Arabia Saudí, Corea del Sur o Taiwán seguirán desempeñando un importante papel en la salud financiera de la región, ya que son más los países con un sistema financiero débil e hiperflacionado que aquellos que gozan de un óptimo equilibrio financiero. Especialmente China, con una tasa de inflación inferior al 1%, se ha convertido en la piedra angular del sistema, pero debe evitar incurrir reiteradamente en episodios deflacionarios muy agresivos, aparte de lidiar con el impacto de la crisis inmobiliaria en su sistema financiero.
- Europa. Tanto la tasa de inflación media como la interanual se mantendrán en una horquilla comprendida entre el 2% y el 3% hasta finales de 2025. Por países, Turquía ha sido motivo de preocupación para economistas y expertos desde del sector desde 2022 al registrar valores superiores al 70%. Actualmente, ronda el 61% y se prevé qe se sitúe por debajo del 35% en 2025. Ante este escenario, no es ninguna sorpresa que se epsre un crecimiento muy moderado en el PIB del Viejo Continente.
Oceanía. Los elevados costos del combustible y la vivienda ayudaron a que la inflación australiana alcanzara niveles superiores a los esperados. Así, la inflación media en 2021 se situó en torno al 2,5% mientras que la inflación interanual en diciembre de ese año era de un 3,5%. La situación no hizo sino empeorar en los anos posteriores y no ha sido hasta 2024 cuando se han empezado a recibir soplos de aire fresco. Lo cierto es que el FMI no prevé que la inflación descienda al 2% hasta bien avanzado 2025 y si esta se mantiene persistentement alta, el Banco de REserva tendra que aumentar las tasas de Interés.
Impacto de la COVID-19 y de la guerra entre Rusia y Ucrania
El conflicto bélico dinamita no solo el producto interior bruto de los dos protagonistas, sino también del resto de agentes internacionales, ya que los tentáculos de la guerra golpean a varios rubros en todas las esferas socioeconómicas:- Combustibles y materias primas energéticas. Rusia era hasta 2021 el principal proveedor de gas natural y petróleo de Europa, por lo que la interrupción del proyecto Nord Stream 2 y el cese del suministro por parte del país eslavo generó importantes incrementos en los precios. Eso sí, en 2023, el papel de Rusia ha sido suplido progresivamente por Estados Unidos (en el caso del gas) y por Irak en el del petróleo. A fin de cuentas, si bien las energías renovables están destinadas a ser el futuro, a corto y medio plazo es necesario seguir contemplando el uso de otros combustibles menos limpios para suplir la carestía durante la etapa de independización energética. Este hecho repercute en las tasas de emisión de CO2 y, por ende, encarece el producto final.
- Escasez de bienes de primera necesidad. Rusia y Ucrania son además grandes productores y exportadores de cereales y aceite de girasol, ambos esenciales en las dietas de cientos de millones de personas. El desabastecimiento causó estragos en sus precios, una situación que debilitó aún más el equilibrio financiero de los hogares en todo el mundo.
- Intervencionismo. En 2020 y 2021 muchos hogares y empresas aumentaron su endeudamiento, en cierta medida gracias a que muchos gobiernos aprobaron paquetes de estímulos fiscales e inyectaron grandes cantidades de dinero para paliar los efectos de la pandemia. En 2022 y 2023, los niveles de deuda subieron de forma extrema y el inminente alza de las tasas de interés mundiales ha fomentado la reducción de este apoyo fiscal. Ello ha generado vulnerabilidades en los mercados de crédito a medida que suben las tasas de interés y las primas por riesgo, afectando la estabilidad financiera.