Desde el lanzamiento de LinkedIn en diciembre de 2002, su finalidad fue establecer una comunidad social profesional que ayude a poner en contacto a empresas con potenciales trabajadores. En este sentido, entre las grandes ventajas de LinkedIn tiene con respecto a muchas otras redes sociales destacan, por un parte, que puede plasmarse cualquier experiencia profesional en forma de C.V. digital y, por otra, que permite a los usuarios ver quién ha visitado recientemente su perfil.
La sabia decisión de Bill Gates
Debido a éstas y muchas otras prestaciones, LinkedIn se ha ido convirtiendo en una de las
redes más populares entre los internautas, con más de 700
millones de usuarios repartidos por todo el mundo. Este éxito no pasó desapercibido para Bill Gates y, en diciembre de 2016,
Microsoft adquirió LinkedIn por aproximadamente 26.200 millones de dólares estadounidenses, lo que convierte a esta operación no solo en el segundo desembolso más elevado protagonizado por Microsoft hasta la fecha, sino también en una de las
adquisiciones tecnológicas más caras de la historia. Ahora bien, este esfuerzo económico no ha sido en balde, ya que no ha dejado de reportarle beneficios.
De hecho, tanto la
cifra de usuarios como la de
ingresos globales no han parado de incrementarse, situándose esta última en torno a los 16.000 millones de dólares en 2024 (generados principalmente por sus divisiones Talento y Publicidad.)
Algo más que networking
Aparte de una plataforma de
networking empresarial, LinkedIn es una potente herramienta de marketing y publicidad. Cabe destacar que, en 2024, los profesionales del sector la catalogaron como la tercera plataforma de
redes sociales más importante para el marketing, solo por detrás de Facebook e Instagram. No en vano, LinkedIn aumentó sus
ingresos publicitarios en un 15,2% en 2023 respecto a 2022 y se estima que estos se situarán
en torno a los 9.000 millones de dólares en 2026.
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